Los últimos pactos de Gobierno suscritos por el PSOE y diferentes formaciones nacionalistas (BNG, Junts, ERC, Bildu o PNV) para llevar adelante la investidura como presidente de Pedro Sánchez han sacado a la palestra el debate sobre las competencias sanitarias de las CC.AA. En la última semana se ha venido especulando con la posibilidad de que el Ministerio de Sanidad pudiera transferir la gestión de la Formación Sanitaria Especializada a algunas regiones. Una circunstancia que ha generado el rechazo por parte de diferentes asociaciones y colectivos sanitarios, así como de numerosas consejerías autonómicas.
Frente esta posibilidad, el propio ministro de Sanidad, José Miñones, se apresuró este pasado lunes a negar radicalmente tal extremo. "Ante las desinformaciones que han aparecido en los últimos días en ciertos medios de comunicación y la preocupación que se ha despertado en algunos colectivos, desde el Ministerio de Sanidad queremos aclarar que no se tiene previsto transferir la competencia del sistema de Formación Sanitaria Especializada -incluido el MIR- a las CC.AA", remarcó. Una aclaración desde el departamento de Sanidad que ha servido para apaciguar las aguas.
Un modelo centralizado que constituye “un eje fundamental para vertebrar el Sistema Nacional de Salud (SNS), y cuenta con un gran respaldo de la profesión médica
A pesar de todo, la demanda por parte de algunas regiones de las competencias MIR –País Vasco y Cataluña, principalmente- no sería ninguna novedad. En los últimos años han aparecido recurrentemente reivindicaciones de este estilo, con las que determinadas CC.AA. aspiran a poder dirigir sus propias políticas en formación sanitaria especializada. Para sopesar las consecuencias que esto tendría en el Sistema Nacional de Salud (SNS), desde Consalud.es hemos querido conocer la valoración del presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), el Dr. Javier García Alegría, quien se “congratula” de que “el ministro haya desmentido la fragmentación en el sistema MIR”.
AMPLIAMENTE CONSOLIDADO
Las actuales competencias de formación sanitaria especializada están en manos del Ministerio de Sanidad, tratándose de un modelo centralizado que constituye “un eje fundamental para vertebrar el Sistema Nacional de Salud, y cuenta con un gran respaldo de la profesión médica y un reseñable prestigio internacional”. El departamento central es quien se ocupa de gestionar y convocar anualmente las necesidades nacionales de plazas MIR. Algo que supone asegurar “unas condiciones de igualdad para todos los aspirantes, facilita una formación de calidad que se basa en méritos y genera concurrencia competitiva en todo el SNS”, remarca.
Ha significado que los pacientes de todas las CC.AA. “tengan la garantía de que cualquier médico especialista que les atienda es adecuado para la práctica profesional”
Desde la asociación médica, su presidente pone en valor que la estrategia nacional de Formación Sanitaria Especializada “supuso una verdadera revolución a la hora de articular unos criterios uniformes de evaluación para los médicos”, asimismo ha servido de “modelo a seguir por parte de muchos países que lo ven como un ejemplo, así como de otros ámbitos profesionales”. Con todo ello, ha significado que los pacientes de todas las CC.AA. “tengan la garantía de que cualquier médico especialista que les atienda es adecuado para la práctica profesional”, destaca.
En la misma línea, el responsable de Facme, recuerda que “la acreditación, evaluación y elaboración de los programas docentes deben ser responsabilidad del Ministerio de Sanidad” en base a las recomendaciones de las Comisiones Nacionales de la Especialidad, organismo que se ocupa en última instancia de “establecer las bases comunes del régimen laboral y de los aspectos formativos para todo el territorio”. Una labor que sirve para establecer un marco común al que todos los aspirantes pueden acogerse en España, independientemente de su lugar de residencia.
EN POS DE LA COHESIÓN
Por el momento, el ministro de Sanidad ha cerrado la puerta durante el CISNS celebrado este lunes a cualquier posibilidad de que estas competencias pasen a manos autonómicas. Una negativa que ha sido muy bien recibida por el Dr. García, quien advertía que la posible transferencia competencial a las consejerías conllevaría “desigualdades en la formación y una falta de cohesión en los estándares de calidad a lo largo del país. Además, esta descentralización podría debilitar la movilidad de profesionales sanitarios y dificultar la homologación de sus títulos”.
“Si es cierto que algunas formaciones políticas han planteado esto, me gustaría saber qué problemas tratan de resolver y si han medido el impacto que supondría para nuestro sistema de salud"
La Federación de Asociaciones Científico Médicas de España no comprendería que el sistema MIR –y el resto de formación especializada- pudiera dejar de depender de las competencias centralizadas del Estado. “Si es cierto que algunas formaciones políticas han planteado esto, me gustaría saber qué problemas tratan de resolver y si han medido el impacto que supondría para nuestro sistema de salud. Prefiero pensar que esto ha quedado en nada”, se felicita el presidente de FACME, quien se sintió “reconfortado” al escuchar al Ministro de Sanidad “negando esta posibilidad frente a todos los consejeros autonómicos”.
Los profesionales sanitarios españoles son “muy valorados en otros países, donde nos los quitan de las manos”. Una circunstancia que “prueba el prestigio de nuestro sistema formativo en Europa y en el mundo, así como de los profesionales que toman parte en el mismo”. En definitiva, el Dr. Javier García llama a velar por el “sistema generoso” del que disponemos en España y que clasifica a todos los profesionales de manera “equitativa y por orden de méritos” dentro de una “formación cohesionada”.