El Parlamento Europeo aprobó, hace unas semanas, una nueva directiva europea sobre la calidad del aire. El texto, al que dio luz verde el Pleno, recoge gran parte de las peticiones que ha venido realizando la sociedad civil europea y española para hacer frente a la contaminación atmosférica. Inicialmente, se fijó en 2030 la fecha límite para implantar las medidas recogidas en el documento, como propuso la Comisión Europea, pero en las últimas horas de la negociación, antes de la votación, se extendió el plazo cinco años más hasta 2035.
Debido a este retraso, y con motivo de la celebración del Consejo de Medio Ambiente Europeo, en una carta 19 organizaciones sociales de defensa de la salud y ecologistas, piden a Teresa Ribera, Vicepresidenta Tercera del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, que "este retraso repercute sobre la urgencia de reducir los niveles de contaminación. Por ello, no queremos dejar pasar la oportunidad de insistir en la importancia de retomar el objetivo de cumplir con los objetivos en 2030”.
"No queremos dejar pasar la oportunidad de insistir en la importancia de retomar el objetivo de cumplir con los objetivos en 2030”
Uno de los temas que más preocupa a las entidades es que durante este periodo de negociaciones pueda haber más cambios que disminuyan las medidas establecidas en el texto. Por ello, piden a Teresa Ribera “que se acuerde la implementación de la nueva directiva, evitando cualquier tipo de flexibilidad o laxitud añadida que posponga o rebaje el cumplimiento de la norma”.
De esta forma recuerdan que “La salud de las personas está en juego. Con esta iniciativa se va a prevenir la muerte prematura de cientos de miles de personas y se protegerá a los grupos más vulnerables como niños y niñas, mujeres embarazadas, personas mayores o pacientes crónicos que necesitan un aire más limpio y salubre”
"Con esta iniciativa se va a prevenir la muerte prematura de cientos de miles de personas"
El texto aprobado por el Parlamento Europeo, recoge los límites de la contaminación del aire alineados con los estudios científicos más recientes y con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que serán obligatorios para todos los Estados miembro. Desde una mayor protección para la infancia y otras poblaciones vulnerables; así como un mejor acceso a la información sobre la calidad del aire por parte de la ciudadanía. Sin embargo, las organizaciones aseguran que estos avances no serán posibles “si no se ponen en marcha planes en los distintos niveles de la Administración con hojas de ruta claras y con objetivos que aborden de manera estructural los cambios necesarios”.
Antes de finalizar la carta dirigida a Ribera, las entidades que, debido a la mala calidad del aire, en Europa nos encontramos 300.000 muertes al año. Esto debe convertir en prioritario este asunto. Esta nueva directiva es “una de las oportunidades más importantes para mejorar la salud y el bienestar de las personas que vivimos en Europa, pero también contribuirá a frenar el cambio climático y a asegurar la sostenibilidad de los espacios urbanos”.