Pese al incremento de plazas MIR (Médico Interno Residente) para la convocatoria de 2018 (se ofertarán un total de 6.526 plazas, un 3,2% más que el año anterior), la cifra final ofertada por el Ministerio de Sanidad aún resulta insuficiente para el colectivo médico, especialmente por las jubilaciones masivas que se prevén en los próximos años y por el desbarajuste existente en comparación con el número de estudiantes que entran cada año a la Universidad.
De esta forma, las plazas MIR ofertadas este año son inferiores a los numerus clausus aprobados para el curso 2017/2018, que es de 6.995 nuevos alumnos. Es decir, de continuar la tendencia, en unos años buena parte de los nuevos licenciados en Medicina no podrán acceder a una plaza de formación especializada. De hecho, ya en la última convocatoria MIR, hasta el 40% de los médicos que aprobaron la prueba no pudieron acceder una plaza, debido al alto número de aspirantes en comparación con las plazas ofertadas.
Pese a que en muchas ocasiones los MIR asumen buena parte de la carga asistencial de los centros sanitarios, sus salarios sólo suponen un 3,9% de todo lo que las comunidades autónomas pagan a su personal
Por otro lado, y aunque Sanidad defienda que con la oferta actual, más los residentes que ya se están formando en el Sistema Nacional de Salud (SNS), “se prevé la reposición de las vacantes por jubilación que se produzcan en los próximos 15 años en todas las titulaciones”, ya en la actualidad varias autonomías comienzan a acusar la falta de médicos que quieran trabajar en la sanidad pública.
Sólo en la Comunidad Valenciana, por ejemplo, el sindicato CSIF calcula que hacen falta 1.500 plazas “para garantizar el relevo generacional y atender las necesidades reales” del sistema, mientras que la comunidad autónoma sólo dispondrá de 769 plazas para la próxima convocatoria, cuyo examen se celebrará el 10 de febrero de 2018 de forma conjunta en toda España.
INVERSIÓN ESTANCADA
En lo que respecta a la inversión, además, las autonomías sólo incrementaron un 4,8% su gasto en “docencia MIR” (la mayoría de este gasto se dedica a pagar los salarios) entre 2013 y 2015, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, teniendo en cuenta los presupuestos iniciales de las autonomías para 2017, el gasto tampoco aumenta apenas desde entonces.
Así, mientras que Castilla y León invirtió en 2015 un total de 64 millones de euros en formar a residentes, para 2017 prevé un gasto de 58,7 millones. Por su parte en Madrid, la comunidad autónoma que más sanitarios especialistas forma, la inversión para 2017 será de 202 millones de euros, sólo dos millones más de lo que gastó en el año 2014, según datos del Ministerio de Sanidad.
Pese a tratarse de cuantías elevadas, sin embargo, el dinero que las autonomías tienen que gastar para pagar a sus MIR apenas supone un 3,9% del total de su gasto en personal. Todo ello, pese a que en muchas ocasiones son los residentes los que soportan buena parte de la carga asistencial de los centros sanitarios.
Desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) consideran que, aún con el aumento positivo del número de plazas para este año, la oferta final es “insuficiente en relación al número de egresados actual. Ello atenta contra nuestro continuo formativo”, indican fuentes del colectivo a Consalud.es.