Desde hace 30 años en el ámbito de la radiología comenzó la transformación digital, pasando de las radiografías convencionales a formatos con píxeles y puntos que reconstruyen imágenes, lo que se conoce como radiología electrónica. Este cambio se unió al gran desarrollo del procesado de imágenes, para extraer información y mejorar la calidad de imágenes en procesamiento digital.
“En este punto comenzaron a conocerse más las bases biológicas de la imagen, el porqué vemos las cosas como las vemos, y empezó a desarrollarse la radiómica, que aborda el potencial de información que subyace a la imagen médica y que no es accesible de forma reproducible al profesional”, afirma en declaraciones a ConSalud.es el Prof. Luis Martí Bonmatí, académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina y ex presidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), quien es el coordinador de la Iniciativa Europea de Obtención de Imágenes Oncológicas (EUCAIM).
Este fue el inicio de grandes proyectos para desarrollar biomarcadores de imagen y radiómica, y poder hacer una cuantificación avanzada de la imagen digital, aplicado tanto a radiografías como a ecografías o resonancias magnéticas. “Creamos un grupo de investigación muy potente para participar en proyectos europeos en los que empezamos a desarrollar estos biomarcadores de imagen, hacerlos reproducibles, minimizar las diferencias que hay en imágenes adquiridas con equipos diferentes y en centros distintos, y trabajar con todas esas variables para que la ciencia del biomarcador de imagen y la radiómica fuera más precisa y fiable”, explica Bonmatí.
“EUCAIM reunirá millones de imágenes, soluciones computacionales de IA y comunidades de investigadores para desarrollar soluciones para distintos tipos de cáncer”
Esto fue el origen de la infraestructura digital de imágenes médicas de pacientes con cáncer y desarrollo de inteligencia artificial más grande de Europa, EUCAIM. Se trata de un ambicioso proyecto paneuropeo que busca revolucionar el enfoque actual en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, que nace de una iniciativa de la Comisión Europea “centrada en el cáncer y inteligencia artificial, para investigar la manera de mejorar, evitar sesgos, controlar errores sistemáticos y cómo hacerlo más reproducible”, apunta Bonmatí.
“EUCAIM permitirá disponer de millones de imágenes, soluciones computacionales de inteligencia artificial y comunidades de investigadores o usuarios con problemas clínicos concretos, para desarrollar soluciones para el cáncer de mama, de colon, cerebro o pulmón”, afirma el coordinador del proyecto. Se trata de la mayor infraestructura europea en imagen médica para mejorar la investigación y la innovación utilizando imagen.
“El objetivo principal es generar una infraestructura que enlace todas las bases de datos y de imagen que hay en Europa y permita acceder de forma rápida y fiable a millones de imágenes. Otro de los retos es que esta infraestructura enlace con los hospitales europeos que es donde diariamente se generan datos y se estudian pacientes para poder desarrollar estudios observacionales sobre estos pacientes de forma muy rápida. Actualmente se tardan dos o tres años en recoger datos, de esta forma podremos tardar tan solo dos meses”, destaca Bonmatí.
“Actualmente se tardan dos años en recoger datos para hacer estudios observacionales y gracias a esta plataforma se reducirá el tiempo a dos meses”
Se espera que la plataforma que se está construyendo tenga un catálogo de soluciones ya testadas y validadas de inteligencia artificial que esté disponibles para los investigadores. “Nuestro objetivo es que esta plataforma tenga impacto en la forma en la que se analiza, se estudian y se valoran los pacientes con cáncer en los hospitales”, revela el coordinador de EUCAIM. Además, añade: “Queremos que sea una entidad jurídica y legal que dé soporte a investigadores, clínicos y empresas durante décadas en el futuro”.
El experto apunta que cualquier mejora que se haga en la calidad de las imágenes o en la reproducibilidad de la radiómica que se obtiene, “hará que el médico tome decisiones con menos incertidumbre y mayor fiabilidad, y que los pacientes se vean expuestos a menos errores de tratamiento o de control de la enfermedad”, apunta Bonmatí.
Una de las patas de este proyecto son las empresas que trabajan con inteligencia artificial. “Las empresas son no solo fundamentales, sino una pieza crítica en la mejora de la medicina en Europa”, enfatiza Bonmatí. Desde sus inicios en 2023 se ha desarrollado la plataforma y se prevé que a principios de 2025 ésta tenga ya su versión final y esté integrada en el espacio europeo de datos de salud. “Esperamos que toda la arquitectura esté completamente operativa a principios de 2026”, augura Bonmatí.
Toda esta estructura tendrá su nodo central en nuestro país, en Valencia, donde, apunta Bonmatí, “encontramos grandes centros de conocimiento como la Universidad Politécnica de Valencia, Hospitales como La Fe y su instituto de investigación y numerosas empresas de seguridad e IA, hace que seamos el soporte para toda Europa de esta innovación, en el uso secundario de datos y acceso a cantidades ingentes de datos para toda Europa”.
El coordinador de este proyecto concluye: “La imagen junto con la patología digital, añadiendo el conocimiento de la expresión genética de los tumores, va a ser el eje sobre el que se tomarán decisiones accionables: que permitan dar tratamientos específicos a los pacientes sabiendo cómo van a responder ante ellos y en qué momento. Para ello, la imágen médica supone una ventana de oportunidades para mejorar los tratamientos de pacientes con cáncer insospechadas hace cinco o diez años”.