Los ‘padres’ de Ozempic reciben el XVII Premio Fronteras del Conocimiento en Biología y Biomedicina

Daniel Joshua Drucker, Joel Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov han sido galardonados por ser los ‘padres’ de la revolución farmacológica contra la diabetes y la obesidad

Imagen de los 'padres' de Ozempic. (Foto: Fundación BBVA / Edición: ConSalud.es)
8 enero 2025 | 17:15 h
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El XVII Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina y Biología ha sido concedido a un equipo de cuatro científicos por su trabajo pionero sobre las funciones biológicas de la hormona GLP-1, una molécula clave en la regulación de los niveles de glucosa y la sensación de apetito. “Estos hallazgos”, según el acta del jurado, “se han aprovechado para desarrollar nuevas terapias para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad”. La ceremonia de anuncio del premio ha contado con la participación de representantes de la comunidad científica y líderes del ámbito académico.

Dario Alessi, investigador y miembro del jurado, ha destacado el impacto de estos hallazgos: “Los descubrimientos de los cuatro premiados han sentado los cimientos biológicos de una auténtica revolución farmacológica. Su trabajo aportó los principales hitos que han orientado el desarrollo de una nueva generación de medicamentos eficaces tanto para tratar a los diabéticos como para disminuir de manera significativa el peso de personas que sufren obesidad y combatir los problemas cardiovasculares asociados a esta enfermedad”.

El GLP-1, una hormona producida en el intestino tras la ingesta de alimentos, fue identificada en los años 80 gracias a los esfuerzos conjuntos de Joel Habener, Svetlana Mojsov, Daniel Drucker y Jens Juul Holst. Cada uno de ellos desempeñó un papel clave en el entendimiento de esta hormona. Habener clonó el gen del GLP-1; Mojsov sintetizó la molécula y demostró su capacidad de estimular la insulina en ratas; Drucker precisó su acción dependiente de los niveles de glucosa; y Holst investigó su capacidad para inhibir el glucagón, un avance crucial para los tratamientos contra la diabetes tipo 2.

"Realizamos un estudio pionero en el que administramos GLP-1 a pacientes de diabetes tipo 2 mediante una infusión sanguínea, y en cuatro horas fuimos capaces de reducir la glucosa a niveles completamente normales"

“Realizamos un estudio pionero en el que administramos GLP-1 a pacientes de diabetes tipo 2 mediante una infusión sanguínea, y en cuatro horas fuimos capaces de reducir la glucosa a niveles completamente normales. Fue un auténtico punto de inflexión”, explica Holst. Este éxito allanó el camino para la creación de medicamentos basados en GLP-1 que, además de controlar la glucosa, ayudaron a los pacientes a perder peso sin efectos secundarios.

En los años siguientes, el GLP-1 no solo revolucionó el tratamiento de la diabetes, sino que también se convirtió en una herramienta fundamental para abordar la obesidad. En 2014, se aprobó el primer medicamento contra la obesidad basado en esta hormona, logrando reducciones de peso del 15 al 20%, algo nunca antes alcanzado. “El impacto del GLP-1 es doble”, asegura Holst, “porque no solo regula la glucosa, sino que también ayuda a combatir la obesidad, lo que mejora significativamente el pronóstico de los pacientes”.

"Actualmente se está evaluando en ensayos clínicos el uso farmacológico de medicamentos análogos al GLP-1 para el tratamiento de los trastornos neurológicos y la adicción"

Los beneficios de los medicamentos basados en GLP-1 no se limitan a la diabetes y la obesidad. En los últimos años, investigaciones han mostrado su potencial contra enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, así como en el tratamiento de adicciones. “Actualmente se está evaluando en ensayos clínicos el uso farmacológico de medicamentos análogos al GLP-1 para el tratamiento de los trastornos neurológicos y la adicción”, destaca Svetlana Mojsov.

Drucker, líder de investigaciones en el Hospital Monte Sinaí de Toronto, está explorando el efecto antiinflamatorio del GLP-1. “Queremos comprender este mecanismo para comprobar, por ejemplo, si podría ser eficaz para reducir la inflamación en el cerebro y combatir así la enfermedad de Alzheimer y el párkinson. La ciencia aquí es muy prometedora y ya tenemos un gran número de ensayos en marcha que están evaluando si los medicamentos basados en GLP-1 serán potencialmente útiles para estos trastornos”, afirma.

"De la misma manera que estos tratamientos inhiben la recompensa de la comida para suprimir el apetito, también podrían servir para inhibir la dependencia del alcohol y otras sustancias adictivas"

Además, Holst sugiere que los efectos de esta hormona sobre el sistema de recompensa del cerebro podrían ser útiles para tratar adicciones: “De la misma manera que estos tratamientos inhiben la recompensa de la comida para suprimir el apetito, también podrían servir para inhibir la dependencia del alcohol y otras sustancias adictivas”.

El impacto global de los descubrimientos es innegable, pero Drucker insiste en la necesidad de hacer accesibles estos avances: “Lo que más me entusiasma son las nuevas innovaciones en este campo que puedan abaratar los costes de estos medicamentos y llevarlos a muchos millones de personas que actualmente no pueden acceder a ellos”.

El Premio Fronteras del Conocimiento no solo celebra un hito en la biomedicina, sino que también marca el inicio de un futuro prometedor en el tratamiento de enfermedades complejas. “Estamos ante una auténtica revolución farmacológica”, concluye Alessi, destacando el impacto de estos avances en la salud global y el bienestar de millones de personas.

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