El esperado acuerdo por la subida salarial de los profesionales sanitarios, reivindicado por los sindicatos desde los años de la crisis económica, ha nacido con un respaldo parcial del sector. Mientras los sindicatos mayoritarios(CC.OO., UGT y CSIF) han terminado firmando con el Ministerio de Hacienda esta subida por considerarla “positiva”, los sindicatos profesionales no han tardado en rechazarla.
Tanto el Sindicato de Enfermería (Satse) como la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) han mostrado su oposición a la subida salarial pactada para los funcionarios públicos: según el acuerdo, será de entre un 6,1% y un 8,79% en los próximos tres años, levemente superior a la que propuso Montoro en septiembre (entre el 5,25% y un 8%).
Los enfermeros creen que es un "compromiso defiente y escaso", mientras los médicos lamentan que el acuerdo "no contempla a los facultativos por el intenso recorte que sufrieron"
Para Satse, este incremento retributivo es “insuficiente” debido a que “no conllevará la recuperación de la pérdida de poder adquisitivo experimentada desde el pasado 2010”. Por ello, desde el sindicato enfermero lamentan que tras meses de espera, finalmente se ha concluido en un “compromiso deficiente y escaso”, manifestando que supone “pan para hoy y hambre para mañana”.
Por su parte, el CESM lo considera directamente “una tomadura de pelo”. Al igual que Satse, los sindicatos médicos denuncian que el acuerdo “no contempla compensar a los facultativos por el intenso recorte que sufrieron en su salario base en junio de 2010”. Además, critican que “una parte sustancial de la subida prevista queda al albur del comportamiento de la economía estatal y autonómica”, sabiendo que España “dista de haber sido un alumno disciplinado en los últimos años”.
35 HORAS SEMANALES
Satse insta a que la jornada de 35 horas "sea efectiva lo más pronto posible"; mientras, CESM considera que es "muy cuestionable" su recuperación porque "queda condicionada por la letra pequeña"
Mientras, el pacto también devolvía a las comunidades autónomas la capacidad de negociación colectiva para recuperar, si la economía autonómica lo permite, la jornada semanal de 35 horas semanales en detrimento de la actual de 37,5 horas. Este asunto ha sido valorado por los sindicatos profesionales pero no lo consideran suficiente.
El sindicato de Enfermería lo califica de avance “desilusionante y poco motivador” e insta al Gobierno a que su puesta en práctica “sea efectiva lo más pronto posible en todas las comunidades autónomas”. A su vez, los sindicatos médicos creen que es “muy cuestionable” ya que su puesta en práctica “queda condicionada por la letra pequeña del acuerdo”. Finalmente, reclaman la “derogación de la jornada obligatoria mínima de 37,5 horas semanales” y la “devolución de la capacidad de negociación a los órganos normativos de los servicios de salud”.