En Aragón estudian incluso recurrir a la contratación de médicos extranjeros cuando se acaben las bolsas de empleo para cubrir puestos de difícil cobertura
Tal es el caso del Centro de Salud de Puebla de Sanabria, en Zamora donde, como ha reconocido la administración, no logran contratar a cinco médicos para cubrir las vacantes en el centro, y no descartan tener que buscarlos fuera de la región, como recoge La Opinión de Zamora.Esta falta de atractivo de las zonas rurales también ha sido reconocida por el propio consejero de Sanidad autonómico, Antonio María Sáez Aguado, que ya trabaja en crear incentivos (incluidos los económicos), para los facultativos que acepten ir a trabajar a zonas dispersas y rurales. Lo mismo ocurre en la comunidad de Aragón donde, incluso, el Ejecutivo se plantea ofrecer contratos a médicos extranjeros no comunitarios cuando se agoten las bolsas de empleo temporal.
“La ejecución de la medicina rural siempre ha conllevado unas dificultades distintaslas de la Atención Primaria en las ciudades. La principal dificultad es la dispersión, porque quizás no tienes un cupo de muchos pacientes, pero puedes tenerlos en un radio de 20 kilómetros y en núcleos poblaciones con condiciones climáticas difíciles o carreteras malas”, explica a Consalud.es María del Carmen Cancelo, miembro de Semergen y médica de Familia en el centro de Salud de Brihuega, Guadalajara.
La especialista, que lleva 35 años trabajando en zonas rurales, reconoce que, aunque con el tiempo las condiciones han mejorado, “antes estos pueblos estaban mal comunicados, a veces no podías comprar ni una barra de pan, o las casas no tenían calefacción. Era difícil para un médico establecer allí su familia y sus vivencias”.
COMPETENCIAS LIMITADAS
Entre otros aspectos negativos, como señala el estudio de Camfic, también se encuentran la dificultad para unirse a actividades formativas o de investigación o el aislamiento profesional que vive el médico en estas condiciones. Además, y al tratarse, por lo general, de zonas con pocos pacientes pero más envejecidos, los profesionales también consideran que estos médicos pueden ver limitadas sus competencias al tratar ciertas patologías (más propias de personas jóvenes) con muy poca frecuencia.
“Veo bien que se incentive económicamente este trabajo. Porque la asistencia sanitaria en una zona rural es muy distinta a la que se hace en una ciudad. Además, aquí se hacen guardias de atención continuada con trabajo de tarde y noche”, añade Cancelo.
Si bien, la especialista está convencida de que el hecho de que en algunas autonomías haya problemas para atraer a médicos hacia zonas rurales, responde a una tendencia “cíclica”, porque “cuando hay más oferta la gente suele irse a puestos más cómodos pero cuando no hay trabajo, las zonas rurales se llenan de médicos”, comenta.
Por otro lado, Cancelo está de acuerdo con las conclusiones del estudio de los médicos catalanes, donde más de un 90% de los profesionales encuestados considera necesario que los médicos residentes de Medicina de Familia roten por algún centro rural. “En Castilla-La Mancha ya se hace. De hecho, en mi centro de salud tenemos a residentes que van a pasar aquí casi toda su formación”, explica.
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