El Programa de Salud Planetaria de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha alertado acerca del impacto negativo que tienen determinados inhaladores en el medio ambiente. No en vano, este grupo de expertos advierte que la prescripción de fármacos es una de las causas que más contribuye a la huella de carbono generada por los sistemas sanitarios.
Los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) recuerdan la excesiva medicalización de la ciudadanía, lo que deriva en un incremento del consumo de fármacos y, por ende, el gasto farmacéutico que supone. En este contexto, los facultativos son claros y apuestan por tomar conciencia y preservar la salud medioambiental para minimizar el impacto de los inhaladores.
En España, los pMDI representan alrededor del 52% del global de inhaladores utilizados, con una media anual de más de 15 millones de unidades vendidas, lo que equivale a 400.000 toneladas de CO2 a los doce meses
Atendiendo a detalles concretos, los inhaladores presurizados de dosis medida (pMDI, por sus siglas en inglés pressurized metered dose inhaler) contienen, en su propelente, gases hidrofluorocarbonos (HFC) con un efecto invernadero muy potente: entre 1480 y 2900 mayor que el dióxido de carbono (CO2).
En España, los inhaladores presurizados de dosis medida representan alrededor del 52% del global de inhaladores utilizados en el Sistema Nacional de Salud (SNS), con una media anual de más de 15 millones de unidades vendidas, lo que equivale a 400.000 toneladas de CO2 a los doce meses.
En este punto, los miembros de semFYC ponen sobre la mesa la necesidad de sustituir este grupo de inhaladores por otros sostenibles, como los inhaladores de polvo seco (DPI, por sus siglas en inglés dry powder inhalers), que presentan una huella de carbono de 10 a 30 veces más reducida que los presurizados.
Los expertos precisan que, gracias al cambio de sistema de pMDI a DPI, manteniendo el mismo principio activo, la reducción de la huella de carbono calculada se sitúa entre un 95 y un 98% por cada inhalador
Los expertos precisan que, gracias al cambio de sistema de pMDI a DPI, manteniendo el mismo principio activo, la reducción de la huella de carbono calculada se sitúa entre un 95 y un 98% por cada inhalador. En paralelo, son sistemas igual de efectivos y coste-efectivos que los inhaladores presurizados pMDI.
"Como médicos y médicas de Familia y Comunitaria, tenemos que tener en cuenta, que la prescripción del tipo de dispositivo, se realizará teniendo en cuenta las características clínicas del paciente y sus preferencias en cuanto al tipo de dispositivo, por lo que es útil disponer de materiales de apoyo para la toma de decisiones compartidas", concluye el grupo de especialistas.