Con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra este viernes 4 de marzo, la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) ha aprovechado para recordar que más de 800 millones de personas en el mundo viven con obesidad. Las consecuencias médicas de esta enfermedad costarán más de un billón de dólares en el año 2025 y además, la obesidad infantil podría aumentar en un 60% en la próxima década. Además, insisten en que las personas con obesidad tienen el doble de probabilidades de ser hospitalizados si tienen Covid-19.
A mediados de 2020, la SEEDO realizó una encuesta poblacional que revelaba que prácticamente la mitad de los españoles habían experimentado un aumento de peso a raíz del confinamiento. Ahora, la Sociedad ha vuelto a realizar una encuesta con el objetivo de incidir en las "cifras alarmantes de sobrepeso y obesidad en nuestro país, y concienciar a la sociedad sobre las graves consecuencias que tiene la obesidad sobre la salud de las personas, destacando la necesidad de establecer estrategias, como fomentar y facilitar la práctica de ejercicio físico, para poder combatir esta enfermedad crónica".
El tamaño de la muestra de esta encuesta ha sido de un millar de personas, en representación de la población española mayor de 18 años. La metodología seguida, explica la SEEDO, ha sido similar, aunque ahora las entrevistas han sido online (más fiable, según los investigadores) a diferencia de la anterior, que fue telefónica.
Tras evaluar los datos relacionados con el peso e Índice de Masa Corporal (IMC), los hábitos, la actividad y el ejercicio físico de los participantes, se pueden extraer diferentes conclusiones. La presidenta de la SEEDO, la Dra. María del Mar Malagón, informa que "en línea con la encuesta previa, se confirma que las tasas de preobesidad (sobrepeso) y obesidad, siguen siendo alarmantes en España, afectando ya a más de la mitad de la población".
A un 70,9% de los encuestados les gustaría estar más delgados, siendo las mujeres las que más a menudo declaran haber intentado perder peso en algún momento de su vida
La encuesta revela que el 53.8% de los entrevistados padecían exceso de peso (un 36,6% con sobrepeso y un 17,2% con obesidad). “Son datos que se asemejan a los arrojados por el estudio ENPE de 2020, pero que difieren en algo sobre la última encuesta europea de salud en España 2020 y que evidencian un significativo aumento respecto a la encuesta SEEDO de 2020”, explica el Dr. Albert Lecube, vicepresidente de SEEDO.
"Y es que la pandemia y el cambio de hábitos de vida se refleja en un incremento del número de personas obesas en comparación con la encuesta de hace dos años", asegura la SEEDO. “La implantación del teletrabajo, más horas sentados delante del ordenador y cerca de la cocina, el estrés, las limitaciones para acudir a los centros deportivos por las restricciones Covid y el miedo a salir a la calle en las personas de mayor edad han contribuido, sin duda, a que en la actualidad más de la mitad de nuestra población deba preocuparse por las consecuencias negativas para su salud que ocasiona el exceso de peso”, apunta el Dr. Lecube. En esta línea, el IMC medio de los encuestados se sitúa en 25.97, una cifra que es más baja en las mujeres y jóvenes.
La encuesta también arroja valoraciones subjetivas de interés. En esa línea, César Bustos, vocal de la Junta Directiva de SEEDO y CEO de No Hay Excusas (NHE), subraya que “más de la mitad de los encuestados considera que tiene exceso de peso, siendo la franja de edad a partir de los 35 años, donde la percepción de este hecho se ve más definida”. Además, a un 70,9% de los encuestados les gustaría estar más delgados, siendo las mujeres las que más a menudo declaran haber intentado perder peso en algún momento de su vida.
El 42,6% de los encuestados reconoce no hacer ningún tipo de ejercicio físico o dedicarle menos de una hora a la semana
La Dra. Malagón recuerda que "el sobrepeso y la obesidad se asocian a una menor actividad física y menor ejercicio físico en relación a lo que se observa en la población general". Atendiendo a las causas que notifican os encuestados, las tres principales se relacionan con los hábitos de ejercicio, de alimentación y de gestión emocional o personal. "Se evidencia un marcado y extendido sedentarismo y se señala a la falta de ejercicio como la principal causa de exceso ponderal", apostilla Bustos. El 42,6% de los encuestados reconoce no hacer ningún tipo de ejercicio físico o dedicarle menos de una hora a la semana. Al hilo, un 47,2% notifica pasar entre una y cinco horas diarias sentados, tumbados o inactivos (sin contar las horas de sueño). Solo un 22,7% declara realizar diariamente más de 7.000 pasos y apenas el 11% asegura subir, al menos, cinco pisos o tramos de escaleras diarios.
Con todo, pese a los alarmantes datos, aún hay "motivos para la esperanza, puesto que se advierte un interés por aumentar el tiempo que se dedica al ejercicio físico". De la población sedentaria, el 80,7% reconoce que le podría dedicar al menos 15 minutos al día, cuatro o cinco días por semana; y casi el 94,9% de los jóvenes encuestados aseguran que podrían dedicar más de una hora semanal al ejercicio, siendo el grupo poblacional más dispuesto a ello. Pero no lo hacen, principalmente porque "no les gusta hacer ejercicio y, entre los más jóvenes, la principal razón para no hacer ejercicio es el alto precio de los centros deportivos", explica la Dra. Azriel. Por este motivo, "la solución parece relativamente sencilla: hagamos este hábito más atractivo y barato. Debemos buscar actividades más motivantes, y adaptadas a las diferentes edades y condiciones de peso, así como trabajar sobre las falsas creencias alrededor del ejercicio físico”.
SEEDO también confirma en esta encuesta el "estigma social de la obesidad que sigue acompañando a las personas que viven con esta enfermedad". Y es que "prácticamente la mitad de las personas que creen que tienen exceso de peso se han sentido acomplejadas por ello, siendo ellas las que más lo sienten así.