Aprovechando la cercanía del Día Europeo contra la Obesidad, que se celebra este 20 de mayo, la Asociación Española de Pediatría ha elaborado un informe en el que señalan el abuso de pantallas como factor deriesgo de la obesidad infantil. Y es que, recuerdan, en España uno de cada tres niños presenta sobrepeso u obesidad.
Según indica la asociación, la obesidad es la enfermedad crónica más prevalente en la infancia y adolescencia en España. Y, “a pesar de los planes preventivos y el esfuerzo individual de los pediatras, parece que estas cifras no acaban de mejorar”, manteniéndose así unas “condiciones inaceptables”.
“La grasa corporal en las edades tempranas de la vida se asocia a hipercolesterolemia, hipertensión o diabetes tipo 2, patologías con grandes repercusiones para la salud a corto, medio y largo plazo y que son, a día de hoy, la principal causa de morbilidad y de mortalidad en el mundo”, señala la AEP en asociación con el Comité de Nutrición y Lactancia Materna (CNYLM) y el Comité de Promoción de la Salud (CPS).
Los adolescentes menos activos pasan más tiempo delante de las pantallas
Entre los factores de riesgo que fomentan esta obesidad infantil, señalan la alimentación no saludable, la disminución de la actividad física, el aumento de la inactividad, -fundamentalmente ligada a la exposición prolongada a las pantallas- y pocas horas de sueño. Y ha sido en el factor de la exposición prolongada a las pantallas en la que se han querido centrar este año, ya que solo el 36% de los niños y adolescentes cumple a diario la recomendación de la OMS de no superar las dos horas al día ante las pantallas, cifra que se reduce al 16% el fin de semana
Además de estos datos, el informe PASOS 2022 indica que, al compararse con los datos de 2019, se observa que el porcentaje de incumplimiento se ha elevado en los últimos cuatro años. Desde la AEP llegan a la conclusión de que existe evidencia de que a mayor número de horas de pantallas y en particular ante la TV, mayor ganancia de peso. “Esta revisión no encuentra una relación clara entre el uso de pantallas y la disminución de actividad física. Sin embargo, en otros estudios, sí se observa que los adolescentes menos activos pasan más tiempo delante de las pantallas”, matizan.
“Ver la televisión puede suprimir las señales de saciedad y, además, la exposición a la publicidad de alimentos no saludables que llega a los niños a través de las pantallas, favorece su consumo”, amplían.
“Aunque un uso saludable de los dispositivos digitales tiene importantes beneficios -permite una mejor comunicación, acceso a información ilimitada de calidad, entretenimiento, aprendizaje, etc.-, su uso no adecuado también se ha visto relacionado con sedentarismo, incremento de la ingesta de alimentos no saludables, mayor riesgo de obesidad, aislamiento, depresión y conductas adictivas”, advierte el doctor Julio Álvarez Pitti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP).
Como pediatras, deberíamos desarrollar y promocionar nuevas estrategias para ayudar a los niños
“El uso generalizado de dispositivos digitales ha llegado para quedarse y la solución no pasa por prohibir su uso. Lo que sí deberíamos hacer como pediatras es desarrollar y promocionar nuevas estrategias para ayudar a los niños y a sus familias a tener una relación saludable con el entorno digital y las pantallas”, añade el doctor Álvarez Pitti.
Por último, Rosaura Leis, coordinadora del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP, también advierte de lo dañina que puede llegar a ser la publicidad sobre alimentos con un perfil nutricional inadecuado. “En estas etapas de la vida se desarrollan las preferencias de alimentos que condicionarán nuestros hábitos futuros. Los reclamos publicitarios dirigidos a los niños y adolescentes están presentes en su vida cotidiana y tienen un gran impacto en ellos. El problema es que los productos menos saludables siguen siendo los más publicitados”, explica.
“En 2015, alrededor del 50% de los anuncios de alimentos en TV en España contenía algún tipo de reclamo nutricional y casi dos tercios correspondían a productos poco saludables”, añadela pediatra. “La lucha contra la obesidad infantil debe ser una labor de todos: el niño con obesidad y las 4 P (Padres, Pediatras, Profesores y Políticos), pero también de la comunidad, la industria, las ONGs y los medios de comunicación”, concluye la pediatra.