La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant ha anunciado la resolución de 1.100 contratos predoctorales “para la contratación de jóvenes investigadores”. Se trata de una muestra más del supuesto compromiso del Gobierno con el sector científico. Ante esta noticia, la profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y consejera de CCOO en el Consejo Rector del CSIC, Alicia Durán, informa para ConSalud.es que se trata de un aumento “muy insuficiente” y que no resuelve las carencias del sistema.
1.100 contratos predoctorales son insuficientes para el sector. “En este momento hay entre 25.000 y 30.000 personas que han tenido que emigrar. No podemos ofrecerles contratos estables ni con un salario digno. Nadie quiere las condiciones precarias que hay aquí, por eso se van. Los investigadores españoles no quieren un contrato de tres años para tener que pensar al segundo qué van a hacer después. Hay 250 contratos Ramón y Cajal por año, es absurdo. No podemos ofrecerles estabilidad aunque quieran volver a su país”, insiste Durán.
La profesora del CSIC sostiene que con esta poca oferta de empleo, se favorece el “discurso de la excelencia”. Es decir, que solo puedan acceder a un contrato aquellas mentes brillantes “que dedican 16 horas al día a trabajar y tienen una inteligencia superior a la normal”. Alicia Durán no está en contra de estos “genios”, sino que defiende que “la ciencia está hecha por gente normal”.
"No tiene sentido que invirtamos dinero y esfuerzo en formar a investigadores para que se tengan que ir al extranjero"
El sector científico no está hecho por “genios locos y con el pelo despeinado”, bromea Durán, sino de personas normales, con vocación y vida más allá de la ciencia. El 'discurso de la excelencia' es una visión anticuada, “idealista y bastante tonta de lo que es la ciencia”. Dar oportunidades únicamente a los ‘genios’ es abrir la puerta a que nuestros jóvenes científicos tengan que emigrar.
Con un tono notablemente indignado, la científica continúa: “No tiene sentido que invirtamos dinero y esfuerzo en formar a investigadores para que se tengan que ir al extranjero y cada año tengamos que empezar de nuevo. Tenemos que ser capaces de que vuelvan a España y eso no se puede hacer con este número de contratos”.
“Detrás de cada genio, hay mucha gente que trabaja para que sus ideas se desarrollen: personal investigador, técnico, de gestión… Todos son imprescindibles”, apostilla la científica. “Los ‘excelentes’ no trabajan solos. Ni siquiera Ramón y Cajal trabajaba solo. Tenía un equipo de investigación formado en su mayoría por mujeres. Un equipo fuerte y desarrollado por personas normales. La ciencia no puede ser restrictiva”.
Para la profesora del CSIC, la clave para evitar la ‘fuga de cerebros’ es aumentar el número de contratos, la inversión y ofrecer condiciones laborales dignas. “No puede ser que el 45% del personal del CSIC sea temporal. Hay una parte que tiene que serlo, como el predoctoral, pero esas personas son como mucho el 15%. No queremos ser 'héroes'. Queremos trabajar en condiciones dignas, tener dinero para investigar y comprar equipamiento para poder competir internacionalmente”, concluye Durán.