En España el 39,75% de los investigadores son mujeres, según los últimos datos de 2022 de la Estadística sobre Actividades de I+D del Instituto Nacional Estadístico (INE). España es uno de los países europeos con más equilibrio de género, pese a ello, no tienen una representación paritaria en los comités de dirección y en los consejos rectores de instituciones como los Organismos Públicos de Investigación. Según el informe ‘Científicas en Cifras’, en 2020 sólo tres de los ocho organismos presentaban equilibrio entre hombres y mujeres, del resto el 80% tiene infrarrepresentación de mujeres.
En este proceso de empoderamiento de las mujeres, sin embargo, se han dado importantes pasos que son la antesala a la eliminación de la brecha de género existente. El 12 de julio de 2021 Diana Morantprometía su cargo como nueva ministra de Ciencia e Innovación. La valenciana e ingeniera de telecomunicaciones por la UPV tomaba entonces la cartera de su predecesor, Pedro Duque, y conseguía en agosto de 2022 aprobar la ‘Ley de Ciencia’.
Según un estudio del Instituto de las Mujeres, solo el 16% de proyectos de investigación están dirigidos por mujeres
Las mujeres también han alcanzado el liderazgo de algunas de las principales instituciones científicas del país. De esta forma, Eloísa del Pino sucedía a Rosa Menéndez como presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en junio de 2022, con el objetivo de “reforzar el papel del Consejo como un instrumento eficaz de política científica y acometer las reformas necesarias de manera inmediata para fortalecer el sistema público de ciencia”, según explicó durante su nombramiento.
El Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO) con presencia mayoritaria de mujeres, está actualmente dirigido por María Blasco. Desde 2012 esta institución cuenta con la Oficina de Mujer y Diversidad del CNIO, cuyos datos de 2021 reflejan paridad en los jefes de grupo, unidad y sección. Estas cifras, sin embargo, no son frecuentes en el resto de organismos de investigación científica. Según un estudio del Instituto de las Mujeres solo el 16% de proyectos de investigación están dirigidos por mujeres.
LAS MUJERES TAMBIÉN EN SOCIEDADES MÉDICO-CIENTÍFICAS
Tanto en Ciencia como en Medicina la llegada de las mujeres a los cargos de decisión es una realidad pendiente, como señalaba Pilar Garrido, presidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas (FACME), en una entrevista a Consalud.es, “da igual el ámbito que miremos, ya sea el asistencial, el de investigación o el de las sociedades científicas, el porcentaje femenino es muy bajo. También en los comités científicos o en las Universidades […] Hay una infrarrepresentación de mujeres en posiciones de liderazgo que no es justificable”.
Según el informe ‘She Figures 2021’, solo un tercio del personal investigador de la Unión Europea son mujeres
Los esfuerzos en los últimos años han conseguido que tanto organizaciones médicas como sociedades cuenten con cada vez más líderes y miembros femeninos, aunque lentamente. La Organización Nacional de Trasplante (ONT) está dirigida actualmente por Beatriz Domínguez-Gil. En cuanto a las sociedades científicas, solo el 23% de las agrupadas en FACME son dirigidas por mujeres, como la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) o la Asociación Española de Cirujanos (AEC). También Sociedades como la de Medicina Interna (SEMI), la de Reumatología o la de Hematología y Hemoterapia (SEHH) cuentan actualmente con una dirección femenina.
Al igual que en España, a nivel mundial y europeo todavía queda mucho trabajo. Según el informe ‘She Figures 2021’, solo un tercio del personal investigador de la Unión Europea son mujeres. Países como Francia y Alemania, africanos como Mali, Libia o Etopia, o de Asia Meridional como India, China o Japón, no alcanzan el 30% de mujeres investigadoras, según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO. Queda mucho trabajo por delante, aunque no podemos olvidar que en un siglo se ha conseguido que las mujeres ocupen cargos de decisión en Ciencia y en Medicina, algo que hace un siglo era difícil de encontrar.