Las personas que tienen que recibir una intervención neuroquirúrgica esperan actualmente en España una media de 197 días. Tiempo que aumenta a 511 días en Aragón o se reduce a 84 días en Madrid. Es decir, una persona a la que se le recomienda una cirugía para controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson, los efectos de un tumor benigno o corregir una escoliosis no grave, esperan más de seis meses e incluso en algunos lugares más de un año y medio para la intervención. “Es ciertamente inconcebible”, reconoce a Consalud.es el Dr. José Luis Gil Salú miembro del equipo de Neurocirugía del Hospital Universitario Puerta del Mar y secretario de la Sociedad Española de Neurocirugía (Senec).
Con la pandemia las listas de espera aumentaron por el cierre del quirófano. A partir de junio de 2020 poco a poco se intentó recuperar la actividad y volver a momento preCovid-19. Sin embargo, los cierres y el aumento de hospitalizaciones e ingresos UCI durante las siguientes olas no permitieron que todas las especialidades se recuperaran a niveles anteriores a 2020 y continuaran sumando tiempo y pacientes a la lista de espera.
En el caso de Neurocirugía, con respecto a junio de 2021, el último informe de diciembre del mismo año refleja un aumento de los tiempos en todas las comunidades autónomas, pasando regiones como Aragón de 459 días a los ya citados 551, y alejándose de los 280 que tenían en diciembre de 2019; Asturias de 99 a 155 días, supera en casi 20 días el tiempo de espera de diciembre de 2019: o Extremadura de 224 a 285 días, tenía antes de la pandemia 137 días de espera. “Creo que las cirugías no demorables han recuperado plazos de tiempo. El resto, debido al aumento de ingresos de pacientes en lista de espera, se ha prolongado”, señala el neurocirujano de la Senec.
“Incluso pacientes con tumores benignos que estaban en lista de espera y considerados demorables, pasaron a estar en estado de preferentes/no demorables”
En cuanto a número de pacientes, Neurocirugía incrementó en 2.278 personas más la lista. “Durante este tiempo se han tenido que actualizar aquellas cirugías de columna que pudieran estar pendiente o que no se habían incorporado en la lista de espera”, indica el Dr. Gil Salú. Contando que las cirugías de columna, que no son urgentes en su mayoría, suponen entre un 50 y un 70% del total de la actividad quirúrgica de Neurocirugía, el empeoramiento de los pacientes durante este tiempo, la posibilidad de volver a acudir a las consultas y el diagnóstico de otros pacientes con problemas de espalda hace que con la actualización de la lista se haya producido un aumento del número de pacientes.
Esto conlleva aumento de comorbilidad, es decir, de la aparición de otras patologías, y empeoramiento de los pacientes. De hecho, como explica el Dr. Gil Salú, durante este tiempo se ha tenido la impresión de “operar a pacientes en peores condiciones clínicas. Incluso pacientes con tumores benignos, como por ejemplo meningioma, que estaban en lista de espera y considerados demorables, pasaron a estar en estado de preferentes/no demorables por el desarrollo de paresias, empeoramiento en nivel de conciencia, etc.”
“Ojalá se consiga en un par de años” recuperar la lista de espera a niveles prepandemia
El aumento de pacientes, la desigualdad entre regiones y la situación sanitaria tras la pandemia dificulta mucho crear planes que puedan reducir la media nacional de espera e intentar equilibrar la desigualdad. “Desde la Senec se planteó establecer ayudas entre servicios que sufrieron de manera desigual la pandemia, por ejemplo Madrid y Cádiz, no se llegó a concretar por la falta de operatividad entre administraciones”, manifiesta el Dr. Gil Salú.
Durante este tiempo, solo aquellas regiones que han abierto hospitales-Covid han conseguido reducir las listas e incluso alcanzar tiempos anteriores a 2019. Es lo único que ha permitido rebajar la espera ya que “no ha habido un aumento de personal”, denuncia el secretario de la Senec. Y dada la situación actual, el experto no se termina de mostrar muy optimista: “Ojalá se consiga en un par de años. Pero estamos todavía esperando que nada nuevo incida en esta desescalada”.