La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) acaba de nombrar al Dr. Pere Brescó Torras como su nuevo presidente para los próximos cuatro años. Jefe de servicio de esta especialidad en el Hospital General de Igualada y en las clínicas NovAliança de Lleida y Ginnova de Mi Tres Torres de Barcelona, el médico catalán atiende a ConSalud.es para abordar los múltiples retos que tiene por delante.
ConSalud: 150 años de vida, la sociedad científica de Ginecología más antigua de Europa, más de 9.000 socios… ¿cuál es el principal objetivo que se marca como presidente de la SEGO?
PB: El gran reto es englobar a todos los ginecólogos y ser una sociedad a la que todos nos sintamos orgullosos de pertenecer. Dar cobertura a todos por igual, y que cuando un ginecólogo necesite algo, la SEGO responda. Ese es el reto más importante y que da más responsabilidad y miedo por tratar de no defraudar a nadie.
CS: Si mañana tuviesen una reunión con Mónica García, ¿qué es lo primero que le dirían?
PB: Evidentemente, hay muchas reivindicaciones, aunque una de las más importantes es la formación, porque es el pilar de todo. Nuestros residentes están haciendo cuatro años de formación para ser especialistas, mientras que en toda Europa ya son cinco. Nos hemos quedado cortos, y no estamos dando la formación que necesitan y que es de obligación.
"Nuestros residentes están haciendo cuatro años de formación para ser especialistas, mientras que en toda Europa ya son cinco"
Eso no quiere decir que con cinco años sea suficiente, porque el ginecólogo, como cualquier especialista, no puede dejar nunca de formarse, pero tenemos que equipararnos como mínimo a Europa. No estamos inventando nada. La tecnología tiene que llegar también a todo el mundo, no puede ser que los hospitales pequeños se queden sin ella, y lo mismo con la medicina privada. Tenemos que llegar al copago.
CS: De hecho, la Ginecología ha estado siempre muy asociada a la sanidad privada…
PB: Tenemos que ser realistas: la sanidad pública no puede existir sin la privada, porque no puede llegar a todo el mundo. Tenemos que compartir trabajo y formación, porque los de la privada son igual de profesionales que los que trabajan por la Seguridad Social, y nuestras listas de espera están sobrecargadas. Si no estuviese la salida de la privada, estaríamos desbordados completamente, y hay que luchar por llegar al copago.
No puede ser que la mutua sea como una especie de Seguridad Social, pero en pequeño. Aquí también tenemos que equipararnos a Europa y que el médico llegue a cubrir para todos igual. Hay unas diferencias brutales en toda España, y el Gobierno tiene que poner unos mínimos a pagar y que el resto sea copago. No puede ser que haya comunidades con un precio y otras con otro.
"Si no estuviese la salida de la privada, estaríamos desbordados completamente, y hay que luchar por llegar al copago"
CS: Volviendo al tema de la formación. Son pocas las especialidades que no instan a Sanidad a que actualice su programa formativo, ¿es también el caso de Ginecología y Obstetricia?
PB: Por supuesto. La medicina es dinámica, no puede ser pasiva, lo mismo que con todo lo relacionado con nuestra práctica clínica diaria. Tiene que ser de rabiosa actualidad, y de ahí mi insistencia en la formación continuada y en la actualización de contenidos por el bien final de todos nuestros pacientes.
CS: En su carta de nombramiento publicada por la SEGO, hablaba también de su compromiso por el “impulso del progreso científico”. ¿Cómo se puede ayudar en esto desde su posición?
PB: Hemos de impulsar toda la investigación y tecnologías robóticas, que no son el futuro, sino la actualidad. Pero tenemos que ir más allá, porque la robótica es solo la primera fase, y hay muchas, como la Inteligencia Artificial. La Ginecología tiene que ir por delante en todo esto para ayudarnos a hacer una mejor asistencia, y la SEGO tiene que ser moderna y dinámica, no puede vivir de protocolos antiguos.
CS: De hecho, en una anterior entrevista concedida a nuestro medio, José Alcolea, portavoz de la SEGO, presumía de que la suya es una especialidad muy versátil y dinámica. ¿Qué diría que es lo mejor que tiene?
PB: Es algo muy difícil de contestar, porque yo soy un eterno enamorado de la Ginecología y creo que es la mejor del mundo. Tiene dos vertientes, una es espectacular porque es la de dar vida y acompañar a la paciente en el mejor momento de su vida, que es el de tener un hijo. Y luego tenemos la otra, que es la del tratamiento y diagnóstico. Realmente es una especialidad muy completa.
"No hay palabras para describir lo que es acompañar a una pareja para que tengan un hijo"
CS: ¿Y lo peor?
PB: Que tiene mucho que mejorar en cuanto a formación y medios actuales. Un profesional se siente realizado cuando tiene ilusión y los medios para hacer bien su trabajo, y eso es lo que tenemos que conseguir, la ilusión de todos los profesionales. Si no, tenemos otro problema grave, y es que se nos van a ir fuera de España.
CS: ¿Qué le diría a un médico que se esté preparando el MIR y que dude entre hacer Ginecología u otra especialidad?
PB: Como te decía, la Ginecología es muy completa, porque somos como dos especialidades, la Ginecología y la Obstetricia. Todas las especialidades tienen su parte humana, pero en nuestro caso está más potenciada por el milagro de la vida, y eso es lo que nos podría diferenciar más de ellas. No hay palabras para describir lo que es acompañar a una pareja a intentar dar lo máximo para que todo salga bien y tengan un hijo.
CS: Ginecología y Obstetricia fue la especialidad que eligieron más mujeres en la pasada convocatoria, ¿se ha notado este cambio de tendencia en una profesión históricamente asociada a hombres?
PB: Sí. Ha habido un cambio de paradigma impresionante en toda la medicina, y lo estamos viendo sobre todo los que ya tenemos una cierta edad. En nuestra especialidad, más todavía, es algo completamente lógico, y pienso que todo aporta.