Según un estudio del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial, las agresiones a profesionales sanitarios aumentaron un 37% en el año 2016, hasta situarse en 495.
Una subida que también se registró en el año 2015, mientras que los años anteriores –desde 2009 que se creó el Observatorio y se comenzaron a realizar los registros- la tendencia en el número de agresiones había sido a la baja.
En total, desde que se comenzó a contabilizar este indeseable fenómeno se han registrado 2.914 agresiones –sin contar las del año 2017 de las que aún no se conoce la cifra oficial- y a las que hay que sumar un último episodio ocurrido en el Centro de Salud del municipio Villa de Mazo (La Palma, Canarias).
El suceso tuvo lugar el pasado miércoles 24 de enero, cuando, según contó el Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, un médico fue abofeteado por un paciente que, sin previo aviso, irrumpió en su consulta y le exigió unos papeles al tiempo que “le propinó un fuerte golpe con la mano abierta en la parte izquierda de la cara”.
El propio facultativo presentó la denuncia correspondiente ante la Guardia Civil, mientras que el Colegio de Médicos apeló a la “concienciación social” de la ciudadanía para que rechace este tipo de comportamientos violentos hacia un colectivo “cuya labor es fundamental”.
Pese a los esfuerzos que se están llevando a cabo desde todos los ámbitos, según los registros de los últimos años, las agresiones continúan aumentando
Una concienciación en la que en los últimos años se está trabajando cada vez más desde todos los ámbitos. Tanto colegios de médicos, como sindicatos, gobiernos regionales y la Administración Central están dando cuenta del problema y proponiendo medidas para combatirlo.
Así, el Ministerio del Interior aprobó el pasado mes de julio el protocolo sobre medidas policiales a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud, con el fin de establecer un procedimiento de actuación común para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante cualquier tipo de agresión o manifestación de violencia e intimidación dirigida a médicos y profesionales de la salud.
En este sentido, según la Organización Médica Colegial (OMC), el mayor logro en la lucha contra las agresiones se produjo en 2015, cuando entró en vigor la Ley Orgánica del Código Penal que contempla las agresiones a sanitarios como delito de atentado contra la autoridad para médicos funcionarios con penas de hasta cuatro años de cárcel.
Pese a estos avances, tal y como recordábamos antes, las agresiones han venido aumentando los últimos años y, por ello, todos los colectivos implicados y la sociedad en general continúan barajando soluciones para atajar esta lacra.