El Gobierno ha admitido que la causa del déficit de médicos en Prisiones se da porque cobran un sueldo menor que en los servicios de salud de las comunidades autónomas.
"Una de las posibles causas por las que los profesionales médicos no son proclives a trabajar en Instituciones Penitenciarias, puede ser que las Comunidades Autónomas convocan procesos selectivos para estos profesionales, cuyas retribuciones son mayores a las fijadas por la Administración General del Estado para este cuerpo", asegura el Ministerio del Interior en una respuesta a una batería de preguntas parlamentarias presentadas por Vox.
En esta línea, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) lleva años demandando un cambio en las condiciones retributivas de los facultativos de Prisiones con el fin de conseguir fidelizarlos y atraer a nuevos profesionales en las convocatorias de empleo público.
"La transferencia de la sanidad penitenciaria es la excusa que se lleva poniendo durante estos 18 años"
El representante de CESM Prisiones, Pedro A. Martínez, apunta que en el caso de los médicos las diferencias salariales llegan a los 1.500 euros al mes entre el sueldo de un facultativo penitenciario y un médico de Familia de los servicios de salud de las CC.AA.
"Está claro que una vez reconocido cuál es el problema y sabiendo cuál es la solución, si no actuan es porque no quieren. La transferencia de la sanidad penitenciaria es la excusa que se lleva poniendo durante estos 18 años. Llevan todo ese tiempo diciendo que como la transferencia es inminente no se pone una solución”, asegura el responsable sindical.
"No tiene sentido que las diferencias de sueldo sean abismales, unos 1.500 euros al mes menos. Si lo que quieren es tener un número suficiente de médicos en Instituciones Penitenciarias, lo que tienen que hacer es mejorar las retribuciones y ponerlas al nivel de las CC.AA para que se cubran las plazas”, sostiene Pedro A. Martínez.
El sindicalista critica que haya centros penitenciarios que se quedan puntualmente sin médicos y alerta de que habrá cárceles donde los galenos se jubilarán sin relevo. "Al final, las personas privadas de libertad no reciben una asistencia sanitaria en condiciones y son los grandes perjudicados de esta precariedad", concluye.