Son el personal sanitario en la sombra. Su labor consiste en acercar los últimos avances científicos a la asistencia clínica, actualizando nuestros hospitales y mejorando la atención a los pacientes. Con todo, el personal de investigación biomédica se encuentra “en el limbo”. “Trabajamos en los hospitales, pero en el 99% de los casos, no estamos vinculados con los servicios de salud, sino que trabajamos a través de fundaciones de investigación”. Y ahí es donde comienzan los problemas, asegura a ConSalud.esJuan Ángel Fresno, portavoz del sector de la Investigación de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras (FSS-CCOO).
“No se sabe por qué es así”, confiesa Fresno, que explica que al iniciarse los programas de incorporación de investigadores, los profesionales se fueron contratando a través de los servicios de salud, pero “por una decisión política se separó la investigación de la asistencia”. A juicio de este investigador biomédico, esto es un error, una vez que “un hospital debe aunar asistencia, docencia e investigación para ser un verdadero hospital puntero”.
La Comunidad de Madrid fue la primera región en publicar un convenio. Fue el pasado diciembre de 2020 y recogió las 13 fundaciones de la comunidad. “Hasta entonces no teníamos ningún ámbito reglado de condiciones laborales y eso llevaba a una disparidad tremenda en los salarios y a que no tuviésemos regulación, solo el Estatuto de los Trabajadores y en ocasiones ni siquiera”. Desde que Madrid aprobara ese primer convenio, Galicia y la Comunidad Valenciana también han avanzado en esta materia. En la otra cara de la moneda, en Andalucía el convenio salió adelante, pero “nunca se llegó a publicar”.
Esta falta de vinculación entre los investigadores biomédicos y los servicios de salud lleva a los profesionales a una situación de “desigualdad absoluta” una vez que aunque trabajan codo con codo con el personal sanitario de los hospitales, “las condiciones de trabajo son completamente diferentes”. “En un determinado momento hubo políticos que decidieron que la investigación debía estar externalizada en fundaciones, que dependen de los servicios de salud, pero que no son personal del servicio de salud”. Y por ello ahora tienen peores condiciones y salarios y una limitación a la hora de interactuar con los servicios de salud y realizar un trabajo de calidad para acercar los avances científicos a la ciudadanía.
“Pensábamos que los políticos se iban a dar cuenta de la importancia que tenía esa investigación en el ámbito sanitario, pero vemos que no hay avances”
“Mientras que el entorno hospitalario está hiperprofesionalizado y todo el mundo tiene claro sus derechos y obligaciones, nosotros tenemos unos convenios colectivos de mínimos que no contemplan ni desarrollo profesional ni carrera investigadora. Estamos un limbo porque las fundaciones son instituciones del sector público, pero se rigen por derecho privado, entonces se nos aplica lo peor del sector público y lo peor del sector privado”, lamenta Fresno.
En esta línea, el portavoz de CCOO subraya que si bien las fundaciones han demostrado ser eficaces para gestionar el dinero de la investigación, también se han alzado como “pésimas” gestoras de los recursos humanos. “Se ha demostrado que son un fracaso para la gestión del personal y que así no avanzamos”.
LA INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA EN PANDEMIA
“Todos pensábamos que la pandemia iba a poner de relieve la importancia de la investigación para resolver problemas sanitarios”, confiesa Fresno. Pero, lamentablemente, no ha ocurrido así. Las vacunas Covid que nos ayudaron a salir de la pandemia, son producto de la investigación, explica el portavoz de CCOO. Y sus desarrolladores no son otros que los investigadores hospitalarios, “que gracias a su conocimiento han sido capaces de trasladar ese conocimiento básico con mucha rapidez a la práctica clínica”. “Pensábamos que los políticos se iban a dar cuenta de la importancia que tenía esa investigación en el ámbito sanitario, pero vemos que no hay avances y si los hay, van muy lentos”, denuncia Fresno.
Más allá de la pandemia de Covid-19, los investigadores hospitalarios juegan un papel clave en todos los servicios. Fresno trabaja en el área de Oncología en el Hospital Universitario La Paz de Madrid. Sobre su trabajo, el investigador explica que muchas de las dudas que tienen los oncólogos sobre el mejor tratamiento para el paciente, tienen que ver con las características moleculares de la enfermedad de cada paciente.
"Hay mucha gente que cuando ve la situación en la que estamos los investigadores, deciden abandonar la carrera científica y huir de España”
“Nosotros en el laboratorio estudiamos las particularidades de ese tumor y les proporcionamos al oncólogo las herramientas para saber qué medicamentos serían los más adecuados o si se podría solucionar solo con cirugía”. Este es solo un ejemplo de la importancia de la importancia de estos profesionales en el Sistema Nacional de Salud.
“VOCACIÓN PURA Y DURA”
La precariedad está a la orden del día en buena parte de los sectores y en la investigación no iba a ser menos. Las tasas de temporalidad en las fundaciones en Madrid y buena parte de las comunidades autónomas superan el 80%. “Eso es absolutamente descorazonador y evita que mucha gente inicie una carrera científica. De hecho hay mucha gente que cuando ve la situación en la que estamos los investigadores, deciden abandonar la carrera científica y huir de España”, subraya Fresno.
Ocurre igual en todo el sector sanitario, si bien en el resto de profesiones sanitarias, al menos hay "unas reglas del juego claras”: “En nuestro caso, ni siquiera existen reglas del juego”. “Desde 2008, perdemos profesionales que se van a otros países donde son muy bien recibidos, porque aquí formamos excelentes profesionales que son muy apreciados en el resto del mundo”. Y lo más difícil es conseguir recuperar este talento, porque las condiciones laborales y salariales “no son las adecuadas”. “En España tienes que asumir que la estabilidad llega pasados los 40 años. Es muy difícil hacer un plan de vida así”, lamenta el investigador. Por ello, “los que se quedan lo hacen por vocación pura y dura”.
LOS PLANES DEL MINISTERIO DE CIENCIA, EN ENTREDICHO
Recientemente, el Ministerio de Ciencia e Innovación aprobaba el Plan de atracción y retención de talento científico. Un plan con 30 medidas y alrededor de 3.000 millones de euros para “que vuelvan los científicos que se fueron, que no se vayan los que están y atraer a los mejores”, recoge la cartera dirigida por Diana Morant.
“Si no se cambia la forma en la que el personal se relaciona con los hospitales, la situación no mejorará”
Para Fresno, este paquete de medidas no deja de ser “un poco lamentable” por la alta “carga propagandística” que presenta. Para empezar, porque una parte de las medidas propuestas están contempladas en la Ley de la Ciencia o en la Ley de Universidades. Y para continuar, porque otras de las acciones anunciadas, ya están contempladas en los presupuestos generales del estado de este 2022.
“No vemos que haya realmente medidas que vayan a servir. No hace falta crear programas especiales para atraer y retener el talento, solo hay que darle certidumbre a los investigadores, buenas condiciones y una carrera profesional clara”, defiende el portavoz de CCOO.
Preguntado por las reivindicaciones del colectivo y las peticiones al Gobierno de Sánchez, los investigadores pedirían al Ejecutivo que “acepten algunas de las enmiendas que mejoraría la Ley de la Ciencia y que fueron rechazadas por el grupo socialista".
Y en cuanto a los investigadores biomédicos, tiene que verse si la Ley de la Ciencia o la Reforma Laboral servirá para solucionar estos problemas. Con todo, desde CCOO, Fresno tiene claro que “si no se cambia la forma en la que el personal se relaciona con los hospitales, la situación no mejorará”.