Los sanitarios advierten: la salud de la población española está en deterioro y las personas de edad avanzada o con enfermedad mental son las que más necesidades insatisfechas tienen. Así se desprende de la 'Encuesta sobre Necesidades de Salud Insatisfechas', un "panel de opinión independiente" realizado por Hiris de la Sanidad con el objetivo de "ofrecer una visión de la sanidad española tal como la perciben profesionales médicos de todas las especialidades de toda España".
Según este sondeo y tal y como recoge Hiris de la Sanidad, más de la mitad de los profesionales sanitarios encuestados considera que el estado de salud de la población española es bueno (58,7%) aunque un porcentaje significativo (34,9%) opina que es regular. En cuanto a la evolución del estado de salud de la población española, casi la mitad opina que ha empeorado algo en los últimos cinco años (44,6%) y un 5% que ha empeorado mucho. Un 23,8% considera que ha mejorado algo y un 20,1% que ha permanecido estable.
Entre los grupos de población que los sanitarios consideran que tienen mayores necesidades de salud insatisfechas, destaca en primera posición las personas de edad avanzada (escogida por el 79,2%), en segunda posición las personas con problemas de enfermedad mental (61,4%), en tercer lugar la población rural (48,7%), y en cuarto lugar las personas con discapacidad (43,6%). Bastante por detrás quedan otros colectivos como las personas extranjeras o inmigrantes (16,1%), los trabajadores de profesiones de mayor riesgo (14,1%), las personas sin empleo (9,1%), los niños (7,4%), los jóvenes (5,4%) y las mujeres (4%).
La clase social, las diferencias económicas y el nivel de educación general son los determinantes sociales de la salud que más inciden en la salud de sus pacientes
Precisamente en lo que a salud mental se refiere, los sanitarios defienden que la depresión y trastornos de la ansiedad son el problema con el mayor nivel de necesidades no cubiertas (6,6 sobre 10 puntos). Mientras, el cáncer se alza como una enfermedad a la que debería dársele la mayor prioridad (7,3 sobre 10 puntos). Otras enfermedades crónicas con mayores necesidades insatisfechas, y con prioridad de actuar según los profesionales, son las enfermedades neurodegenerativas (6,37 en necesidades no cubiertas; 6,84 en prioridad para mejorar la manera en la que se atiende), la salud bucodental (6,13 en necesidades no cubiertas; 5,77 en prioridad para mejorar la manera en la que se atiende) y el dolor (6,08 en necesidades no cubiertas; 7,04 en prioridad para mejorar la manera en la que se atiende).
Sobre cómo afectan a la salud los determinantes sociales e individuales, así como el acceso y utilización de los servicios sanitarios, a juicio de los sanitarios la clase social y las diferencias económicas (68,1%) y el nivel de educación general (67,1%), son los determinantes sociales de la salud que más inciden en la salud de sus pacientes. Otros determinantes también subrayados por los profesionales sanitarios son la red familiar y social (56,4%), la atención a la dependencia y fragilidad (46,3%) y la situación y calidad de empleo (37,6%). Cuando se les pregunta acerca de aquellos determinantes sociales de la salud en que la posibilidad de mejora es mayor desde las administraciones públicas, destacan la atención a la dependencia y la fragilidad (70,5%) y el nivel de educación general (68,8%).
Respecto a los determinandes individuales que más afectan a los pacientes, los sanitarios ponen el foco en el tabaquismo (66,4%) y la obesidad (65,1%). Le siguen otros como los hábitos alimenticios (48%), la actividad física (45%) y el consumo de alcohol (26,8%). También posicionan en este mismo orden aquellos con mayor posibilidad de mejora: tabaquismo (67,8%), obesidad (59,7%), hábitos alimenticios (54%), actividad física (38,9%) y consumo de alcohol (24,2%).
Las listas de espera y la falta de educación sanitaria son consideradas las principales barreras de acceso a los servicios sanitarios a los que se enfrentan los pacientes
Por otro lado, en lo que al acceso y utilización de los servicios sanitarios se refiere, la mayoría de los profesionales sanitarios considera que el acceso a programas de diagnóstico precoz poblacional (60,7%) es uno de los que mayor importancia tiene para preservar la salud. Le siguen los programas de promoción y educación de salud comunitarios (48,3%) y el acceso a servicios sanitarios curativos - atención primaria y consultas de especialidades, hospitalización, servicios de urgencias - (41,6%). Otros apuntados con una alta consideración son la educación y competencias de las personas para cuidar la salud y prevenir la enfermedad (39,6%), los programas de vacunación infantil (37,9%) y el acceso a servicios sociosanitarios (23,5%).
Las listas de espera (76,7% de los profesionales la consideran una dificultad grave de acceso) y la falta de educación sanitaria (59,5%) son consideradas las principales barreras de acceso a los servicios sanitarios a los que se enfrentan los pacientes. Le siguen las barreras geográficas o de transporte (31,8%), las barreras económicas (28,4%), la falta de financiación de los medicamentos y terapias innovadoras (26,4%) y las dificultades para recibir asistencia fuera de su comunidad autónoma (23,6%). En cuanto a las listas de espera y retrasos en la atención, los profesionales sanitarios identifican el tiempo de espera para cita con el médico de familia (25,7%) como el más grave o preocupante.
Además, los profesionales consideran a las listas de espera (83,8%) como la barrera que más se ha agravado a lo largo de los dos últimos años. Le siguen la falta de educación sanitaria (48%) y las barreras económicas (46,6%). Coherente con esta preocupación, “en mi consulta encuentro pacientes que suscriben pólizas de seguro privado para poder sortear las listas de espera” es la afirmación que más grado de acuerdo (85,8%) genera entre los profesionales sanitarios. La siguiente sería “en mi consulta encuentro pacientes cuyas patologías se agravan debido a las listas de espera existentes en el servicio público” (80,4%).