El paradigma de la psicología en la actualidad ha cambiado mucho con respecto a los últimos años. A pesar de que en el Sistema Nacional de Salud sólo se encuentra reconocida como especialidad la Psicología Clínica, en la práctica esta rama sanitaria se lleva a cabo de una manera multidisciplinar. Ejemplo de ello es el empleo de la neuropsicología para diagnosticar y tratar algunas enfermedades.
La neuropsicología es conocida como una rama de la Psicología que, fundamentalmente, se ocupa de la relación que hay entre el cerebro y el comportamiento humano. “Lo que nosotros hacemos es estudiar cómo repercuten determinadas lesiones cerebrales o del sistema nervioso central en el comportamiento de la persona”. Así lo explica Bartolomé Marín Romero, vocal de COPAO y experto en neuropsicología.
Esta especialidad suele llevarse a cabo en unidades de neurología cognitiva, “donde ayudamos al diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, párkinson, apraxia o ataxia”. También se encuentra en unidades de neurocirugía, donde contribuye a localizar las lesiones o el foco epiléptico. En una unidad de cirugía de la epilepsia, los neuropsicólogos "trabajamos en conjunto con el resto de profesionales. Suele ser en un equipo multidisciplinar”, explica.
“Lo que nosotros hacemos es estudiar cómo repercuten determinadas lesiones cerebrales o del sistema nervioso central en el comportamiento de la persona”
En este sentido, Marín destaca que este no es un trabajo que se realice de manera aislada. Se lleva a cabo en conjunto con distintas técnicas, como la medicina nuclear, la electroencefalografíao la neurorradiología. “El neurocirujano recaba todos los datos que le ofrecemos los profesionales que contribuimos. Si el foco epiléptico está, por ejemplo, en el lóbulo temporal izquierdo, sabremos que esa persona va a tener problemas de memoria. Eso le sirve al neurocirujano para tomar la decisión de intervenir quirúrgicamente”.
La Neuropsicología también interviene en unidades de trastorno del movimiento. En el caso de pacientes que van a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas de estimulación cerebral profunda, derivados de temblor o enfermedad de párkinson, “contribuimos a decidir si el paciente es o no un buen candidato para la intervención”. Otro tipo de intervenciones en las que se suele participar son las craneotomías con paciente despierto. De esta manera, el paciente colabora con la evaluación neuropsicológica que se le está haciendo mientras el neurocirujano está seccionando la parte tumoral.
En la mayor parte de los casos, esta rama de la psicología ayuda al diagnostico de la patología. No obstante, también tiene aplicaciones en el tratamiento de algunas enfermedades neurodegenerativas. “Una vez que ya tenemos el diagnóstico se pueden diseñar planes de intervención”. Sin embargo, lo más frecuente, añade Marín, es que esto no esté cubierto por la seguridad social.
EL FUTURO DE LA NEUROPSICOLOGÍA
El ámbito fundamental del estudio de la Neuropsicología en la actualidad es el conectoma humano. Se trata del descubrimiento de las redes cerebrales, las conexiones entre los miles de millones de neuronas que hay en el cerebro, cómo se conectan unas con otras y cómo contribuye eso a mejorar el diagnóstico.
También se están estudiando nuevas técnicas, como la aplicación de realidad virtual para la mejora de las funciones cognitivas en pacientes con enfermedades neurodegenerativas o la estimulación magnética transcraneal. “El campo es muy amplio y es una disciplina que está teniendo un gran desarrollo en los últimos años”.
El ámbito fundamental del estudio de la Neuropsicología en la actualidad es el conectoma humano
Las aplicaciones de la Neuropsicología, lamenta Marín, no se dan en toda España. “Por ello es necesaria la creación de las especialidades dentro de la Psicología. Hoy en día las enfermedades no son de nadie, tienen tres vertientes: biológica o fisiológica, psicológica y social”. El hecho de que no esté definido hace que ese servicio no esté ofertado en muchos hospitales y que la distribución de neuropsicólogos en el país sea “muy variopinta”. Existen unidades en autonomías como Cataluña, donde “tienen una buena tasa de neuropsicólogos, y por otro lado tenemos Andalucía, que prácticamente estamos cuatro”, comenta el experto.
A este respecto, Marín añade que “desgraciadamente”, laneurorrehabilitación está más vinculada al ámbito privado. La gran mayoría de pacientes deben acudir al ámbito privado para estos tratamientos. Las terapias son eficaces y consiguen prolongar la calidad de vida de los pacientes e ir retrasando el deterioro, pero, si los pacientes no pueden costearse el tratamiento privado, la adherencia es baja.
El principal reto al que se enfrenta la neuropsicología en el futuro es el de conseguir la localización o identificación de biomarcadores fisiológicos y neuropsicológicos “que nos permitan predecir que personas pueden ser susceptibles de padecer una enfermedad neurodegenerativa en el futuro”. La inclusión de la evaluación neuropsicológica de manera homogénea en toda España ayudaría “indudablemente” a conocer mejor estas enfermedades. “Al paso que va el envejecimiento de la población, las enfermedades neurodegenerativas pueden ser muy variopintas, y debemos contribuir de una manera eficaz al abordaje de las mismas”, concluye el experto.