Daiichi Sankyo ha organizado el último encuentro OnTarget ’La dimensión humana en el tratamiento del cáncer’. El equipo de expertos que conforman este encuentro coincide en que la Estrategia Española Contra el Cáncer "debe incluir un apartado especial dedicado a la vertiente psicosocial y sociosanitaria de la patología oncológica". Por ello, proponen una serie de medidas que pueden contribuir a una base sobre la que construir esta planificación.
Los expertos han hecho referencia a un reciente estudio, en el que se determinaba que el 30% de los pacientes de cáncer necesitan atención psicológica. "Unos 30.000 pacientes al año son diagnosticadas en situación de vulnerabilidad laboral y hay unas 50.000 personas a las que cada año se les diagnostica un cáncer y viven solas. Para las personas con cáncer, su calidad de vida no solo implica una buena atención sanitaria, sino también psicológica y social", se ha destacado.
“El cáncer impacta en todas las esferas de la persona, no solo en el plano físico. Además de tener especial atención en la salud mental de los pacientes oncológicos, muchos llegan a consulta abrumados por falta de información que impacta directamente a su esfera social: desde el ámbito laboral hasta cómo convivir con la enfermedad en el día a día. Por ello, es muy importante no obviar el componente humano de la enfermedad y darles respuestas en la medida de lo posible, haciéndoles partícipes de la misma”, comenta Isabel López, psicooncóloga del Grupo Español de Pacientes Con Cáncer (GEPAC).
El Dr. Jesús García Foncillas, vicepresidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad en Oncología (ECO) y miembro de este comité de expertos, ha destacado que “no hay un contexto de la figura del trabajador social integrado en la estructura de oncología como tal, y en el caso de muchos hospitales, tampoco los profesionales de la Psicología, ya que esta atención es proporcionada por asociaciones que tienen convenios con los hospitales, pero no es suficiente. Estos perfiles son muy importantes para poder educar al paciente a comprender su enfermedad y también contribuyen con información del paciente muy valiosa para el resto del equipo médico”.
El cáncer impacta en todas las esferas de la persona, no solo en el plano físico. Además de tener especial atención en la salud mental de los pacientes oncológicos
Mercedes Carreras, enfermera y subdirectora General Desarrollo y Seguridad Asistencial en Servicio Gallego de Salud (SERGAS) ve, además, un problema de coordinación entre las consejerías. “Esta bifurcación entre la rama asistencial y la rama sociosanitaria incide sobre todo en el tema de la coordinación, y a veces este retraso conlleva un impacto humano, familiar y de gestión hospitalaria con las consecuencias económicas y de recursos en general que conlleva. Es difícil, pero es necesario ganar en eficacia para poder garantizar una atención integral real y la accesibilidad de los pacientes y familiares, sea cual sea su edad, a orientación, apoyo psicológico o información laboral o jurídica que pueda facilitar que el paciente tenga la mejor situación posible”.
Las organizaciones de pacientes también tienen mucho que decir al respecto. Tal y como apunta Begoña Barragán, presidenta de GEPAC: “Es importante que las administraciones nos tengan en cuenta como un agente social más del sistema y capaces de contribuir a la creación de estos planes específicos, ya que tenemos la visión más importante en este tema: la de las necesidades reales del paciente”.
El tema del acceso equitativo también es un punto a tener en cuenta en la elaboración de esta estrategia, ya que aún queda mucho por hacer para que las desigualdades entre pacientes dependiendo de su lugar de residencia o características de su centro hospitalario sean una excepción y no la norma.
Para humanizar este abordaje, la figura de enfermería puede jugar un papel clave. El Dr. García Foncillas, cree que “la solución pasa por crear una especialidad fija en enfermería oncológica, que no implique rotación, para que estas profesionales sanitarias pueden poder especializarse de verdad. Enfermeras oncológicas pasando consulta, formándose con las nuevas actualizaciones y haciendo equipo con los oncólogos, psiconcológas, trabajadoras sociales”.
Bajo su experiencia, Mercedes Carreras defiende el modelo de enfermera avanzada para poder cumplir con la atención y gestión adecuada al paciente. Es decir, profesionales de la Enfermería que tienen postgrados en algún tipo de atención concreta y conocimientos específicos, en este caso en Oncología o incluso especializados en salud mental que puedan ser formados con conocimientos específicos. “Es una opción cuando los recursos son limitados, y si esto no es posible, se debe asignar un tutor que garantice la seguridad del paciente en todo momento y esté familiarizada con todo lo que implica el tratamiento para acompañarle en el proceso”.