La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), con motivo de la llegada del verano, recuerda que la diversión debe ir acompañada de la seguridad, a la hora de acudir a playas o piscinas para combatir las altas temperaturas. La importancia de este mensaje radica en que, solo en 2022, fallecieron un total de 37 personas de entre 0 y 17 años por ahogamientos, de acuerdo con el último Informe Nacional de Ahogamiento (INA) emitido por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Las precauciones deben extremarse en los menores, pues el mayor porcentaje de accidentes se da entre los 11 y los 17 años, seguido del de 0 a 3 años. En este sentido, en los niños mayores se deben tener en cuenta las actividades de riesgo, mientras que en los niños pequeños se debe tener una vigilancia y supervisión constante en las proximidades de los espacios acuáticos.
"Hay que extremar la vigilancia en los lugares donde no hay personal de socorrismo ya que casi el 80% suceden cuando no hay ese tipo de personal y la mitad de los casos se producen entre julio y agosto”, asegura el Dr. Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de AEPap.
Dr. Pedro Gorrotxategi: "Hay que extremar la vigilancia en los lugares donde no hay personal de socorrismo ya que casi el 80% suceden cuando no hay ese tipo de personal y la mitad de los casos se producen entre julio y agosto”
Además, hay que emplear sistemas de seguridad, como por ejemplo el chaleco, especialmente en niños que están aprendiendo a nadar. “El mejor sistema de seguridad es, sin duda, el chaleco, siempre y cuando cumpla con los estándares de calidad”, afirma el doctor Gorrotxategi.
Por otro lado, la AEPap ha querido destacar también la importancia de tener precaución fuera del agua, a la hora de tomar el sol. En concreto, los pediatras de Atención Primaria recomiendan evitar tomarlo entre las 12 y las 17 horas, y hacerlo siempre empleando factores de protección de calidad.
El verano puede ser también una buena época para promover estilos de vida saludables entre los más pequeños. Aprovechar las vacaciones para jugar en exteriores es también muy importante para el desarrollo de los niños. Con ello, evitan una vida sedentaria que promueva la obesidad infantil.
“Los meses de verano son una buena época para aprender hábitos de vida saludable y es tiempo de preparar recetas en familia, fomentando una alimentación sana, divertida y apetecible”, comenta la doctora Teresa Cenarro, vicepresidenta de AEPap ycoordinadora del Grupo de Gastroenterología y Nutrición.
Teresa Cenarro: “Los meses de verano son una buena época para aprender hábitos de vida saludable y es tiempo de preparar recetas en familia, fomentando una alimentación sana, divertida y apetecible”
A esto se le añade el papel que juega la alimentación en verano, pues en vacaciones se suele dar mayor libertad a los niños a la hora de consumir ciertos alimentos. A pesar de que en verano no suelen apetecer determinados tipos de comida y se come más fuera de casa, existen numerosas formas de construir un menú saludable, sin olvidar el consumo de frutas, verduras y hortalizas a diario.
Finalmente, Familia y Salud propone una serie de recomendaciones para llevar un verano saludable. Entre ellas, se encuentra beber agua de forma frecuente, realizar cinco comidas al día ricas en frutas y verduras, buscar sitios a la sombra y tener cuidado con el sol o usar sistemas de retención infantil homologados adecuados al tamaño y edad del niño en los viajes en coche.
Además, recomiendan utilizar cremas resistentes al agua, con un factor de protección mayor a 30, e insistir en la higiene en la cocina y en el lavado de manos para evitar infecciones. En caso de que se sufran picaduras de medusa se debe limpiar la zona con agua salada o suero sin frotar, y aplicar frío. Por último, se debe tener cuidado con los tatuajes de henna, pues pueden dañar la piel incluso a largo plazo.