La última guía publicada por la Dirección General de Salud Pública y Equidad, que permite a los enfermeros dispensar medicamentos para tratar las infecciones del tracto urinario (ITU) -una de las consultas más comunes de las mujeres en Atención Primaria, ya que más de la mitad lo sufren al menos una vez en su vida-, ha generado un gran revuelo generalizado entre las asociaciones de enfermeros, médicos y farmacéuticos (hasta el punto de que el propio secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha tenido que salir a dar explicaciones y a defender la decisión de su Ministerio en redes sociales). Sin embargo, hay también otro colectivo profesional con algo que decir en todo este asunto: el de los podólogos, que aún no se habían pronunciado.
Y es que la polémica, más que por esta última guía en particular, tiene más que ver con la capacidad de que las enfermeras puedan autorizar la dispensación de medicamentos en general (ya son diez ámbitos de aplicación los que cubren), algo a lo que las mencionadas asociaciones de médicos y farmacéuticos llevan oponiéndose desde que en el año 2015 comenzasen a darse los primeros pasos. Los podólogos, por su parte, disponen de la capacidad de prescribir legalmente cualquier tipo de medicamento, “siempre que sea necesario para el desarrollo de su actividad profesional, tanto en el ámbito privado como en asistencia primaria u hospitalaria”, desde hace años; concretamente desde el 2010.
Así, desde el que en el 2009 se aprobase la Ley 28/2009 de garantías y uso racional de medicamentos y productos sanitarios, los podólogos son los únicos profesionales que pueden, junto con los médicos y odontólogos, prescribir medicamentos sujetos a receta médica. Los enfermeros ahora también pueden dispensar, y desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España (CGCOP) prefieren mantenerse el margen de toda esta polémica.
Los podólogos pueden prescribir medicamentos desde el año 2010
“No vamos a recurrir ni a meternos en ningún tema de asuntos legales, aconsejados por nuestra asesoría jurídica", aseguran a este periódico desde el CGCOP. Tanto el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) como el de Farmacéuticos (CGCOF), no obstante, sí que han anunciado que recurrirán la última guía de dispensación enfermera, mientras que el Consejo General de Enfermería (CGE) ha anunciado “medidas legales” contra todo aquel profesional que ponga en duda la seguridad de los pacientes.
Desde que en 2020 cristalizase la primera guía para la “indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica” por parte de los enfermeros, lo pueden hacer para los siguientes supuestos: frente a la deshabituación tabáquica; procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren del uso de anestésicos locales; fiebre; anticoagulación oral; ostomías; quemaduras; hipertensión y diabetes tipo 1 y tipo 2; tratamiento de las heridas; y, a partir de ahora, también infecciones del tracto urinario. Ninguno de ellos coincide así con el ámbito de actuación de los podólogos.
OTRAS PRIORIDADES
Desde el CGCOP insisten que, como profesionales sanitarios, están alineados con médicos y dentistas como prescriptores y con farmacéuticos como dsipensadores. Sin embargo, la Podología tiene a día de hoy otros “frentes abiertos” que consideran más importantes. Y todo parte de un problema común que hace que, precisamente, mucha gente no sepa de esta capacidad de prescribir medicamentos que tienen los podólogos: lo poco conocida que es su profesión, “incluso entre los propios sanitarios”. “Tenemos una lucha constante, porque nadie sabe las competencias que tenemos. Queremos que ese quite ya esa concepción de que el podólogo solo es el callista”, lamentan.
"Queremos que ese quite ya esa concepción de que el podólogo solo es el callista"
“Tratamos el pie diabético, prescribimos medicamentos, hacemos intervenciones quirúrgicas… pero luego tenemos problemas con cosas que a otras profesiones les pueden parecer básicas”, insisten desde el Consejo. Y uno de ellos, sino el principal, es el de la escasa presencia que tienen aún a día de hoy en la sanidad pública, puesto que muy pocas comunidades autónomas, como Madrid, Cantabria o Baleares, incluyen la Podología dentro de su cartera de servicios: “Vamos avanzando, pero muy poco a poco”. “El plan es ir entrando en los equipos multidisciplinares del pie diabético, creemos que es donde ahora mismo podríamos ser más útiles. Con prevención y la ayuda de un podólogo podrían evitarse muchas amputaciones”, aseguran.
Esto es lo les han aconsejado desde el Ministerio, que es quien ahora tiene la potestad para cambiar las cosas: ir paso a paso, no pedir más de lo que ahora mismo se puede conseguir. “Hace un año nos reunimos con ellos, y planteamos el tema de las especialidades, que corresponde a las sociedades científicas hacer las solicitudes. Pero nos dijeron que eso no lo planteáramos, que iba a llevar mucho tiempo”. Desde luego, no parece que se lo estén poniendo fácil para llegar a buen puerto. “Nos hemos dirigido a los grupos políticos, al Ministerio de Sanidad, y hemos conseguido llevar una PNL al Congreso de los Diputados que se admitió a trámite con dos enmiendas transaccionales, pero estamos a la espera que se valore la viabilidad del proceso. Con tantos cambios en el Ministerio estamos casi siempre en la casilla de salida", denuncian desde el CGCOP.
También llevan tiempo pidiendo reunirse con Mónica García desde su nombramiento hace ya casi un año, de momento sin éxito. “Sí que parece que se muestra dispuesta a ampliar los servicios, o al menos eso es lo que dice, y entiende nuestra posición. Pero no hay avances. Las veces que nos hemos reunido con consejeros de Salud de las comunidades autónomas nos dirigen al Ministerio, y viceversa. No nos aclaran cómo debe hacerse el proceso de la inclusión de la Podología en el Sistema Nacional de Salud, que seria beneficioso para el paciente, para nuestro colectivo e incluso para otros profesionales sanitarios", sentencian.