Los médicos de Urgencias piden al Gobierno un "Pacto de Estado por la Sanidad Pública". Ha sido la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) quien se ha dirigido al Ejecutivo de Pedro Sánchez para solicitar este pacto tras analizar la "crítica situación" que atraviesa el Sistema Nacional de Salud.
La sociedad que representa a los más de 25.000 urgenciólogos españoles reclama un "tratado basado en el espíritu de consenso y en el compromiso social, garante de la sanidad pública de calidad, segura y universal que pueda asegurar la permanencia del Estado de Bienestar, no solo para todos los ciudadanos y ciudadanas de hoy, sino también para las generaciones futuras. Asimismo, han condenando el "uso partidista o utilización del sistema sanitario en beneficio propio o por intereses basados en mantener cuotas de poder".
Semes ha aprovechado para expresar "su respeto y solidaridad" hacia todos los sanitarios, en especial hacia los médicos de familia, profesionales "dedicados a un ámbito sanitario tan importante como el de la Atención Primaria", incluyendo los centros de atención continuada, también conocidos como urgencias extrahospitalarias.
Los médicos de Urgencias recuerdan que la falta de médicos y enfermeras que ya vive el SNS no va a hacer más que empeorar con las jubilaciones y la fuga de talentos a otros países debido a las muy mejorables condiciones laborales y a la falta de atractivo de algunas especialidades, principalmente Medicina Familiar y Comunitaria, que dejó 93 plazas vacías en los últimos actos de adjudicación de plaza MIR. Además, el no reconocimiento de especialidades como la de Urgencias y Emergencias, favorece que los médicos con vocación de dedicarse a esta rama, emigren a otros países.
Se permite una "dinámica perversa de mal uso de recursos públicos, invirtiendo en la formación de médicos que van a acabar trabajando en otros países o en campos para los que no se han formado debidamente"
"España es una anomalía europea e internacional y todavía no tiene reconocida la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias (solo la tiene en el ámbito militar), por lo que los estudiantes que quieran ejercer en este ámbito o emigran o se ven forzados a estudiar otra especialidad (principalmente, Medicina de Familia) que nunca van a ejercer", denuncia Semes.
De este modo, se permite una "dinámica perversa de mal uso de recursos públicos, invirtiendo en la formación de médicos que van a acabar trabajando en otros países o en campos para los que no se han formado debidamente. Esto contribuye a la "inflación de médicos de familia", pues muchos cursan la especialidad "obligados y sin intención de ejercerla, aumentando con ello el déficit actual de médicos para los centros de salud".
"Esta deficiente gestión de recursos humanos, junto a una insuficiente financiación, pone en evidencia la necesidad de afrontar reformas estructurales del Sistema Nacional de Salud, que ordenen y regulen debidamente tanto los servicios de atención primaria como los servicios de urgencias y emergencias, los dos puntales fundamentales de la sanidad de nuestro país, antes de que sea demasiado tarde para todos", concluye Semes.