Investigadores de la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos) han identificado una red de aproximadamente 20microbios que impulsan universalmente la descomposición de la carne animal, ayudando a averiguar de una manera más exacta el tiempo transcurrido desde la muerte de un cuerpo, en otras palabras, la hora de la muerte.
Este estudio, publicado en la revista 'Nature Microbiology' se trata de un trabajo que podría cambiar el futuro de la ciencia forense que partió de una iniciativa de varios años que implicó la descomposición de 36 cadáveres en tres instalaciones antropológicas forenses diferentes: la Universidad de Tennessee, Knoxville; Universidad Estatal Sam Houston; y la Universidad de Colorado Mesa (Estados Unidis). Los cuerpos fueron descompuestos en diferentes climas y durante las cuatro estaciones. Luego, el equipo de investigación recogió muestras de piel y suelo durante los primeros 21 días de cada cuerpo en descomposición.
De esta forma, se generaron una cantidad significativa de información molecular y genómica a partir de las muestras. Luego los investigadores utilizaron esa información para construir una imagen general de la "comunidad microbiana" o microbioma presente en cada sitio. Independientemente del clima o el tipo de suelo, los investigadores encontraron el mismo conjunto de aproximadamente 20 microbios especializados en descomposición en los 36 cuerpos. Es más, esos microbios llegaron como un reloj en ciertos puntos durante el período de observación de 21 días, y los insectos jugaron un papel clave en su llegada.
Esos microbios llegaron como un reloj en ciertos puntos durante el período de observación de 21 días
Identificar la composición constante y el momento del microbioma en descomposición tiene implicaciones importantes para la ciencia forense. Utilizando técnicas de aprendizaje automático y datos del nuevo estudio, así como trabajos anteriores, el equipo de investigadores creó una herramienta que puede predecir con precisión el tiempo transcurrido desde la muerte de un cuerpo, también conocido como intervalo postmortem.
Además de identificar a los descomponedores universales, el equipo de investigación también intentó determinar de dónde procedía esta comunidad microbiana. Si bien no pudieron encontrar los microbios en las bases de datos de microbiomas del suelo ni en los catálogos de microbiomas de la piel y el intestino humanos, sí que encontraron los descomponedores universales en los insectos.
Ante estas evidencias, el equipo tiene la intención de ampliar su investigación en este campo, incluido el estudio potencial de las diferencias en la ecología microbiana de vertebrados grandes y pequeños.