La plantilla del Hospital de Reus de Tarragona ha comenzado este miércoles un encierro de 24 horas que se prolongará hasta las 09:00 horas de este jueves, en protestas por los recortes que pretende realizar la dirección del centro y por las condiciones en las que pueden quedar los trabajadores una vez que, a partir del 1 de enero de 2018, el hospital comience a estar regido por un consorcio formado por el Ayuntamiento de Reus y el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), que tendrá el 55% del mismo.
Por otro lado, los empleados rechazan que se cierren servicios en el hospital, después de que una auditoría externa haya planteado la necesidad de suprimir puestos de trabajo en Urgencias, cierre de camas e incluso del servicio de Medicina Deportiva al completo. “Queremos además que se acaben los contratos en fraude de ley, porque tenemos una contratación parcial de más de un 37%”, señalan desde el Comité de Empresa.
Junto a ello, los empleados también reclaman que se les devuelvan los salarios correspondientes a las retribuciones variables por objetivos (DPO) correspondientes a los años 2015 y 2016, que aún están sin cobrar.
El encierro, durante el cual los empleados pretenden hacer varias asambleas informativas sobre la situación del centro, que cerró el año pasado con un déficit de 8 millones, llega después de la manifestación convocada el pasado mes de mayo por las calles de la localidad. Su finalización, además, coincide con el día en el que el Ayuntamiento de Reus tiene que ratificar las cuentas del Hospital.
Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es
Si el convenio actual no se renueva antes del 30 de junio la plantilla pasará a tener el convenio del Siscat, lo que le supondría mermas en sus condiciones laborales
Como señalan a Consalud.es fuentes del Comité de Empresa del hospital, los trabajadores quieren mantener un convenio propio una vez que el Departamento de Salud de Toni Comín intervenga el centro. El convenio actual finaliza este 30 de junio, y si no se llega a un acuerdo, la plantilla pasará a tener el convenio del Siscat, lo que le supondría mermas en sus condiciones laborales.Por otro lado, los empleados rechazan que se cierren servicios en el hospital, después de que una auditoría externa haya planteado la necesidad de suprimir puestos de trabajo en Urgencias, cierre de camas e incluso del servicio de Medicina Deportiva al completo. “Queremos además que se acaben los contratos en fraude de ley, porque tenemos una contratación parcial de más de un 37%”, señalan desde el Comité de Empresa.
Junto a ello, los empleados también reclaman que se les devuelvan los salarios correspondientes a las retribuciones variables por objetivos (DPO) correspondientes a los años 2015 y 2016, que aún están sin cobrar.
El encierro, durante el cual los empleados pretenden hacer varias asambleas informativas sobre la situación del centro, que cerró el año pasado con un déficit de 8 millones, llega después de la manifestación convocada el pasado mes de mayo por las calles de la localidad. Su finalización, además, coincide con el día en el que el Ayuntamiento de Reus tiene que ratificar las cuentas del Hospital.
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