"Hay que dedicar más tiempo a las explicaciones que le damos al paciente sobre su enfermedad y posibles tratamientos"
Uno de los aspectos que ha cambiado radicalmente ha sido el del papel del paciente de esclerosis múltiple. “Se ha pasado de una relación paternalista del médico con el paciente a otra en la que ambos deben colaborar estrechamente”, reconoce el coordinador de la jornada, el doctor Óscar Fernández, neurólogo del Hospital Regional Universitario de Málaga. La consecuencia de esa nueva relación es un paciente con más poder y responsabilidad en la toma de decisiones al respecto de su propia enfermedad.“El paciente ahora acude a la consulta con más información, y nosotros tenemos que ayudarle en este aspecto, para evitar la mala información o su exceso”, señala el doctor Fernández. “Por eso hay que dedicar más tiempo a las explicaciones que le damos al paciente sobre su enfermedad, posibles tratamientos, etcétera. A partir de ahí, el paciente debe analizar la información para poder volver a la consulta con una opinión, por ejemplo sobre su tratamiento, ya que en esta decisión debe valorar aspectos como la eficacia, la seguridad y la tolerabilidad de las terapias”.
La nueva tendencia es que médico y paciente decidan conjuntamente el tratamiento. “La decisión compartida es un progreso claro en el manejo de la esclerosis múltiple. Con un paciente bien informado todo es más fácil; se percibe incluso en los resultados clínicos, ya que aumenta la adherencia al tratamiento y eso supone una mejor respuesta terapéutica”, explica el coordinador de las jornadas, que asegura que esta nueva relación se tiene que conseguir a pesar de barreras ya conocidas como la falta de tiempo para la consulta.
Entre los elementos facilitadores de este cambio de paradigma en la relación médico-paciente destacan las nuevas tecnologías, que “han tenido un impacto enorme en el paciente, que ahora puede acceder a mucha información que antes sólo estaba al alcance de la mano del médico”. Las nuevas tecnologías también han ayudado al médico, que ahora tiene la información a su disposición al instante a través de Internet. En el caso de la esclerosis múltiple, “el papel de los nuevos dispositivos también tiene una gran relevancia en la monitorización de la adherencia al tratamiento”.
NUEVOS RETOS
Más allá del nuevo papel del paciente, el manejo de la esclerosis múltiple en la actualidad trae consigo otra serie de retos, como la definición afinada de los patrones de cada enfermo de esclerosis múltiple: “Saber si un paciente va a responder bien al tratamiento es fundamental. Hasta ahora conocíamos la eficacia y la seguridad de los fármacos en ensayos clínicos, pero no con el paciente y su entorno. Es necesario saber cuáles son los marcadores pronósticos de cada enfermo para determinar qué fármaco es más eficaz y seguro”, subraya el doctor Fernández.
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