El problema de la sanidad penitenciaria no se queda exclusivamente en los centros penitenciarios, dos de los hospitales psiquiátricos que existen en el sistema de prisiones español, el de Fontcalent (Alicante) y el de Sevilla, también sufren las consecuencias de la falta de médicos especialistas.
En declaraciones a ConSalud.es, el presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), José Joaquín Antón Basanta, reconoce que la salud mental en las cárceles españoles "va a ser el próximo gran problema al que se va tener que enfrentar Instituciones Penitenciarias".
"Cada vez hay más reclusos con problemas de salud mental y en la comunidad no se está dando la respuesta adecuada a algunos pacientes"
"Cada vez hay más reclusos con problemas de salud mental y en la comunidad no se está dando la respuesta adecuada a algunos pacientes, están acabando dentro de las cárceles y allí se les está atendiendo con los pocos medios que tenemos", lamenta Antón Basanta.
En las prisiones españolas faltan psiquiatras y esto, tal y como indica el presidente de la SESP, no permite prestar una atención digna. "Los psiquiatras acuden una vez a la semana o incluso menos, dependiendo de las circunstancias ya que provienen de los servicios de salud. De hecho, en la Comunidad Valenciana se ha dejado de proporcionar psiquiatras a los centros", señala el responsable de esta sociedad médica.
Según datos a los que ha tenido acceso ConSalud.es, solo dos psiquiatras hacen frente a los 455 enfermos mentales internados en las prisiones españolas.
Instituciones Penitenciarias tiene dificultades para encontrar médicos para las cárceles. Prueba de ello, es que en la última oferta pública de empleo (OPE) ofertaron 37 plazas y solo recibieron 12 solicitudes. El porqué lo explica José Joaquín Antón Basanta en una reciente entrevista para este diario.
EL PERFIL DE LOS PRESOS CON PROBLEMAS DE SALUD MENTAL
Los internos que tienen problemas de salud mental sufren el estigma de "personas violentas" pero Antón Basanta desmiente categóricamente que los reclusos sean así.
"En principio, deben estar bajo aquellas medidas de seguridad impuestas. Este tipo de internos llegan a los hospitales psiquiátricos penitenciarios por una sentencia judicial en la que han sido declarados inocentes y absueltos por su problema mental, pero se le ha puesto una medida de seguridad determinada. Un ejemplo de la situación que se vive ahora mismo está en el centro penitenciario de Albolote (Granada) en este momento hay unas 50 personas con trastornos mentales graves", explica este facultativo de prisiones.
En este sentido, existen presos que están internos en centros y que requerirían una atención psiquiátrica especializada pero no se les está prestando. La SESP y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) denuncian que se esté generalizando como práctica y reclaman que "se realice la transferencia de las competencias de la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas".