La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se suma hoy a la celebración del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario haciendo una llamada a profesionales, pacientes y autoridades políticas y judiciales para luchar juntos contra esta lacra, de la que tiene constancia que va a más, particularmente en el caso de las manifestaciones de violencia que no son de naturaleza física.
Según sus estimaciones, hasta el 85% de los médicos han experimentado alguna vez episodios de violencia física, verbal o gestual por parte de pacientes o familiares, y el perfil mayoritario de la víctima es el de una mujer médica que trabaja en el ámbito extrahospitalario.
Según el CESM, los centros de Atención Primaria son los más conflictivos y desprotegidos
CESM valora lo avanzado hasta la fecha en aspectos como considerar al médico autoridad pública (de modo que la agresión denunciada sea susceptible de ser considerada delito en vez de falta), la puesta en práctica en la mayoría de CCAA de protocolos de actuación, la creación en 2017 del Interlocutor Policial Sanitario, o que ya haya sentencias en base a la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y no del Código Penal (responsabilizando así a la Administración sanitaria pública de la falta de medidas de prevención).
Pero, a pesar de todos estos logros, lo cierto es que las agresiones al personal sanitario son un fenómeno que lamentablemente va a más, por lo que, según los Sindicatos, el flanco a reforzar sería el de evitar que se materialicen.
La prevención de las agresiones debe estar orientada a implementar todo tipo de recursos para garantizar la integridad física de los facultativos en todos los centros y, de modo especial, en aquellos más conflictivos, que por regla general son de Atención Primaria, ya que suelen ser también los más desprotegidos.
MEDIDAS PREVENTIVAS
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos propone medidas como aumentar y mejorar los dispositivos de seguridad en los centros, realizar visitas domiciliarias por parejas y con dispositivos de localización, o establecer programas de capacitación a los profesionales para afrontar situaciones conflictivas, entre otras.
Además, considera importante actuar sobre factores que provocan la agresividad de ciertos pacientes y que la Administración podría corregir, como ampliar plantillas para evitar la masificación de la asistencia y la falta de recursos humanos y técnicos, que crea frustraciones en los pacientes aunque de ningún modo justifiquen las agresiones, según la confederación.
Otras actuaciones que la confederación destaca son la importancia de denunciar todo tipo de agresiones por parte del profesional sean del tipo que sean, elaborar planes y protocolos integrales de prevención y tipificación judicial para todas las CCAA y extender la asistencia sanitaria y psicológica a los facultativos víctimas de cualquier tipo de violencia.