La medicina estética ha logrado alcanzar muchos retos en los últimos años y muchos otros esperan por llegar.
Y es que, hoy en día, las diversas posibilidades que ofrece la medicina estética gozan de mayor conocimiento entre el gran público, y su demanda corre pareja.
No obstante, parece que las tendencias actuales en lo relativo a la medicina estética van encaminadas hacia el rejuvenecimiento facial y la remodelación corporal. Pero, para alcanzar estos objetivos cada vez se demandan técnicas menos agresivas, con un tiempo de recuperación menor y con las mínimas secuelas.
En este sentido, uno de los retos más importantes en la prevención y tratamiento del envejecimiento de la piel es conocer las características de la misma, para así poder plantear los tratamientos más eficaces. Es decir, ofrecer al paciente no el tratamiento que desea, sino el que realmente necesita.
Hay que regularizar a la propia medicina estética dentro del marco de la medicina
Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), la confianza del paciente depende en gran medida de los retos que los médicos estéticos tienen sobre la mesa.
La SEME enumera varios entre los que se encuentran regularizar el sector que engloba la estética y diferenciar las tres formas de aplicarla como son cirugía estética, medicina estética y centros de belleza.
De esta forma se evitará el intrusismo, la defenestración de las técnicas, y uno de los retos más importantes, aumentará la seguridad del paciente.
Asimismo, también hay que regularizar a la propia medicina estética dentro del marco de la medicina. Y es que, no cualquier profesional sólo por el hecho de ser médico puedo aplicarlo, sino que debe de haber una formación específica.
De igual modo, los profesionales deben hacer llegar a la población el mensaje de que la medicina estética potencia el bienestar, la prevención y la salud.