Si resulta preocupante la situación en Atención Primaria en cuanto a la falta de profesionales y falta de relevo generacional por las jubilaciones en todos los centros de salud, esta situación se agudiza en el medio rural, un destino actualmente poco atractivo para los médicos de familia. Una situación que desde SEMERGEN prevén que se agrave en el futuro ya que un porcentaje importante de los profesionales de la Medicina Rural son mayores de 60 años y se irán jubilando en los próximos años sin que el relevo esté claramente garantizado.
Así lo manifiesta en declaraciones a ConSalud.es Manolo Jiménez de la Cruz, vocal de la junta directiva de SEMERGEN y quien ejerció como médico rural durante 25 años, tiempo que recuerda como la etapa más feliz de su vida. El Dr. Jiménez apunta que “la mayor dificultad para los médicos en el medio rural es la falta de recursos para ejercer la medicina en los consultorios locales y en los pueblos pequeños donde prácticamente no hay infraestructuras diagnósticas”. Añade que otra de las dificultades es el envejecimiento de la población, en muchos casos “pacientes crónicos que requieren una atención constante”.
“La medicina rural es la plenitud de lo que significa ser médico”
Aunque el médico rural no suele tener cupo sobrecargados de 1.800 ó 2.000 pacientes como ocurre en los núcleos urbanos, “la carga de enfermedad crónica del perfil de paciente del medio rural unido a la dispersión geográfica, supone en ocasiones un disconfort, pero también un reto para los profesionales”, apunta Jiménez.
En muchas ocasiones un mismo médico tiene que atender a pacientes en tres poblaciones distintas con una separación de 20 km de una a otra. “Las condiciones geográficas y laborales del médico las lleva muchas veces en soledad, teniendo que realizar funciones y tareas que deberían asumir otros roles como el de un administrativo o una enfermera”. Todo ello, señala, dificulta que el trabajo del médico rural sea más atractivo.
“La medicina rural es la plenitud de lo que significa ser médico”, asevera el representante de SEMERGEN. “Ser médico rural significa estar capacitado para resolver y abordar cualquier situación. En la medicina rural el médico tiene que ser pleno, pluripotencial y capaz de resolver cualquier situación, lo que para muchos médicos vocacionales es un elemento estimulador”, añade.
El 10% de los médicos rurales no tienen la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria
Jiménez defiende que “los médicos mejor formados deberían ir al medio rural”. Es una ámbito que necesita a aquellos profesionales con mejores habilidades y mayor destreza, puesto que se tienen que enfrentar a cualquier situación: desde un parto, pasando por una fractura, un infarto, un ictus, una patología de un bebé o de un señor de 95 años. Por eso defiende: “Este trabajo requiere profesionales muy bien formados”.
Y esto no siempre es así. “Debido a la falta de incentivos muchos profesionales del medio rural ni siquiera tienen terminada la especialidad de Medicina de Familia”, apunta el Dr. Jiménez. Apunta que un estudio reciente de la organización médica colegial revela que casi el 10% de los profesionales que ejercen en el medio rural no tienen la especialidad de MFyC, y “trabajan en el ambiente en el que se encuentran más solos y desamparados para atender una patología”.
Actualmente gran parte del tiempo de formación de un médico de familia se realiza en el ámbito hospitalario y esto “hace que se esté acostumbrado a trabajar en un ámbito muy protegido y protocolario y con muchos medios diagnósticos alrededor”, señala Jiménez. Lo cual “no parece ser una formación muy completa para luego acabar ejerciendo en un pueblo con el hospital más cercano a 70 km y en la que tienes que resolver situaciones de urgencia tú solo y únicamente con el instrumental que tengas en la maleta”. Reclama que en la formación debería dedicarse más tiempo a que el profesional estuviera en la consulta de atención primaria, incluso en el ámbito rural para ver cómo es allí el ejercicio de la medicina.
“Tener los mismos salarios y tener que asumir los costes de desplazamiento hace que la medicina rural sea menos atractiva”
Las condiciones laborales tampoco son un reclamo para atraer profesionales al medio rural. “Muchas veces los salarios son los mismos y además tienen que asumir los costes de desplazamientos entre localidades. Esto termina haciendo que la medicina rural no sea en este momento un lugar de trabajo atractivo para los médicos de familia”, expone Jiménez.
Las nuevas tecnologías pueden ayudar a superar la situación que vive el medio rural gracias al avance de la telemedicina que, para Jiménez, “sería deseable que llegara a todos los lugares con la población más dispersa, incluido el último pueblo de Castilla y León”.
EL RETO DE HACER ATRACTIVO EL MEDIO RURAL
Aunque en el medio rural se dispongan de pocos medios “se puede ejercer la medicina y de hecho se ejerce muy bien pero hay que tener la habilidad y el conocimiento”, destaca el Dr. Jiménez. Señala que el reto fundamental que tiene la medicina rural es encontrar médicos que quieran ir a los pueblos. “En España tenemos una formación MIR excelente de la que salen profesionales muy bien formados, pero al final esa falta de atractivo del medio rural hace que nuestros pueblos se vean atendidos por médicos extracomunitarios de los que, a veces, tenemos dudosa garantía de cómo ha sido su formación o de su capacidad de atender en las condiciones del medio rural”.
Para lograr abordar el reto fundamental de conseguir que los médicos quieran ir al ámbito rural y lo tomen como un destino atractivo, apunta Jiménez, “es necesario que las administraciones sanitariashagan una discriminación positiva, donde se vean incentivos de todo tipo para que el medio rural resulte un lugar atractivo para el médico”.
Precisamente este reto se abordará los próximos días 5 y 6 de abril en el IV Congreso de Medicina Rural de SEMERGEN en Úbeda, Jaén. Un encuentro para reflexionar sobre el futuro de la Medicina Rural, destacando los elementos diferenciadores y su importancia en el Sistema Sanitario. El objetivo del Congreso será también acercar la formación y mejorar las competencias de los profesionales que trabajan en el medio rural, adaptándola a sus particulares condiciones de trabajo.