La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció el pasado viernes la aplicación de medidas de control de pasajeros provenientes de China y con destino a nuestro país. En concreto, desde el pasado sábado se exige a cualquier ciudadano procedente del país asiático que entre en las fronteras españolas la presentación de una prueba PCR negativa y la vacunación con cualquiera de las vacunas fijadas en la 'Estrategia de vacunación frente a Covid-19 en España'. En esta línea, el Consejo General de Médicos (CGCOM) considera que la entrada de ciudadanos provenientes de China debe contar con "la doble condición" de prueba PCR negativa y certificado de vacunación Covid-19 de la Unión Europea (UE).
De este modo, tal y como se publicó en el Boletín Oficial del Estado del pasado sábado, en caso de no tener un Certificado Covid-19 digital de la UE o equivalente, los pasajeros deberán disponer de un certificado de prueba diagnóstica de infección activa con resultado negativo perteneciente a alguno de los siguientes tipos: PCR, cuya muestra haya sido obtenida dentro de las setenta y dos horas anteriores a la salida, o test de detección de antígenos, cuya muestra haya sido obtenida dentro de las veinticuatro horas anteriores a la salida.
Desde el Gobierno también se ha puesto en marcha una vigilancia activa y la secuenciación de muestras para analizar la aparición de variantes; así como el estímulo a la vacunación contra el Covid-19 en la población española -particularmente en los grupos concierto retraso en la revacunación-.
COORDINACIÓN, INFORMACIÓN Y CAUTELA
Por otro lado, según los médicos, la coordinación entre autoridades sanitarias central y autonómicas es "esencial". "Debe evitarse que esta situación sea motivo para una nueva controversia política: el Sistema Nacional de Salud tiene un marco institucional y organizativo para tomas decisiones cuyo núcleo, el Consejo Interterritorial, debería asumir el protagonismo y una voz única en este escenario", sentencian desde la organización colegial.
Existe inquietud por la situación en China: tantos casos en una población con un bajo nivel de inmunidad anticipa una morbimortalidad "que puede ser dramática, así como un desbordamiento de sus recursos asistenciales"
Tal y como recuerdan desde el CGCOM, los expertos avalan la cautela, aunque no la alarma, ya que en Europa y particularmente en España la inmunización por vacunación o por haber padecido la enfermedad crea una protección que haría prácticamente imposible repetir la experiencia dañina de la primera ola. No obstante, existe inquietud por la situación en China: tantos casos en una población con un bajo nivel de inmunidad anticipa una morbimortalidad "que puede ser dramática, así como un desbordamiento de sus recursos asistenciales", afirman desde el CGCOM.
Desde el Consejo General de Médicos consideran la situación de explosión de casos en China supone también dar oportunidades al Covid-19 para generar nuevas variantes o sub-variantes que puedan extenderse a nivel mundial. Consideran que lo previsible es que las mutaciones de los virus aumenten su contagiosidad, pero reduzcan su gravedad y letalidad; no obstante, los principios de preparación y prudencia obliga a tomar medidas para anticipar una posible nueva ola.
Desde el CGCOM se ha realizado una llamada a que se mantenga el uso de mascarillas, aunque no sea obligatorio, en una serie de situaciones, para que la población con mayor riesgo se proteja, y para que todos colaboren para proteger a los más frágiles
"A dichos efectos, es importante que la Organización Mundial de la Salud, como autoridad sanitaria internacional, tenga la capacidad y el poder para desarrollar su función de vigilancia epidemiológica global, y monitorice la evolución de la pandemia en China. También la UE debería coordinar las medidas de vigilancia activa para controlar la posible expansión de la Covid-19", reclaman desde la organización colegial.
Recientemente, desde el CGCOM se ha realizado una llamada a que se mantenga el uso de mascarillas, aunque no sea obligatorio, en una serie de situaciones, para que la población con mayor riesgo se proteja, y para que todos colaboren para proteger a los más frágiles. Estos hábitos de higiene respiratoria y microbiológica pueden acabar siendo muy útiles para modular la extensión de las enfermedades virales respiratorias, lo cual es fundamental en una situación de saturación de los servicios sanitarios.