El estrés y la fatiga predisponen a padecer tortícolis y los dolores y molestias vinculadas a esta. Así lo recuerdan profesionales de Fisioterapia de los hospitales Ribera Santa Justa y Ribera Almendralejo, gestionado por el grupo sanitario Ribera. La torticolis, según definen, es “una contracción muscular prolongada, que afecta a la musculatura de la región cervical”. “Esta contracción mantenida provoca un acortamiento muscular, dando lugar a una postura antiálgica, que normalmente implica la inclinación o rotación de la cabeza hacia un lado”, explican.
En la tortícolis, el principal músculo afectado es el esternocleidomastoideo, pero también el trapecio, explicanlas especialistas, así como los escalenos y el angular de la escápula, que también se pueden ver afectados. Las causas más frecuentes de esta contracción muscular son, además del estrés y la fatiga, un latigazo cervical, causado generalmente por un accidente o una lesión traumática, las lesiones musculares provocadas por una mala postura o un movimiento brusco y posiciones asimétricas mantenidas en el tiempo. “El origen, en ocasiones, también puede estar en una hernia de disco a nivel cervical o en una infección bacteriana o vírica”, apuntan, y “con cierta frecuencia aparece en niños recién nacidos o con meses, aunque, en estos casos se denomina congénita y su origen generalmente se asocia a una posición asimétricamantenida durante su desarrollo en el útero, que conlleva una inclinación de la cabeza, aunque en alguna ocasión puede deberse a una lesión muscular o a un déficit de suministro sanguíneo en la región cervical”.
“Los pacientes nota enseguida rigidez en la región cervical, dolor y limitación en la inclinación o rotación de la cabeza hacia un lado"
Los fisioterapeutas de Ribera Santa Justa y Ribera Almendralejo explican también que los principales síntomas de la tortícolis “son fáciles de apreciar”. “Los pacientes nota enseguida rigidez en la región cervical, dolor y limitación en la inclinación o rotación de la cabeza hacia un lado y, como consecuencia, asimetría en la posición de los hombros y aumento de tono en la musculatura cervical”, aseguran.
Los especialistas recomiendan aplicar calor en la región cervical, con una manta eléctrica, saco de semillas o agua caliente, y realizar movilizaciones suaves de la zona afectada. “Podemos mover la cabeza, aproximando la oreja al hombro del mismo lado, hacer con cuidado y con la cabeza los gestos de asentimiento (sí) y negación (no) y elevar los hombros a la altura de la oreja”, explican. “El objetivo es reducir la rigidez y tensión muscular de la zona”, aseguran.
Si estos consejos no funcionan, añaden, sí que es recomendable acudir a un especialista del hospital Ribera Santa Justa o del hospital Ribera Almendralejo, ya que ambos cuentan con una sala de Fisioterapia completa, para realizar un masaje terapéutico, un tratamiento miofascial, aplicar ultrasonidos, corrientes analgésicas, radiofrecuencia o punción seca, siempre en función de las necesidades de cada paciente.