En el último Foro de la Profesión Médica (FPME), el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) estuvo representado por Antonio Pujol de Castro como presidente, Ángel Benegas como presidente electo y por Daniel Lozano como vicepresidente de Organización Territorial, siendo éste el primer acto de presentación oficial de Ángel Benegas como el próximo presidente del Consejo, quién tomará plena posesión del cargo a partir de la próxima asamblea general que será celebrada, de forma telemática, del 13 al 17 del próximo mes de octubre.
Con anterioridad, Ángel desempeñó el cargo de co-coordinador de la comisión de Bioética y Ética Médica junto con Eva González, actual vicepresidenta de asuntos formativos del CEEM, y ha sido adjunto de secretaría durante un año.
Será en la próxima Asamblea General donde las delegaciones de estudiantes de las Facultades de Medicina de España elegirán quienes serán los nuevos cargos que acompañarán a Ángel Benegas en su etapa como presidente del CEEM.
¿Cómo recibe su nombramiento como presidente del CEEM? ¿Qué supone para usted?
Recibo el nombramiento como presidente del Consejo con mucha ilusión y motivación. Me supone, a nivel personal, un crecimiento muy importante ya que la decisión no fue nada fácil. Es el momento de crecer, de intentar cambiar aquello con lo que los estudiantes de medicina venimos luchando.
¿Qué retos cree que tiene por delante su directiva para este curso?
Respecto a los retos que creo que puedo tener no creo que sean pocos. Seguimos inmersos en una pandemia y todo lo que ha cambiado la forma de ver la docencia, la profesión y entender todo ello, ya supone un reto.
Cuando el resto del equipo de oficiales sea nombrado y estemos ya en plenos poderes de actuación, trabajaremos en aquellos retos/objetivos que la Asamblea General, que es nuestro máximo órgano de decisión, haya decidido que debemos seguir. No me cabe la menor duda de que será un año con muchísimas novedades, cambios sustanciales en la enseñanza del grado en Medicina… En definitiva, numerosas puertas que se van a ir abriendo y que tendremos que entrar, observar y actuar.
Está habiendo problemas para que muchos estudiantes de Medicina y de Enfermería puedan realizar sus prácticas asistenciales en los centros sanitarios. ¿En qué punto se encuentra este tema? ¿Ven una pronta solución?
El tema prácticas de grado es algo muy importante que no podemos permitirnos que caiga en saco roto. Actualmente, muchas Comunidades Autónomas han elaborado protocolos especiales para el ingreso del estudiantado, tanto de Medicina como de Enfermería, en todos los centros asistenciales.
Únicamente en la Comunidad de Madrid y en la Región de Murcia existen verdaderos problemas, ya que a día de hoy tienen anuladas su formación práctica al completo. ¿Cómo es posible que los que egresarán el próximo junio y estarán trabajando en un hospital o centro sanitario el próximo año no hayan realizado prácticas?
¿Cómo es posible que los que egresarán el próximo junio y estarán trabajando en un hospital o centro sanitario el próximo año no hayan realizado prácticas?
Es el momento de reivindicar la importancia de la formación práctica en la formación universitaria, cómo ello puede afectar a los futuros profesionales sanitarios y, por ende, al Sistema Nacional de Salud.
¿Por qué el Estado, al inicio de la pandemia, solicitó la ayuda al estudiantado sanitario para estar en primera línea de batalla y ahora los quitan del medio? Es algo que no se comprende.
Y además, no es que no haya prácticas, es que desde nuestro órgano solicitamos que las prácticas sean de calidad. De nada vale que asistamos a un hospital para ir detrás de un médico, que no te dejen explorar, que no puedas realizar anamnesis, que no te dejen acercarte al campo quirúrgico… ya lo pusimos de manifiesto en el pasado con nuestra campaña #NoSoyUnFicus y, a día de hoy, es necesario volver a recordarlo.
Con la pandemia de covid-19 la docencia en Medicina este año será semipresencial o casi totalmente online. ¿Qué pros y contras ve en este cambio?
Nos hemos podido dar cuenta que la docencia telemática o de forma semipresencial ha supuesto un cambio. Cambio que quizás es pronto para valorarlo, ya que en el mes de marzo fue una imposición a las universidades, sin tiempo de adaptación a ella.
Con el inicio del nuevo curso, muchas universidades han apostado por este modelo de enseñanza, así se divide al grupo grande en numerosos subgrupos para ir rotando la presencialidad (garantizando así la seguridad) y con ello, las clases han pasado de ser una “conferencia” a ser clases más personales, con un trato más directo con el docente.
Si hablamos de los contras la pregunta que me planteo es ¿cómo se enseña la Medicina a través de una pantalla de ordenador? Estamos ante un cambio en la forma de entender la medicina.
Pues la Medicina, si la entendemos como ciencia humana, necesita un contacto con el paciente. Por ello, somos conscientes que no todos los contenidos de los programas pueden ser impartidos a través de una pantalla y que nuestra presencia en los centros sanitarios es más que necesaria, y así lo defenderemos.
¿Cuáles son las propuestas que plantean a las universidades para mejorar la docencia en Medicina en tiempos de pandemia?
La docencia en Ciencias de la Salud, en estos tiempos de pandemia, supone un verdadero reto. Hemos pasado de una presencialidad total a una semipresencialidad en la que muchos contenidos de la educación no se pueden adaptar de forma correcta. Es por ello que numerosas universidades han cambiado el método tradicional de enseñanza a otros más recientemente aparecidos, como el aprendizaje basado en problemas o el aprendizaje basado en competencias.
Sin duda, como estudiantes de Medicina, no podemos permitir que una situación de pandemia como la actual merme o disminuya la calidad de nuestra formación.
"No podemos permitir que una situación de pandemia como la actual merme o disminuya la calidad de nuestra formación"
Por ello, desde el Consejo, exigimos que nuestra formación, tanto práctica como teórica sea de calidad en cualquiera de las metodologías que las universidades decidan elegir.
En la primera gran ola del coronavirus se llegó a solicitar la ayuda de los estudiantes de Medicina en residencias y centros sanitarios. ¿Cómo valora esta medida? ¿Ve posible que vuelvan a ser necesitados como refuerzo para el sistema sanitario en esta segunda ola?
Los estudiantes del grado en Medicina fuimos un ejemplo de compromiso con la sociedad. Cuando se nos ha necesitado hemos estado ahí. La medida la valoro de forma positiva y negativa. Positiva porque ha permitido que el estudiantado acceda al centro asistencial en un momento en el que se puso en jaque la sanidad pública española.
Sin embargo, existen contras en esta medida que, si volviesen a necesitar nuestra ayuda, reclamaríamos. Por ejemplo, que sean contratados por las comunidades autónomas como trabajadores, que no sean voluntarios. Tenemos que concienciar que el hecho de que un estudiante entre de esta forma no suple las necesidades de médicos que existen actualmente. Es una medida a corto plazo que puede resultar resolutiva pero que, sin duda, agranda el problema de base existente, la falta de profesionales sanitarios.
¿Qué otros proyectos tiene interés en desarrollar en este curso?
Durante este curso tenemos numerosos proyectos y retos que intentaremos sacarlos adelante. Tenemos que seguir trabajando en la reducción de los números clausus para el acceso a la formación en medicina, en la igualdad efectiva de género. Tenemos que seguir formándonos, tanto a nivel de representación como a nivel formativo. Somos conscientes de que muchísimos contenidos, necesarios para el ejercicio diario de la profesión médica, no se enseñan en las aulas y los consideramos totalmente necesarios.
Respecto a eventos en el próximo año, será la próxima Asamblea General que se celebrará en las Jornadas Estatales de Estudiantes de Medicina en octubre la que decida qué rumbo, qué retos y qué objetivos deberá seguir el consejo durante el próximo curso. Tenemos por delante un Congreso de Educación Médica, totalmente telemático, que será un momento único para continuar con nuestra formación, organizado por estudiantes para los estudiantes.
¿Descarta nuevas movilizaciones como las convocadas virtualmente por las prácticas para reclamar los derechos de los estudiantes?
Somos estudiantes reclamando los derechos y las garantías de estudiantes. Por y para estudiantes. Por supuesto que no podemos descartar nuevas movilizaciones como la que ya hicimos con el #NoSinMisPrácticas.
¿Hasta qué punto podemos permitir que en marzo se hiciese una llamada masiva al estudiantado para ayudar en los centros sanitarios y, ahora, se prescinda de nuestra presencia en el hospital? Queremos ayudar y estar, queremos seguir formándonos, serán nuestras compañeras de último curso las que se encuentren en primera línea de batalla en el próximo año, y es una realidad que deben afrontar. No podemos decir: somos mucha gente y el estudiantado no entra. Somos parte del sistema y así queremos sentirnos.
¿Cómo ven el futuro respecto al próximo MIR 2021?
El futuro respecto al MIR 2021 es bastante incierto. Tenemos a muchísimas compañeras que, desde junio, llevan encerradas preparándose el examen.
Ya hemos solicitado una reunión con el Ministerio de Sanidad, el cual nos atenderá próximamente, para valorar la convocatoria del examen 2021. En ella, solicitaremos:
- Que se publique la fecha del examen en la convocatoria, tal y como se ha venido haciendo siempre excepto en el último año.
- Que se concrete el temario. Actualmente, en la convocatoria de examen, el temario a examinar es: “la medicina”. Como en cualquier oposición, anexado a la convocatoria, existe un temario cerrado y creemos positivo que también se tenga en la nuestra.
- Que se aumenten el número de plazas para el acceso a la Formación Sanitaria Especializada. Durante esta pandemia hemos detectado el déficit de profesionales existentes en nuestro sistema y tenemos que suplirlo. Debemos adecuar el número de plazas ofertadas al número de egresados para así eliminar el embudo actualmente existente. Podría ser de utilidad una convocatoria masiva para suplir esta necesidad y, a partir de ese momento, garantizar el número de plazas que se ofertan con las necesidades demográficas que existen.