OCDE: “Los países con una Atención Primaria reforzada reducen hospitalizaciones evitables en un 20%”

El último informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) analiza cómo influye el diseño de los sistemas de salud en su rendimiento

Centro con una Atención Primaria reforzada como sugiere la OCDE. (Foto: Freepik)
Centro con una Atención Primaria reforzada como sugiere la OCDE. (Foto: Freepik)
Itziar Pintado
23 marzo 2025 | 11:00 h

Las características de los sistemas de salud, tanto a nivel institucional como por su diseño, influyen en el rendimiento de los mismos. Así lo afirma el último informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que afirma que, aunque no existe un modelo único de sistema de salud que garantice los mejores resultados, cada país puede mejorar su eficiencia adoptando prácticas efectivas de otros modelos.

El informe destaca que “no hay un sistema de salud que supere sistemáticamente a los demás en todos los aspectos de rendimiento”. En cambio, los sistemas con “políticas coherentes y mecanismos bien ajustados” tienden a lograr mejores resultados en eficiencia y calidad. Según los datos del estudio, esta eficiencia media de los sistemas sanitarios oscila entre el 0.21 y el 0.71 en los países analizados en una escala donde 1 representa la máxima eficiencia posible.

Los países con mayores incentivos financieros lograron reducir la mortalidad evitable en un 10%

Uno de los principales factores que incluye este informe es el uso de incentivos financieros para mejorar la calidad del servicio. Según el documento, los sistemas de salud que implementan incentivos financieros a los proveedores, como bonificaciones por calidad de atención o reducción de tasas de reingresos hospitalarios, presentan “menores tasas de mortalidad evitable”. De acuerdo con los datos de la OCDE, los países con mayores incentivos financieros lograron reducir la mortalidad evitable en un 10% en comparación con aquellos que carecen de tales incentivos.

El documento también subraya el papel clave de la atención primaria en la prevención de hospitalizaciones evitables. En particular, los sistemas que refuerzan la continuidad del cuidado y establecen un sólido mecanismo de derivación desde la atención primaria a la especializada tienen “menores tasas de ingresos hospitalarios por enfermedades prevenibles como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la insuficiencia cardíaca”. Específicamente, los datos muestran que “los países con una fuerte atención primaria pueden reducir las hospitalizaciones evitables en un 20%”.

El estudio agrupa a los países en diferentes clústeres según el nivel de incentivos financieros y el tipo de pago a los proveedores. Entre los sistemas con incentivos más sólidos en cuanto a la calidad asistencial destacan Chile, España, Reino Unido y Francia. Por otro lado, países como Alemania, Bélgica y Canadá dependen en mayor medida del pago por servicio, “lo que puede generar incentivos a la sobreutilización de procedimientos”, sostiene el documento. 

El Sistema Nacional de Salud en España fue evaluado con una eficiencia del 0.64, situando a nuestro país entre los mejores en términos de calidad asistencial

En el análisis de eficiencia, Estonia, Letonia y Lituania obtuvieron las puntuaciones más bajas, con valores de eficiencia inferiores al 0.25, mientras que países como Países Bajos y Suiza lograron valores por encima de 0.65. El Sistema Nacional de Salud en España, por su parte, fue evaluado con una eficiencia del 0.64, situando a nuestro país entre los mejores en términos de calidad asistencial.

En cuanto al gasto sanitario, la OCDE indica que la eficiencia no solo depende de la inversión económica, sino también de la forma en la que se utilizan estos recursos. “El vínculo entre el gasto en salud y los resultados sanitarios es más débil en economías avanzadas, lo que indica que aumentar el presupuesto sin reformas estructurales puede no traducirse en mejores resultados”, señala el documento. En 2019, el gasto en salud como porcentaje del PIB varió desde el 4.4% en Turquía hasta el 16.7% en Estados Unidos.

El informe también advierte sobre la necesidad de mejorar la regulación de los precios y tarifas médicas, ya que en muchos países la fijación de precios sigue siendo un factor determinante en la accesibilidad y equidad del sistema de salud. Además, menciona que la descentralización de la gestión sanitaria puede tener efectos mixtos: “en algunos casos mejora la eficiencia, pero en otros puede generar desigualdades en la prestación de servicios”, apunta el documento internacional.

Por último, el análisis de la OCDE subraya la importancia de adaptar las buenas prácticas internacionales a las particularidades de cada país. "Las reformas radicales no son necesariamente la solución. En su lugar, los países deben identificar políticas específicas que puedan mejorar su desempeño sin requerir un cambio drástico en su estructura sanitaria", concluye.

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