Cuando a principios de este verano apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el esperadísimo Real Decreto 610/2024, que establece el título de Médica/o Especialista en Medicina de Urgencias y Emergencias, hubo un grupo de profesionales sanitarios que quedó perplejo al leer uno de sus epígrafes. Concretamente, el punto 1.a) de la disposición transitoria primera sobre la vía extraordinaria de acceso al título, que excluye del proceso a los titulados después del año 1995 que no cuentan con especialidad médica de ningún tipo vía MIR (hasta entonces, los conocidos como “médicos generales” no tenían por qué ser especialistas).
En España, según cifras de la Asociación Española de Médicos Generales (ASEMEG), este colectivo de médicos que trabaja principalmente en los servicios de Urgencias y Emergencias de los hospitales lo componen alrededor de 20.000 personas, y desde que salió el Real Decreto han luchado para que se les incluya en el proceso. “Lo único que pedíamos era que se abriera una vía para nosotros, estábamos dispuestos a hablar y a escuchar, pero lo que no puede ser es que la única respuesta del Ministerio sea que hagamos el MIR. Yo tengo ya cuarenta años, y una carga familiar y económica como para romper mi estabilidad y ser ahora residente. Ya me he comido suficientes guardias de fin de año cobrando poco”, denuncia en una entrevista concedida a ConSalud.es el presidente de ASEMEG, Albert González.
La perplejidad ante el Real Decreto, comenta el urgenciólogo, se produjo porque el primer borrador publicado en 2016 sí que los incluía dentro del proceso de solicitud del título. El último, de septiembre del año pasado, ya no, “con el sinsentido de que cualquier especialista pueda optar a tener un título de algo que no tiene nada que ver con lo que se han formado”. Por eso, ante la falta de alternativas viables por parte del Ministerio de Sanidad, desde la Asociación de Médicos Generales decidieron interponer un recurso contra ese apartado concreto del Real Decreto que, de momento, ha dejado en ‘stand-by’ la expedición de títulos.
"Estábamos dispuestos a hablar y a escuchar, pero lo que no puede ser es que la única respuesta del Ministerio sea que hagamos el MIR"
A la espera de la decisión final por parte del Tribunal Supremo, si se mantuviese la que ha tomado cautelarmente, todos estos médicos sin MIR que llevan un mínimo de tiempo trabajando en los servicios de Urgencias también deberían poder solicitarlo de alguna manera. “Nosotros llevamos muchos años de formación específica, e incluso hemos formado a residentes de especialidades como Medicina de Familia o Anestesiología como para que ahora nos quedemos fuera del proceso. Es incomprensible que pase esto”, denuncia Albert González.
No lo hicieron solos: para presentar la denuncia, les asesoró un bufete de abogados en busca de la vía que supusiese menos trabas para el proceso iniciado en el pasado mes de octubre. Agustín Julián Jiménez, presidente de la Comisión Nacional de la especialidad de Urgencias y Emergencias, organismo encargado de aprobar las solicitudes y expedir los títulos, ya quiso rebajar el alarmismo, asegurando a través de este periódico que el proceso, de momento, se iba a mantener igual: “Hay que esperar al dictamen final. Si la sentencia sigue adelante, tendremos que habilitar un procedimiento específico para incorporar a este grupo de médicos que no son especialistas. Si finalmente sale negativo, todo seguirá como hasta ahora”.
“Podríamos haber ido por muchos caminos y pedir la suspensión completa del Real Decreto, pero preferimosr reclamar únicamente los apartados de la vía extraordinaria para afectar lo menos posible al proceso”
Y es que la expedición de títulos que ha paralizado cautelarmente el Supremo, recordaba Julián Jiménez, no se produciría hasta el mes de abril, cuando envíen su solicitud los aspirantes nacidos en el mes de diciembre. “No nos quedó otra opción que hacer esto, porque después de estar hablando con políticos durante meses y avisándoles de la problemática que se iba a generar, parecía que les daba igual", justifica González, quien también lamenta la poca ayuda recibida por parte de SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, principal fuerza impulsora de la especialidad) "a pesar de que en el texto de 2016 incluían como vía para nosotros un diploma que habilitaba para trabajar en Urgencias si presentabas unos méritos" (SEMES, consultada por este periódico, recuerda que la presidenta de su sección catalana ya se reunió en su momento con el presidente de ASEMEG). "Así que empezamos a presentar alegaciones al Real Decreto de manera más o menos organizada”, explica.
“Podríamos haber ido por muchos caminos y pedir la suspensión completa del Real Decreto, que tiene muchos puntos de inconstitucionalidad que vieron nuestros abogados, pero preferimos hacerlo de manera más quirúrgica y reclamar únicamente los apartados de la vía extraordinaria para afectar lo menos posible al proceso”, insiste el presidente de ASEMEG, cuya reivindicación ha contado con el respaldo de varios colegios de médicos, como el de Madrid o Barcelona. “Nosotros también hemos peleado durante años en los servicios de Urgencias y Emergencias y defendiendo la necesidad de una especialidad. Aplaudimos su creación, pero nos queda un sabor agridulce por haber tenido que presentar un contencioso administrativo”, añade.
CAPACITADOS LEGALMENTE PARA TRABAJAR SIN MIR
En teoría, todos los licenciados y graduados en Medicina después del año 1995 deben especializarse para poder ejercer en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, apunta Albert González, en Urgencias y Emergencias se generó una excepción precisamente por no estar creada la especialidad: “La Ley sobre Transporte Sanitario lo deja bien claro: en la dotación de personal tiene que haber un médico, pero no dice nada más. Por lo tanto, todos que están en ambulancias, helicópteros y otros medios están ejerciendo de una forma completamente legal”. “Luego, para los que están en los servicios de Urgencias de los hospitales, tú no les puedes pedir que sean especialistas si todavía no existe su especialidad. Por eso nosotros podíamos trabajar de forma completamente legal”, afirma el urgenciólogo.
Fue en este punto donde, critica González, Sanidad hizo su “acto perverso”, que ha llevado a muchos médicos generales de Urgencias a ser despedidos o no renovados por no ser especialistas y a dejar unidades sin cubrir (estos fueron algunos de los argumentos que presentaron al Tribunal Supremo). “No es que vayamos a hacer una huelga, simplemente nos tendremos que ir del país, cuando somos más de 20.000 médicos generales trabajando en Urgencias y algunos incluso ocupando cargos de jefe de servicio. Sería un agujero terminal para el sistema sanitario, pero lo que tenemos claro es que no vamos a dejar que nos utilicen como un kleenex hasta que empiecen a salir los primeros residentes”, sentencia.