La situación actual de la Atención Primaria dista mucho de ser la ideal en España, y así lo demuestran las cifras: en las últimas tres convocatorias MIR (médico interno residente), han quedado sin cubrir un total de 470 plazas de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria -y eso sin contar las renuncias o abandonos posteriores-, que además han ido in crescendo con el paso de los años: 93 en 2022, 131 en 2023 y 246 en 2024. Sin embargo, dentro de este panorama tan negativo a nivel general en el conjunto del territorio nacional, las previsiones de futuro varían considerablemente dependiendo de la comunidad autónoma.
Así lo indica el último informe publicado por Vicente Matas, del Sindicato Médico de Granada (SIMEG), que ha analizado las diferencias entre el número de MIR que terminan su formación en Medicina Familiar y Comunitaria entre los años 2023 y 2028 y el de médicos de familia de más de 60 años que conformaban las plantillas del Sistema Nacional de Salud el año pasado, y que para 2028 estarán ya en edad de jubilación. Estos últimos son 17.180, el 27,8% del total de 61.700 especialistas que trabajan en la sanidad pública -cerca de 73.300 si se cuentan también los de la privada-, mientras que entre 2023 y 2028 pueden terminar, como máximo, 13.288 nuevos médicos de familia, que Vicente Matas estima que finalmente serán 12.371 en base a la tendencia de renuncias de plaza de los últimos años en nuestro país.
De esta manera, indica el informe, que se basa a su vez en el de ‘Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2023-2035’, publicado por el propio Ministerio de Sanidad, España vivirá dentro de cuatro años un déficit de especialistas en Medicina de Familia del -28%. Harían falta 4.808 médicos extra para cubrir las plantillas de los que se van a jubilar, y la situación más crítica se vivirá en Ceuta y Melilla: aunque todos los que se están formando actualmente en las dos ciudades s autónomas del norte de África decidiesen quedarse a trabajar allí al terminar su residencia de Medicina Familiar y Comunitaria, quedarían sin ocupar 39 de las plazas que pueden quedar libres por jubilación en los próximos años, esto es, el -54,1%.
Ceuta y Melilla, Galicia y Castilla-La Mancha son las regiones que van a vivir un mayor déficit de médicos de familia
Ya en la península, Galicia es la comunidad autónoma que presenta peores previsiones. En ella habría un déficit de 618 profesionales, el -43,7%, puesto que en su plantilla de médicos de familia hay actualmente 1.415 que tienen 60 o más años, mientras que pueden terminar como máximo 856 nuevos especialistas (que, corregidos con el 6,9% de posibles abandonos, se quedan en 797). Después van Castilla-La Mancha, con 362 plazas estimadas sin cubrir (41,2%); Cataluña, con 1.205 (38,6%); Castilla y León, con 472 (36,2%); y Aragón, con 214 (35,5%).
En el lado contrario, Baleares es la única comunidad autónoma con un superávit “aparente” de especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria dentro de cuatro años: nueve, el 2,8%, ya que Vicente Matas calcula que allí se formarán entre 2023 y 2028 340 nuevos especialistas, más que los 331 que trabajan en su sistema público y que tienen 60 años o más. Para los siguientes puestos del ranking de “mejores” resultados nos tenemos que ir hacia el norte de España, concretamente a La Rioja y a Cantabria: en la primera, el déficit de especialistas en Medicina de Familia sería de solo una plaza (-0,7%), mientras que en la segunda subiría a quince (-6,9%).
CAMBIOS EN EL FUTURO
Como demuestran las cifras del informe del Sindicato Médico de Granada, España está viviendo, y lo seguirá haciendo durante los próximos años, un récord en el número de jubilaciones de médicos. Son todos los que se formaron durante los años 80, cuando la carrera de Medicina se puso en auge, y que ahora ya empiezan a pensar en el retiro laboral. Así, aunque no hay datos de edad concretos, y la edad de jubilación es variable (entre los 63 y los 70 años), cada año se podrían jubilar de media alrededor de 2.863 médicos de familia, cifra que a partir de 2029 bajaría hasta los 1.671 anuales.
A partir de la próxima década, pasaremos de déficit a superávit en casi todas las comunidades autónomas
Será entonces cuando, además, comiencen a notarse los efectos del importante incremento de plazas en las facultades de Medicina -así como de la apertura de nuevas facultades- que se ha venido produciendo en los últimos años. Todo esto llevará a una situación radicalmente opuesta en la próxima década: si entre 2023 y 2028 va a haber un déficit del -28% en el número de médicos de familia, entre 2029 y 2038 habrá, en cambio, un superávit del 39,7%.
Son 6.635 nuevos especialistas que no tendrían acomodo en el Sistema Nacional de Salud, resultado de la resta entre los 23.349 que terminarán su formación en Medicina Familiar y Comunitaria en este periodo y los 16.714 médicos de familia que tienen actualmente entre 50 y 59 años, y que para entonces estarán en edad de jubilación. Ceuta y Melilla (151,1%), La Rioja (116,9%) y Galicia (113,3%) pasarían a ser las que tendrían mayor exceso de médicos, mientras que Cataluña sería la única aún en déficit, con un -17,8% (les harían falta todavía 742 médicos para cubrir las plazas de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, si bien también hay que tener en cuenta las particularidades de su sistema público-privado).