Agresiones, síndrome de burnout, fatiga y agotamiento, ansiedad, miedo al contagio de diversas infecciones, falta de recursos… Son los sustantivos con los que los profesionales sanitarios de todo el mundo se enfrentan a diario en su trabajo. Según la Organización Mundial de la Salud el trabajo que desarrollan 136 millones de personas en el mundo cuidando la salud de la población es uno de los más peligrosos.
Un 54% de los trabajadores sanitarios de países de ingresos bajos y medianos tienen tuberculosis latente, cifra 25 veces mayor que en la población general. En los países desarrollados entre el 17 y el 32% sufren síndrome de burnout, es decir, agotamiento laboral. En todo el mundo, el 63% del personal sanitario declara haber sido víctima de alguna clase de violencia en el lugar de trabajo.
En España, según el estudio 'Covid19PS' liderado por el Servei Universitari de Recerca i Innovació en Fisioteràpia (SURIF), el 97% del millar de participantes encuestados sufrían un alto índice del síndrome de burnout durante el último año. Según el 'Estudio Nacional de Agresiones a médicos 2010-2020', elaborado por el Observatorio Nacional de Agresiones a Médicos de la Organización Médica Colegial (OMC), en 2020 las agresiones a facultativos ascendió a 441 casos.
"Solo unos pocos centros sanitarios contaban con programas de gestión de la salud y la seguridad en el trabajo", apunta la Dra. Neira
Según la OMS, más de uno de cada tres centros sanitarios carece de puntos de higiene en los puestos de atención; y menos de uno de cada seis países tiene una política nacional sobre un entorno de trabajo saludable y seguro en el sector sanitario. "Solo unos pocos centros sanitarios contaban con programas de gestión de la salud y la seguridad en el trabajo. Los trabajadores sanitarios sufrían infecciones, trastornos y lesiones musculoesqueléticas, violencia y acoso en el lugar de trabajo, agotamiento y alergias en el ambiente laboral", apunta la Dra. María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
GUÍA PARA ABORDAR RIESGOS LABORALES
Ante esta situación, la OMS junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han realizado una guía para desarrollar e implementar programas para gestionar la salud y seguridad ocupacional de los trabajadores de la salud a nivel nacional, subnacional y de los establecimientos de salud. Medidas con las que cubrir los riesgos laborales infecciosos, ergonómicos, físicos, químicos y psicosociales
“Los trabajadores de la salud, como todos los demás trabajadores, deben disfrutar de su derecho a un trabajo decente, entornos de trabajo seguros y saludables y protección social para la atención de la salud, las ausencias por enfermedad y las enfermedades y lesiones profesionales”, indica Alette van Leur, directora del Departamento de Políticas Sectoriales de la OIT. De esta forma las recomendaciones para desarrollar un programa atañen a los gobiernos, empleadores, trabajadores y los servicios de salud.
La formación en salud, el acceso a la salud ocupacional o elaborar una política escrita sobre salud, seguridad y condiciones de trabajo para proteger a los sanitarios son algunos de los puntos esenciales establecidos en la guía
Para ello, se debe buscar con el programa brindar condiciones de trabajo decentes y un entorno laboral saludable, seguro y favorable en el sector de la salud; prevenir las enfermedades y accidentes ocupacionales, y velar por el cumplimiento de la legislación y los estándares normativos de la salud y seguridad ocupacional. La formación en salud, el acceso a la salud ocupacional o elaborar una política escrita sobre salud, seguridad y condiciones de trabajo para proteger a los sanitarios son algunos de los puntos esenciales establecidos en la guía.
ÉXITO DE LOS PROGRAMAS Y CASO DE ESPAÑA
Los países que han desarrollado y están implementando activamente programas de salud y seguridad en el trabajo para los trabajadores de la salud han experimentado reducciones en las lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo y ausencias por enfermedad, así como mejoras en el entorno laboral, la productividad laboral y la retención de los trabajadores de la salud.
En España, contamos con la Ley General de Sanidad de 1986 que recoge en su cuarto capítulo la Salud Laboral para promover la salud integral, prevenir los riesgos profesionales o vigilar la salud para detectar precozmente los factores de riesgo. También existe una ley de prevención de de riesgos laborales que en su artículo 10 regula las actuaciones de las Administraciones Públicas competentes en materia sanitaria entre las que se recoge el derecho de los trabajadores a tener una vigilancia de su estado de salud. A su vez se recogen los riesgos específicos a los que pueden estar expuesto los sanitarios como puedan ser agentes biológicos.
“Dichos programas son un elemento central para la gestión eficaz de la seguridad y la salud en el trabajo, tal como se informa en el Convenio núm. 187 de la OIT, y brindan una oportunidad para la acción coordinada de todas las partes interesadas a través del diálogo social hacia objetivos comunes para promover el trabajo decente en el sector de la salud. y aumentar la resiliencia de las instituciones de salud”, dijo Vera Paquete-Perdigao, Directora del Departamento de Gobernanza y Tripartismo de la OIT.