Han sido años muy duros lo que han pasado, y todavía siguen pasando, los trabajadores sanitarios por culpa de la pandemia y sus secuelas. Desde estas páginas de ConSalud.es lo venimos contando, el cansancio empieza a hacer mella en los sanitarios y las reivindicaciones no paran en todo el continente. Las manifestaciones, huelgas y retrasos se han multiplicado en los grandes países europeos.
Lo hemos visto en España, en Alemania, en Italia, en Francia y donde más se está viendo con virulencia es en Reino Unido, donde a la huelga de 100.000 enfermeras se ha sumado desde hoy los trabajadores de las ambulancias.
Los trabajadores de ambulancias de Inglaterra y Gales harán una huelga este miércoles por motivos salariales, entre la preocupación de los responsables de los hospitales por no poder garantizar la seguridad de los pacientes.
Un día después de que alrededor de 10.000 personas del personal de enfermería del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte fueran a huelga por segunda vez en menos de una semana, el personal de ambulancias se une hoy a las quejas por los salarios y la presión sobre el sistema de salud público.
Según los responsables del NHS, este paro laboral preocupa a los jefes de hospitales pero afirma que, a pesar de todo, los servicios mínimos de urgencia seguirán disponibles, a la vez que piden a los ciudadanos que usen estos servicios con prudencia y solo en caso de urgencia vital.
En Inglaterra, ocho de los diez principales servicios de ambulancias ya han declarado accidentes críticos, debido a la presión a la que están sometidos, y el tiempo de respuesta es ya el doble que hace dos años, según ha puntualizado la BBC.
Del mismo modo, acontecerán irregularidades debido a la huelga de paramédicos, personal de administración, auxiliares de urgencias y técnicos en el resto del país.
Desde el Gobierno insisten también a los ciudadanos a extremar las precauciones durante el día de hoy y evitar desplazamientos innecesarios en coche o deportes de contacto mientras casi 800 miembros de las fuerzas armadas son reclutados para solventar el paro sanitario.