Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Cada año alrededor de 18 millones de personas pierden la vida por estas afecciones que abarcan desde trastornos del corazón y vasos sanguíneos a cardiopatías coronarias, reumáticas o patologías cardiovasculares. En España este problema de salud también es la principal causa de muerte en España, supone el 24,30% de todos los fallecimientos de nuestro país, por encima de los tumores, como recoge la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
El estilo de vida actual mantiene a estas enfermedades como una de las grandes pandemias de la sociedad hacia la que la Medicina se ha volcado en los últimos años. La especialidad de Cardiología así como los médicos de Atención Primaria han trabajado durante años en dar respuesta a los casos de insuficiencias cardiacas, infartos, hipertensión o ictus que cada día se diagnostican, y a atender a los pacientes que conviven con estas patologías, para mejorar su pronóstico y calidad de vida.
Un modelo que en los últimos años ha presentado grandes medidas y que incluso se ha convertido en un ejemplo para otras especialidades. Como se expresó en el seminario ‘Entendiendo el cáncer en estadio precoz’, temas como el seguimiento de los cuidados en cardiología con rutas asistenciales para el paciente superviviente de un ataque cardiaco o cardiovascular o para el que tiene una patología crónica, suponen un paradigma de correcta atención que deberían seguirse en abordajes como el del superviviente en cáncer.
Cada vez más unidades (61%) con un cardiólogo como referente de cada equipo de Atención Primaria del área de influencia y una alta mayoría (92%) con teleconsultas entre ambas especialidades
La prevención, la educación y la mejora del abordaje han sido las claves de que en los últimos diez años el modelo de atención cardiaca en España haya vivido importante mejoras. En los últimos años avances como la Estrategia en Salud Cardiovascular del SNS han puesto las bases para combatir los factores de riesgo cardiovasculares. El sistema de atención, además, también ha mejorado con una cobertura completa de redes regionales asistenciales de Unidades de Cardiología y con cada vez más unidades (61%) con un cardiólogo como referente de cada equipo de Atención Primaria del área de influencia y una alta mayoría (92%) con teleconsultas entre ambas especialidades.
Así lo refleja la información aportada por el proyecto RECALCAR, iniciativa de la SEC, que concluye que de 2011 a 2022 se ha producido “una evolución favorable en la última década en recursos, actividad y resultados en determinados procesos cardiovasculares”. Sin embargo, como en todo, siempre existe un margen de mejora para alcanzar una gestión eficiente de atención, con recursos acordes a las situaciones o la necesidad de contar con niveles de atención especializada.
LA ATENCIÓN EN ESPAÑA
La variabilidad de datos dependiendo de la comunidad autónoma es un importante problema sobre el que alertan los expertos. “Existen importantes desigualdades en el sistema nacional de salud, en la dotación de recursos, frecuentación, producción y calidad en la atención al paciente cardiológico”, inciden. Una situación que llega a doblar el riesgo de mortalidad por distintas patologías dependiendo de la región en la que es asistido el paciente.
Hay autonomías en las que hay un déficit en la dotación de camas de cuidados críticos atendidos por cardiólogos. Los expertos también indican: “Los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas y los servicios y unidades de cardiología deben hacer un importante esfuerzo para desarrollar redes asistenciales de UC y regionalizar los servicios”. Son desigualdades que persisten año tras años y que, señalan en el informe los autores, “debería ser un motivo de alarma para las administraciones sanitarias públicas”.
El último informe la dotación de material está por encima a las recomendaciones y sería necesario regularlo y planificarlo de forma más efectiva
En cuanto a las Unidades de Cardiología tras la pandemia continuaron con sus actividades afrontando uno de los mayores problemas de salud y prevalentes que existen. En los últimos años los recursos con los que cuentan han aumentado, algo positivo, pero que se está encontrando con un problema. Según el último informe la dotación de material está por encima a las recomendaciones y sería necesario regularlo y planificarlo de forma más efectiva.
Asimismo, se podrían ajustar los indicadores de hospitalización convencional, aunque, la mediana de 4,7 días es “adecuada”; contar con guardias de presencia física en las unidades con gran actividad y que estas tengan cuidados críticos de niveles 2 y 3 y desarrollar redes asistenciales del área del corazón más allá del código infarto.
Con todo, gran parte de los retos para el futuro inmediato que plantean los expertos para una correcta atención de estas patologías se han alcanzado o están a punto de alcanzar. Incidir en las problemáticas que todavía siguen presentes permitirá mejorar el abordaje de estas patologías que son la quinta causa de baja laboral, una importante fuente de comorbilidad y la principal responsable de fallecimientos en España.