Los expertos inciden en las medidas sostenibles para frenar el cambio climático desde la Sanidad

El impacto del cambio climático en la salud es cada vez mayor. Los profesionales sanitarios y gestores llaman a la promoción de prácticas sostenibles en los hospitales y centros de salud.

Dispositivo de polvo seco (Foto. GSK)
3 octubre 2023 | 00:00 h

El cambio climático es uno de los grandes desafíos del siglo XXI al que todos los sectores buscan hacer frente. Conceptos como la sostenibilidad medioambiental constituyen el eje de las políticas, planes y estrategias en las que actualmente se trabajan desde diferentes ámbitos, incluido el sanitario. Hospitales y centros de salud están poniendo en marcha distintas medidas con las que reducir su huella energética y climática.

Como destacaron diferentes profesionales sanitarios el pasado mes de septiembre en la Jornada SígueME, celebrada por la Sociedad Catalana de Médicos Generales y de Familia (SEMG Cataluña), existen muchas actuaciones con las que contribuir a mitigar los efectos del cambio climático en la salud de la población, así como participar en la lucha frente a este fenómeno: desde pacientes concienciados sobre el cambio climático y cómo protegerse, hasta prácticas sostenibles en los entornos de atención sanitaria como la reducción del consumo de energía y agua o la prescripción de productos más sostenibles para el medio ambiente.

La prescripción de fármacos es una de las causas que más contribuyen a la huella de carbono generada por los sistemas sanitarios

En este campo, destacan los últimos avances en administración de aerosoles con la llegada al mercado de los inhaladores de polvo seco, sobre los cuales se ha publicado una extensa literatura científica que defiende su uso. No en vano, como indica el Programa de Salud Planetaria de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la prescripción de fármacos es una de las causas que más contribuyen a la huella de carbono generada por los sistemas sanitarios. Una emisión que convierte al sector salud en el quinto país mundial que más contamina.

EL VALOR DE LOS INHALADORES DE POLVO SECO

La huella de carbono de los inhaladores de polvo seco (DPI, por sus siglas en inglés dry powder inhalers) es de 10 a 30 veces más reducida que los presurizados (pMDI por sus siglas en inglés  pressurized metered dose inhaler), los que más se utilizan actualmente. Solo en España, los presurizados representan el 52% de los sistemas de inhalación prescritos en el Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que se traduce en 400.000 toneladas de CO2 a los doce meses de su uso.

Diferentes estudios han demostrado que el uso de DPI supondría reducir entre un 95 y 98% de huella de carbono por cada inhalador. De hecho, se estima que por cada 10% de inhaladores pMDI cambiados a sistemas DPI, se podría evitar cada año la emisión de 58 kilotones de dióxido de carbono solo en Inglaterra.

En España todavía el 52% de los inhaladores utilizados son en formato presurizado, frente al 13% en países como Suecia

Por otra parte, investigadores suecos señalaron en un estudio publicado en Thorax que un pMDI genera una huella de carbono hasta 246 veces superior en fase de reciclaje. En concreto, los datos revelan que, en esta fase (‘end of life’) suponen 7,38 kg netos de CO2, mientras que su comparador en polvo seco apenas causa 30 gramos.

La emisión de gases producida por estos sistemas de medicación contribuye al incremento del cambio climático que tiene un importante impacto en la salud. Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 2030 a 2050 unas 250 mil personas fallecerán por su causa con patologías como la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico. Los costes directos en la salud se duplicarán a su vez en los próximos años debido a las patologías emergentes y el empeoramiento de los pacientes con patologías crónicas, principalmente respiratorias y cardiovasculares.

En España, a través del Sistema Nacional de Salud (SNS), la regulación normativa hace posible cambiar un inhalador presurizado de dosis medida por uno de polvo seco sin coste adicional, dado que presentan el mismo precio. Con todo, nuestro país tiene todavía un importante camino por recorrer en la implementación de esta medida sostenible. Todavía el 52% de los inhaladores utilizados son en formato presurizado, frente al 13% en países como Suecia, donde solo se utilizan como medicación de rescate.

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