Pese a que cada año las administraciones recuerdan a los profesionales sanitarios la necesidad de vacunarse contra la gripe, los trabajadores del sistema sanitario siguen siendo reticentes a esta medida. Según un documento publicado por el Ministerio de Sanidad, entre 2010 y 2015 la cobertura de vacunación de profesionales fue inferior al 30% y, en la temporada 2015-2016 (los últimos datos disponibles), la tasa apenas superaba el 31,5% de los profesionales.
Pese a ello, el mismo informe resalta que, según diversos estudios realizados en centros geriátricos, se ha demostrado que la tasa de mortalidad global de las personas mayores se reduce un 40% si las coberturas de vacunación de los trabajadores del centro son superiores al 60%.
Además, entre las principales causas por las que los trabajadores rechazan la vacunación, el documento destaca que se encuentra la “baja percepción del riesgo a enfermar”, el temor a las reacciones adversas y dudas sobre la eficacia y efectividad de las vacunaciones.
Los estudios demuestran que la tasa de mortalidad global de las personas mayores se reduce un 40% si las coberturas de vacunación de los trabajadores de los centros geriátricos son superiores al 60%
Frente a ello, el Ministerio de Sanidad recomienda la vacunación de los profesionales, entre otras cuestiones, por “el principio ético de no hacer daño al paciente” o por profesionalismo y ejemplaridad, ya que “el profesional que se vacune tendrá mayor concienciación sobre las ventajas de la vacunación y, por tanto, será más proclive a recomendarla en los grupos de riesgo”, indica.
Por otro lado, el Comité Asesor de Vacuna de la Sociedad Española de Pediatría señala que, aunque como el resto de personas, los sanitarios no están obligados a vacunarse, y por tanto “no incurren en responsabilidad alguna por el mero hecho de no haberse vacunado”, sí que pueden incurrir en determinados casos en irresponsabilidades legales, al contravenir normas relativas a la seguridad y salud en el trabajo o al deber de colaboración en situaciones de urgencia o necesidad.
ESCASO COSTE PARA LA ADMINISTRACIÓN
Pese a las reticencias de los profesionales a la hora de la vacunación, los contratos de adquisición de vacunas de la gripe para profesionales demuestran que vacunar a médicos y profesionales de la Enfermería, entre otros, apenas tiene coste para la administración.
De hecho, el Ministerio de Sanidad adjudicó el pasado 18 de octubre un contrato para adquirir 50 vacunas de la gripe estacional para la campaña 2017-2018 para el personal del Ingesa (Ceuta y Melilla). El coste de esta adjudicación, según la licitación oficial, es de sólo 2,6€ para sufragar el medio centenar de vacunas.