La sección nacional de médicos jóvenes y promoción de empleo de la Organización Médica Colegial (OMC) ha desvelado este martes un informe que, entre otras realidades, analiza el impacto que la llegada de la pandemia de Covid-19 supuso para el buen funcionamiento de la formación sanitaria especializada (FSE) en España, y cuya secuelas aún perduran en términos formativos y de falta de recursos humanos, según refleja el documento. En concreto, la asignación de las plazas del año 2020 sufrió un retraso que, a la postre, ha desembocado en un desfase en la finalización del periodo MIR de esta generación de médicos residentes.
En este sentido, el informe de la OMC aclara que la asignación de plazas durante el 2020 se formalizó en el mes de julio y su toma de posesión por parte de los profesionales residentes se postergó al mes de septiembre de aquel año. Así, partiendo de que el periodo formativo oscila entre los 4 o 5 años, dependiendo de la especialidad, este colectivo finalizará su MIR en septiembre de 2024 y 2025. Una circunstancia que conllevará que “ciertas plazas de especialista durante este verano”, una época especialmente sensible a las necesidades de RR.HH. por las vacaciones, no puedan ser reforzadas por estos profesionales que, sin la pandemia, ya habrían terminado sus residencia para entonces.
El informe augura que “podría generarse una situación donde no se aseguren los mayores estándares de atención al paciente y formación”
Partiendo de este contexto, los médicos jóvenes de OMC alertan en su estudio de que nos dirigimos a afrontar “una situación crítica” en la que concurren diferentes circunstancias de riesgo como la “ausencia de garantías de aprendizaje” de los médicos residentes por déficit de supervisión o realización de funciones que no corresponden a su grado de responsabilidad, así como la necesidad de dar respuesta a los pacientes en un momento de falta de especialistas y vacaciones de verano. Por todo ello, el informe augura que “podría generarse una situación donde no se aseguren los mayores estándares de atención al paciente y formación”.
La realidad prevista por el documento anticipa dos posibles respuestas frente al escenario de falta de recursos humanos que afectará al SNS durante el periodo veraniego. Por un lado, apuntan a que se produzcan “cambios en el itinerario formativo” de los residentes de último año que no sigan lógicas docentes, sino para “cubrir periodos vacacionales” de personal estructural de sus servicios. Como segundo escenario, señalan desde la OMC, la “finalización prematura de los planes formativos”, es decir, que “se fuerce” a los médicos residentes a finalizar su programa formativo varios meses antes para estar disponibles en el mercado laboral y cubrir el periodo estival como especialistas.
FUERA DE NORMATIVA
Cualquiera de estas dos alternativas planteadas supondría ir en contra de los derechos de los médicos residentes de cumplir su programa formativo, recogidos en los Reales Decretos 1146/2006 y 183/2008. Por tanto, se aclara en el texto, que “no se darían las condiciones legales” para obligar a los facultativos MIR a terminar antes o modificar su itinerario formativo. “Los tiempos establecidos en los programas formativos de las distintas especialidades han de respetarse, ya que son uno de los garantes de la calidad del s i s t e m a d e f o r m a c i ó n s a n i t a r i a especializada de nuestro país y las medidas extraordinarias deben ser planificadas al ser un escenario previsible”, advierte el informe.
Existe el riesgo de la toma de distintas medidas, dada la variabilidad entre sistemas autonómicos de salud. “Esta posibilidad puede conllevar mayor inequidad entre CCAA.”
Por otro lado, desde la sección nacional de médicos jóvenes y promoción de empleo de la Organización Médica Colegial alertan de que existe el riesgo de la toma de distintas medidas, dada la variabilidad entre sistemas autonómicos de salud. “Esta posibilidad puede conllevar un escenario de mayor inequidad entre CCAA.”, apuntan, suponiendo la aparición de diversos riesgos, en “un momento clave donde la falta de especialistas para cubrir las necesidades asistenciales de la población conlleva un nuevo tensionamiento para el Sistema Nacional de Salud con repercusiones directas para la atención sanitaria”.
De esta manera, el informe pone sobre la palestra un escenario que ya está aquí y que puede suponer un reto aún mayor del que de por sí supone la falta de plantillas en el SNS. La llegada de la Covid-19, por tanto, lastró la formación y puede hacerlo con la integración de la generación MIR del 2020 en el momento que más necesarios se hacen: el verano. Igualmente, el informe de la OMC apunta a que el colectivo que participó en la FSE de 2021, también se verá afectado por la continuación de la pandemia, pero en menor medida.