Con motivo del Día Mundial de la Visión (10 de octubre), el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) recomienda a los usuarios de lentes de contacto extremar la higiene de estos productos sanitarios para reducir la posibilidad de infecciones en los ojos, como la queratitis microbiana, y prevenir síntomas como la visión borrosa, enrojecimiento, dolor, lagrimeo o mayor sensibilidad a la luz, entre otros.
Asimismo, advierten que las lentes de contacto deben ser suministradas bajo supervisión de un óptico-optometrista, ya que necesitan un control y ser adaptadas a cada persona.
La mala higiene provoca gran parte de los problemas visuales entre los jóvenes, ya que más de un tercio usa lentes de contacto
Las consecuencias de una mala higiene resultan determinantes para la aparición de un gran número de problemas visuales. “Las lentes de contacto no provocan infecciones por sí mismas, pero un mal cuidado o una incorrecta limpieza podría causarlas”, afirma el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral. Añade que “un uso inadecuado provocará de inicio sintomatología de incomodidad, incluso una disminución de la calidad visual, un riesgo que también aparece por el empleo de agua del grifo para el aclarado”.
También es importante conservar las lentes de manera apropiada. Por este motivo, Martínez Moral desaconseja adquirir estos productos en establecimientos no autorizados: “Cada vez que un óptico-optometrista ve tus ojos, está realizando un chequeo de salud para detectar deficiencias y necesidades de tu sistema visual, algo que otros establecimientos no te pueden ofrecer”, precisa.
Están contraindicados los remedios caseros como sustituir el lídquido específico por agua del grifo
Estos problemas derivados del mal uso de las lentes de contacto, afectan con mayor incidencia a los jóvenes,ya que más de un tercio de la población entre 18 y 35 años las utiliza.
CONSEJOS DE LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO DE LAS LENTES DE CONTACTO
Los profesionales recomiendan que los usuarios sigan un protocolo de empleo y cuidado, retirando las lentes cuando los ojos estén muy irritados o no usarlas más del tiempo recomendado, alternándolas con el uso de gafas. Tampoco se debe dormir con ellas puestas, salvo que estén específicamente indicadas para ello.
Siempre que se manipulen las lentes es muy importante tener las manos limpias. También es importante la higiene del estuche, así como cambiar diariamente la solución desinfectante recomendada por el profesional. Algunas prácticas que están totalmente contraindicadas es compartir las lentes con otras personas así como utilizar remedios caseros, como agua del grifo para sustituir el líquido específico en el aclarado de las lentes.