En la situación actual, en la que están surgiendo en diferentes comunidades autónomas conflictos relacionados con la situación laboral y profesional de los MIR, CESM Castilla y León ha decidido en su Comité Ejecutivo, celebrado este martes, la convocatoria de una huelga indefinida a partir del 22 de septiembre.
Según han denunciado en un comunicado, ante la "precaria" situación del colectivo MIR y la degradación de sus condiciones laborales en los últimos meses, CESM dirigió una carta a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, para manifestar "la indignación de este colectivo y la necesidad de una rápida respuesta para dar solución a sus problemas más acuciantes".
A través de esta comunicación, CESM pretendía abrir un cauce de diálogo y negociación, a pesar de que "la Consejería ha incumplido todos los compromisos que suscribió durante la pandemia".
"La Consejera de Sanidad no sólo no ha contestado, sino que ha seguido degradando la situación de este colectivo, denegando más rotaciones externas, lo que ha aumentado la indignación de los residentes que se ven maltratados después de su esfuerzo en momentos tan difíciles", han apostillado.
Se trata de hacer un Servicio de Salud más atractivo para el personal en formación a la vez que se fomenta un sentido de pertenencia que permita una mayor fidelización de estos al terminar su periodo de formación especializada
Por todo ello y ante la falta de respuesta y de diálogo, CESM ha decidido convocar una huelga, que comenzará el próximo 22 de septiembre.
No obstante, CESM ha lamentado tener que acudir a medidas tan "drásticas", pero "la actitud de la consejera de Sanidad no le deja otra salida", y ha advertido de que "probablemente también nos veremos obligados a convocar a la huelga a todos los médicos de Castilla y León en las próximas fechas si no se negocian medidas para mejorar sus condiciones laborales".
"Se trata, en definitiva, de hacer un Servicio de Salud más atractivo para el personal en formación, a la vez que se fomenta un sentido de pertenencia que permita una mayor fidelización de estos al terminar su periodo de formación especializada, situación que ahora mismo no se da porque Castilla y León, a pesar de su alto número de residentes, figura a la cola en la petición de plazas MIR y menos de la mitad de los residentes que han finalizado este año han querido seguir prestando sus servicios en Castilla y León", han concluido.