Según la International Association for theStudy of Pain (IASP), el dolor es “Una experiencia sensorial o emocional desagradable asociada o similar a la asociada con un daño tisular real o potencial ”.
El dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada en diversos grados por factores biológicos, psicológicos y sociales, y puede limitar la capacidad para llevar adelante las actividades cotidianas con normalidad, suponiendo una gran carga personal y social.
Así ha definido el concepto de dolor el Doctor Pedro Juan Ibor Vidal, médico de Atención Primaria, vicepresidente del Colegio de Médicos de Valencia y coordinador nacional del Grupo de Trabajo de Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SERMERGEN) durante el simposio ‘Dolor agudo y analgésicos orales’, celebrado en el Congreso Virtual SEFAC 2020 el martes 20 de octubre. Durante esta cita, se ha abordado el papel que desempeña el farmacéutico comunitario ante el dolor agudo y cómo este profesional sanitario puede aconsejar al paciente que acude a su oficina de farmacia. Junto al Dr. Ibor Vidal ha participado Alicia González Rodríguez, farmacéutica comunitaria en Madrid y miembro del grupo de dolor de la SEFAC.
El Dr. Ibor Vidal se ha referido a varios tipos de dolor y ha subrayado que es importante tipificarlo, ya que “no es una cuestión meramente teórica”, sino que el abordaje de este será distinto según se trate de un tipo de dolor u otro.
Así por ejemplo, en función de la duración se puede diferenciar entre dolor agudo y crónico. En este sentido, el Dr. Ibor Vidal comenta que, “El agudo suele tener una duración inferior a seis semanas y el crónico es superior a tres meses. En cuanto a las causas, en el dolor agudo la causa es conocida y tratable, y en el crónico, incierta y de difícil tratamiento”.
El segundo dolor más frecuente de consulta en la farmacia es el dolor de espalda, que consiste en molestias presentes en cualquier segmento de la columna vertebral
Además, el Dr. Ibor Vidal ha indicado que, a nivel de tratamiento, en el dolor agudo se actúa más estrictamente desde un punto de vista farmacológico que en el crónico, donde además intervienen factores psicológicos y ambientales.
En esta misma línea y preguntada por qué tipos de dolores se trata con más frecuencia en la farmacia, Alicia González, farmacéutica del grupo de dolor de la SEFAC, ha explicado que los más frecuentes son las cefaleas, el dolor de espalda, el dolor articular, de garganta, dental, oídos y menstrual.
La cefalea de tipo tensional suele ser el dolor de consulta más frecuente en la farmacia, y el profesional farmacéutico puede aconsejar al paciente tanto medicamentos sin receta como otras médicas no farmacológicas como técnicas de relajación, etc. Respecto a la cefalea, el Dr. Ibor Vidal ha comentado que en ocasiones puede presentarse asociado a fiebre, molestias faríngeas u otros síntomas indicativos de infección sistémica. “Situación en la que se debe derivar al médico”, añade.
El segundo dolor más frecuente de consulta en la farmacia es el dolor de espalda, que consiste en molestias presentes en cualquier segmento de la columna vertebral que pueden acompañarse de limitación de la movilidad y según la causa del dolor, se puede diferenciar entre mecánico, inflamatorio y neuropático. Asimismo, según el tramo de la columna afectado se distinguen en cervicalgia, dorsalgia y lumbalgia.
Muy importante el comentario del Dr. Ibor Vidal respecto al dolor de garganta, que en el 90% de los casos se deben a infecciones víricas, siendo innecesario el tratamiento antibiótico
¿QUÉ PREGUNTAR A UN PACIENTE QUE LLEGA CON DOLOR A LA FARMACIA?
La farmacéutica Alicia González ha explicado que siempre tendremos que conocer la edad del paciente y si tiene alguna situación especial (insuficiencia hepática o renal, alergias conocidas, úlcera gastroduodenal, embarazo, otras enfermedades crónicas, etc). Se debe preguntar siempre cuanto tiempo hace que dura el dolor, su intensidad y la toma previa de fármacos u otros tratamientos para otras patologías.
Todos estos datos permitirán al farmacéutico ver si el paciente debe derivarse al médico, o bien si puede tratarse en la farmacia (que ocurre en la gran mayoría de los casos). En caso de que el paciente pueda ser tratado en la farmacia, la entrevista con el paciente permitirá dilucidar qué tratamiento será el más conveniente en cada caso.
¿CÓMO SE TRATA EL DOLOR EN LA FARMACIA?
La farmacéutica Alicia González se ha referido a los analgésicos que pueden indicar en las farmacias comunitarias, que son siempre medicamentos sin receta, como el paracetamol y el ibuprofeno. “Es cierto que el médico también los prescribe, pero la indicación del farmacéutico es para procesos autolimitados, de una duración corta, y si no hay mejoría por parte del paciente, se debe derivar al médico”, ha explicado, al tiempo que ha reiterado que “es muy importante tratar de evitar la automedicación y mejorar el uso racional de la terapia analgésica”, donde el farmacéutico, como profesional de primera línea, tiene un papel fundamental.
La farmacéutica también ha explicado cómo se elige el tratamiento que conviene más a los pacientes que acuden a la farmacia. “La selección del tratamiento se realiza en función de tanto la causa como el tipo o la intensidad del dolor. Debemos considerar la edad, alergias, situaciones especiales, posibles comorbilidades, y elegir el analgésico con el mejor balance beneficio/riesgo,
También es importante elegir la mejor forma farmacéutica en cada caso, para eso tenemos presentaciones en comprimidos, cápsulas, sobres o los novedosos stick packs con solución oral, muy prácticos y cómodos al tomarse directamente sin necesidad de agua.
“Para seleccionar un analgésico, por ejemplo, un criterio a seguir es la duración de acción para dar el mínimo número de tomas diarias y facilitar la adherencia terapéutica”, ha concluido. Para ello ha destacado también la posibilidad de incluir combinaciones a dosis fijas, como el paracetamol/ibuprofeno, como una alternativa segura y eficaz para el tratamiento del dolor agudo de leve a moderado.