Una gran parte de la población pasará, al menos una vez en su vida, por quirófano. Ya sea para someterse a intervenciones sencillas o complejas, de salud o estéticas, muchas personas se realizan cirugías cada día. Durante el proceso quirúrgico intervienen una gran cantidad de profesionales que velan por la salud y seguridad del paciente: cirujanos, anestesistas y enfermeras, entre otros.
Las enfermeras, concretamente las prequirúrgicas, juegan un papel clave a la hora identificar los riesgos intraoperatorios y postoperatorios que puede presentar el paciente. En el marco del Día Internacional de la Enfermería, que se celebra cada año el 12 de mayo, Roberto Guerrero, enfermero del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería, aborda en ConSalud.es los principales aspectos que convierten a estos profesionales en imprescindibles.
“El papel de la enfermera prequirúrgica consiste en identificar riesgos para poder realizar intervenciones que aseguren el mejor resultado posible"
“El papel de la enfermera prequirúrgica consiste en identificar riesgos para poder realizar intervenciones que aseguren el mejor resultado posible. Así, es fundamental en la seguridad del paciente, puesto que realiza la verificación de los requisitos previos al procedimiento quirúrgico”, afirma el enfermero.
De este modo, los pacientes son valorados y preparados a nivel físico, funcional y psicológico por estos profesionales, minutos antes de someterse a una intervención quirúrgica. Para ello, se revisa la historia clínica, se lleva a cabo una entrevista prequirúrgica de enfermería y se explora al paciente.
“Los datos más relevantes aseguran que el paciente o familiar entiende los detalles de la intervención y que expresa sus preocupaciones, además de poner en marcha medidas preventivas en base al tipo de cirugía, su estado de salud, patologías previas y su medicación habitual”.
Además, están en primera línea, junto con el resto de profesionales. En este sentido, la enfermera prequirúrgica debe saber la composición del equipo quirúrgico. “El tipo de comunicación ha de ser fluida y seguir los estándares de comunicación efectiva, con una transmisión de la información estructurada y significativa. Otro aspecto relevante, para garantizar que el transcurso del listado quirúrgico es fluido, es la priorización al comunicar valores críticos en pruebas u obtenidos en la valoración con el paciente”, continúa el enfermero.
La labor de estas enfermeras es fundamental hasta el punto de que existe una gran cantidad de ejemplos de cómo impactan en el resultado de las cirugías, según apunta Roberto Guerrero. "Algunos ejemplos se relacionan con la detección de alergias, si están en ayunas o problemas con la preparación del paciente”.
Su labor no solo se reduce a la salud física, sino también a la mental: "Es crucial en el alivio de la ansiedad antes de la intervención"
"Por otro lado, recuerdo el caso del paciente que se va a someter a una cirugía de rodilla, y al realizar la valoración detecta que el lado a operar difiere entre lo que aparece en el consentimiento informado y lo que indica el paciente”. Gracias a la detección de esta situación, los cirujanos volvieron a revisar la documentación con el paciente, confirmando finalmente el lado correcto de la cirugía.
Sin embargo, su papel no se reduce solo a la salud física, sino también a la mental. De este modo, “es crucial en el alivio de la ansiedad prequirúrgica”. Las cirugías conllevan elementos de vulnerabilidad al paciente, siendo uno de ellos la vulnerabilidad psicológica. “En numerosas ocasiones, esta vulnerabilidad se origina como producto del temor a lo desconocido, a no despertar de la anestesia, a experimentar dolor o a que los resultados de la cirugía no sean los esperados”.
Este tipo de aspectos se pueden abordar con una información adecuada al paciente y sus familiares. “La enfermera detecta los problemas en este sentido, pudiendo comunicar de forma adecuada los pasos del proceso y mejorando la experiencia del paciente”.
“Si el paciente no contase con la labor de la enfermera prequirúrgica, los casos de cirugía en el sitio equivocado, reacciones anafilácticas perioperatorias, procedimientos incorrectos y otros eventos adversos se multiplicarían”, resume el experto. Además, indica que, en caso de no contar con la valoración enfermera en la fase preoperatoria, los pacientes tendrían que recurrir a medidas farmacológicas para reducir la ansiedad, cuyos efectos secundarios pueden complicar el manejo perioperatorio del dolor, así como afectar negativamente a su recuperación.
RETOS EN LA ENFERMERÍA PREQUIRÚRGICA
Las enfermeras prequirúrgicas deben hacer frente a numerosos retos, que van en la línea de los de sus compañeras. “Los desequilibrios producidos por altas cargas de trabajo y la falta de enfermeras afectan negativamente a la práctica asistencial. La falta de reconocimiento específico de la enfermería perioperatoria también influye en la variación en la práctica entre profesionales, lo que dificulta cada vez más el consenso y la estandarización de los cuidados”.
“Las enfermeras perioperatorias componen un ámbito muy específico de la práctica, sobre el que se deberían considerar posibles vías de especialización oficial”
“Las enfermeras perioperatorias componen un ámbito muy específico de la práctica, sobre el que se deberían considerar posibles vías de especialización oficial”, añade Roberto Guerrero. A pesar de esto, el enfermero indica que miran al futuro de la enfermería perioperatoria con optimismo.
“Creemos que las demandas asistenciales actuales contribuirán a que el sistema sanitario español tenga que optar por perfiles profesionales cada vez más especializados, y el ámbito perioperatorio requiere la adquisición de competencias lo suficientemente específicas como para conformar uno de estos perfiles”, concluye el enfermero.