La pérdida de poder adquisitivo de los médicos tras su jubilación es un problema que diferentes estudios e informes vienen advirtiendo desde hace más de una década, buscando poner de relieve una problemática ante la que los profesionales solicitan poner soluciones. En su último informe, el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (SMA) denuncia que los médicos cotizan para recibir una pensión contributiva muy superior a la que finalmente reciben al aplicarles el tope máximo de pensión.
Este sindicato ya publicó en 2011 el “Informe Propuesta sobre la jubilación para el personal facultativo de las instituciones sanitarias del Sistema Nacional de Salud”, que recogía la necesidad de un régimen flexible de jubilación entre los 60 y 70 años para todos los facultativos sanitarios que trabajan por cuenta ajena con adaptación al ámbito del personal sanitario. El informe abogaba por prolongar voluntariamente la edad de jubilación de los facultativos sanitarios hasta los 70 años siempre que las condiciones físicas y psíquicas lo permitieran. Pero en su texto más reciente sobre la “Jubilación ordinaria del médico en 2024” denuncian que las condiciones laborales que califican como “penosas” -aludiendo a masificación, presión asistencial, falta de sustitutos, estrés…- provocan que muchos médicos cercanos a la edad de jubilación realmente se cuestionen si podrían continuar trabajando algunos años más.
“Los médicos al jubilarse perderán mucho con relación a lo que cobran en activo, sobre todo si aún realizan guardias”
Actualmente, la jubilación ordinaria depende de la edad y los años cotizados. El informe del SMA apunta que los facultativos deben conocer que al jubilarse “perderán mucho con relación a lo que cobran en activo, sobre todo si aún realizan guardias”, ya que existe una parte de la nómina por la que no se cotiza y por tanto no genera derechos.
Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada y autor del informe, recuerda además que existe un tope máximo de pensión en España que en el año 2024 es de 3.175,04 euros brutos anuales en 14 pagas. “La diferencia entre el tope de cotización y la pensión máxima supera los 12.000 euros al año, más del 17%”, apunta Matas que vaticina que este límite no se eliminará cuando el gobierno suprima el tope de cotización, por lo que los médicos cotizarán más sin percibir mayor pensión.
Matas apunta que la mayoría de los médicos con guardias trabajan en 30 años el equivalente a 40 años o más de jornada ordinaria de otras categorías o de médicos que no hacen guardia y reclama: “Ya es hora de que esto se tenga en cuenta a la hora de la jubilación”. El informe indica que la profesión médica merece un “tratamiento especial” aplicando un “factor de corrección” en los años cotizados como ocurre en otras profesiones con peligrosidad, responsabilidad y exigencias menores o similares.
“Sería justo un tratamiento fiscal especial para las retribuciones por las guardias, un esfuerzo obligatorio y que garantiza la atención continuada de los ciudadanos”
Pero además de tener muchas más horas adicionales trabajadas, los médicos que hacen guardias, ven incrementado el porcentaje de IRPF de la nómina que se traduce en que entre el 37 y el 45% o más -dependiendo de las comunidades autónomas- del importe bruto de las guardias irá para Hacienda en la declaración anual por eso solicitan: “Sería justo un tratamiento fiscal especial para las retribuciones de este esfuerzo extraordinario que además es obligatorio y garantiza la atención continuada de los ciudadanos”.
Actualmente para determinar el importe de la jubilación se usan para hacer los cálculos las bases de cotización de los últimos 25 años (300 meses), un plazo que se ha ido incrementando sucesivamente desde los 15 años que se aplicaban en 2012. En el caso de un médico que haya cotizado por el tope máximo durante ese periodo de tiempo la base reguladora será aproximadamente de 3.400 euros. “Cada vez será más complicado llegar hasta el 100% de la base reguladora puesto que se necesitarán más años cotizados, lo que lleva implícita una rebaja de la pensión inicial reconocida”, indica Matas. Apunta que Medicina con una duración de los estudios universitarios de seis años, a los que hay que sumar un año de preparación MIR, tiene más limitada su carrera laboral que otras profesiones con grados de cuatro años o sin estudios universitarios que pueden comenzar a trabajar y cotizar mucho antes. “Esto debería tenerse en cuenta”, destaca.
Según el informe los médicos y trabajadores que perciben sueldos por encima de la base de cotización máxima sufren importantes pérdidas retributivas con la jubilación en relación al sueldo en activo. “En concreto para los médicos superan el 35% en casi todos los casos y más del 50% en muchos especialmente los que hacen guardias”, señala Matas. Matas apunta que para tratar de evitar esta gran pérdida de poder adquisitivo hay pocas posibilidades siendo la más fácil tener uno o varios planes de pensiones, que por el momento tienen un buen tratamiento fiscal, al descontar lo aportado de los ingresos hasta ciertos topes.
“Cada vez será más complicado llegar hasta el 100% de la base reguladora puesto que se necesitarán más años cotizados lo que lleva implícita una rebaja de la pensión inicial reconocida”
Otra opción que pueden barajar los facultativos es continuar en activo y demorar la jubilación: “Por cada año completo de atraso de la jubilación después de la edad legal la pensión se incrementa un 4%, importe que puede superar la pensión máxima pero no el tope máximo de la base de cotización de la seguridad social”, afirma Matas. Denuncia que el tiempo de guardias no cotiza a la Seguridad Social, al estar por encima del tope de cotización y no computa como tiempo trabajado.
Las jubilaciones que se están produciendo en los últimos años están causando graves dificultades en los Hospitales, Centros de Salud y consultorios, ya que las plantillas que ya eran insuficientes se ven aún más reducidas en un contexto de falta de médicos de varias especialidades muy especialmente en atención primaria donde no se cubren las jubilaciones y las cargas de trabajo se hacen insoportables.
Matas denuncia que en determinadas especialidades no existen médicos especialistas disponibles en ocasiones porque muchos se han marchado a países del entorno con mejores condiciones laborales denunciando además que: “Unos mil médicos procedentes de otros países que acceden en cada convocatoria MIR, se marchan a sus países de origen una vez terminada la formación para la que han venido”. Aumentar el número de plazas MIR, mejorar las condiciones laborales con mayor estabilidad y mejores retribuciones son algunas de las “soluciones urgentes” que reclama este informe, además de “permitir e incentivar” que los profesionales médicos puedan prolongar voluntariamente su vida laboral.