El informe “Desafíos críticos en la formación médica especializada 2024”, realizado por la sección nacional de médicos jóvenes y promoción de empleo de la OMC, ha reflejado un preocupante escenario de crisis de RR.HH. asociado al final del periodo de residencia médica en el verano de 2024. No en vano, advierten que los retrasos que implicó la pandemia de Covid-19 en el normal funcionamiento de la incorporación de médicos MIR durante 2020 se verán reflejados en la asistencia a los pacientes durante el próximo periodo estival.
En concreto, el documento desvela que la dilación en tomar la plaza de estos efectivos hace cuatro años llevará a que su periodo de formación como residentes finalice en septiembre de este año. Una circunstancia especialmente preocupante por el hecho de que resultará imposible incorporarlos como refuerzo al comenzar el verano, un periodo especialmente crítico por las vacaciones de los facultativos y la llegada de turistas a muchos puntos de nuestro país. En condiciones normales, los MIR de último año deberían haber concluido su residencia de manera previa a las fechas veraniegas.
ESCENARIOS SUBYACENTES
De esta manera, el estudio de la OMC advierte de que esta incidencia sobrevenida de la pasada crisis sanitaria coincidirá con una serie de “escenarios y dinámicas subyacentes” que acrecentarán el problema que depara este 2024. Entre estas problemáticas apuntan la actual “precarización” del sistema sanitario que está repercutiendo “en todas las esferas”, desde la calidad asistencial que reciben los pacientes, el aumento de la listas de espera; pero también a la carga laboral y a las condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios. En esta línea, el informe remarca que al encontrarse los médicos residentes en una situación de “especial vulnerabilidad”, han sido uno de los más afectados.
Se expone en el informe un último escenario subyacente relacionado con graves problemas en la demografía médica y la planificación de RR.HH
Por otro lado, el documento apunta también a un incumplimiento de derechos laborales de los residentes. Fundamentado en diferentes estudios realizados a lo largo de distintas CC.AA., han constatado que estos profesionales “superan las horas máximas de trabajo semanal” (48 horas); no ven respetados “su descanso” diario ni semanal; o se incumple su derecho a realizar “rotatorios externos, acudir a congresos formativos y a que se respete el itinerario formativo en múltiples unidades docentes”, lamentan.
En última instancia, se expone en el informe un último escenario subyacente relacionado con graves problemas en la demografía médica y la planificación de RR.HH. “La jubilación de un gran número de profesionales y un panorama competitivo a nivel internacional en cuanto a mejores condiciones de trabajo, nos hace enfrentarnos en el momento actual a un grave problema de demografía sanitaria en España, especialmente en las zonas rurales y en ciertas especialidades”. Además, ante la presente “pasividad” por encontrar soluciones, puede “empeorar en los próximos años”, sostienen los autores.
CONSECUENCIAS PARA 2024
En este contexto, la llegada del verano se presenta como un difícil examen para las autoridades sanitarias, que no contarán con el refuerzo de los MIR de último año como médicos de pleno derecho. Frente a este escenario, los médicos jóvenes de la OMC han dado la “voz de alarma” sobre dos diferentes situaciones que podrían generarse en los próximos meses: “Que se cambie el itinerario formativo de los médicos residentes de último año, para que cubran los citados puestos de personal estructural durante su periodo vacacional; o que se adelante el final de la residencia de los médicos residentes de último año para que se encuentren disponibles a nivel laboral y poder cubrir dichas necesidades”.
Una “inadecuada toma de decisiones” sobre el problema puede conllevar a una nueva situación de crisis en relación a nuestro sistema formativo y a la dotación de RR.HH.
Dos alternativas que, por otra parte, que contravendrían la actual legalidad vigente que marcan los Reales Decretos 1146/2006 y 183/2008, donde se recoge “el derecho de los médicos residentes a que se cumpla su programa formativo”. De esta manera, el informe pone sobre aviso de que una “inadecuada toma de decisiones” sobre el problema puede conllevar a una nueva situación de crisis en relación a nuestro sistema formativo y a la dotación de recursos humanos del SNS. En primer término, indican, se podría ver resentida la calidad y seguridad de la asistencia sanitaria, pues “lo que está sobre la mesa es la formación de un profesional que tendrá en sus manos las decisiones en salud de la población”.
Igualmente, se señala la aparición de desigualdades en la disponibilidad y capacidad de contratación de RR.HH. si la toma de decisiones no es coordinada y cohesionada a nivel nacional. “Se pueden producir desigualdades en cuanto a la disponibilidad de recursos humanos en las diferentes comunidades autónomas. Esto puede conllevar a que se produzcan flujos migratorios profesionales que pueden incrementar aún más las desigualdades territoriales en cuanto al acceso al sistema sanitario”, refiere el informe.
Una última consecuencia de adoptar medidas políticas precipitadas se refiere al “descrédito de la FSE en un contexto nacional e internacional”
Una última consecuencia de adoptar medidas políticas precipitadas se refiere al “descrédito de la FSE en un contexto nacional e internacional”. En esta línea, la formación sanitaria especializada española cuenta con un importante reconocimiento internacional y las carencias estructurales de profesionales podrían “hacer tambalear” el crédito de este sistema encaminado a la formación bajo estándares de excelencia, concluye el informe.