La Plataforma Cronicidad: Horizonte 2025 (CH2025), ha organizado una nueva sesión de sus 'Diálogos CH2025' para reflexionar sobre el decálogo 'Desafíos Post Covid en la atención al paciente crónico'. Se trata de un documento presentado recientemente por CH2025 - la "principal entidad multidisciplinar de sensibilización sobre la problemática de la cronicidad en España" -, cuyo propósito es "definir las medidas que se deben adoptar para recuperar la normalidad asistencial tras la crisis causada por la Covid-19 e impulsar una transformación estratégica que mejore la gestión y el abordaje de la cronicidad".
En este diálogo, celebrado de manera virtual y moderado por la vicepresidenta tercera de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), la Dra. Ana Arroyo, han participado el director de la Escuela de Salud de Pacientes y Cuidadores del Hospital Sant Joan de Déu, el Dr. Carles Blay, junto con el vicerrector de la Universidad Miguel Hernández de Elche y coordinador del Comité Científico de la Estrategia de Cronicidad, el Dr. Domingo Orozco.
Tal y como informa CH2025 en nota de prensa, los tres expertos han coincidido en "considerar que la reforma de la Atención Primaria, el desarrollo tecnológico y la puesta en marcha de modelos innovadores de educación en salud que promuevan de forma efectiva la prevención y el autocuidado son elementos cruciales para mejorar la asistencia a los pacientes crónicos".
En palabras del Dr. Carles Blay, "velar por que la información entre los profesionales y entre estos y los pacientes fluya de manera adecuada. No podemos pensar en un nuevo modelo de atención a la cronicidad proyectado hacia el futuro sin tener en cuenta los elementos tecnológicos. El avance tecnológico está en el Top 3 de las palancas de progreso en la asistencia a los pacientes crónicos".
La Dra. Ana Arroyo ha añadido que el avance supondría potenciar las competencias de los profesionales, definir bien los roles e "incorporar otros actores"
Asimismo, ha insistido en que "cada paciente crónico pasa cada año por una media de entre siete y 14 profesionales distintos que toman decisiones importantes sobre su salud, y el 60% de las situaciones críticas que viven estos enfermos las resuelven profesionales que no son su figura de referencia, porque muchas de ellas suceden fuera de sus horas de actividad". Por esta razón, es clave la implantación de estrategias tecnológicas innovadoras que faciliten y optimicen el intercambio de información y de datos esenciales.
Y es que para el Dr. Blay, es necesario "repensar los sistemas de información y comunicación, contanto con la complicidad de los pacientes y buscando una posición más comprometida y proactiva", para mejorar "la capacidad de generar indicadores fiables y comparables que permitan garantizar la equidad" en todo el territorio. “Las innovaciones tecnológicas promueven la salud de las personas, mejoran la calidad de la atención y los resultados en salud”, ha subrayado el experto. Por su parte, el Dr. Orozco ha coincidido en que esta inversión tecnológica es "totalmente eficiente".
Por su parte, la Dra. Ana Arroyo ha añadido que el avance supondría potenciar las competencias de los profesionales, definir bien los roles e "incorporar otros actores". Todo ello, permitiría una verdadera atención integral y multidisciplinar de las enfermedades crónicas, un barco en el que están "médicos, personal de enfermería, trabajadores sociales, farmacéuticos" y demás profesionales.
En este sentido, durante el encuentro virtual los expertos han insistido en la relevancia de incorporar la atención social al catálogo de prestaciones del SNS como parte del cuidado y tratamiento de las enfermedades crónicas, teniendo en cuenta que “muchas veces las necesidades sociales condicionan los resultados sanitarios”, al influir en cuestiones como la adherencia a los tratamientos, especialmente en el caso de los pacientes polimedicados, ha recordado el Dr. Orozco.
"Ningún sistema sanitario podrá ser sostenible si no consigue que los pacientes sean capaces de cuidarse a sí mismos"
Respecto al paciente con patología crónica, el Dr. Blay ha apuntado que la OMS ya ha puesto de manifiesto que "ningún sistema sanitario podrá ser sostenible si no consigue que los pacientes sean capaces de cuidarse a sí mismos". "En los últimos años no se han incorporado grandes modelos de innovación para mejorar la efectividad de la educación sanitaria. Tampoco se han producido grandes cambios en los modelos de toma de decisiones, la mayoría de los cuales siguen basándose en enfoques paternalistas. En esto queda mucho margen de mejora y alguien tiene que liderar la puesta al día de la educación para la salud en pro del empoderamiento de los pacientes", ha apostillado Blay.
Para la Dra. Arroyo, la Atención Primaria “debe reinventarse”, y también contar “con más recursos humanos y materiales”. Del mismo modo, ha recalcado que el abordaje de la cronicidad requiere “un presupuesto propio que no puede desligarse de la Atención Primaria”, un nuevo sistema de financiación que no esté basado en la actividad o el gasto histórico de los centros, sino que priorice “las necesidades reales de las personas y las cargas derivadas de la enfermedad”.
En esta línea, el Dr. Orozco ha destacado que la Atención Primaria en España se asienta “en un modelo estructural robusto, probablemente uno de los mejores del mundo, y cuenta con profesionales capacitados y bien formados, pero la gestión y los recursos actuales no son acordes a las necesidades que existen hoy en día”. Por ello, cree que este nivel asistencial es el que precisa “una reforma, que debe ser consensuada y profunda, principalmente en relación con los procesos de gestión”, aunque también ha considerado fundamental que disponga de una mayor inversión.
En línea con los retos recogidos en el decálogo de la plataforma, ha explicado que otro de los desafíos que se plantean a la hora de garantizar una correcta asistencia a las personas con enfermedades crónicas es mejorar la relación entre la Atención Primaria y la Hospitalaria. “Estos pacientes no son de un solo médico, necesitan de un trabajo en equipo, y eso exige una buena coordinación y comunicación”, ha concluido.