El Consejo General de Colegios de Médicos de España (Cgcom) y la Ordem Dos Médicos de Portugal (OM) han firmado una declaración conjunta sobre pseudociencias y pseudoterapias.
Con el nombre "Declaración Madrid", ambas organizaciones médicas recomiendan su prohibición y exclusión de cualquier circuito sanitario. Además, exigen que se reconozcan como prácticas que atentan contra la salud pública y la seguridad del paciente.
De esta manera, las dos entidades colegiales se unen contra las pseudociencias y pseudoterapias. Y es que, según advierten los facultativos de ambos países, están proliferando los casos de pacientes en situaciones críticas por su uso. A su vez, insisten en la gran confusión que existe entre la ciudadanía sobre lo que es medicina basada en el conocimiento y la evidencia científica, y lo que no cumple dichos criterios.
Ambas organizaciones médicas advierten que están proliferando los casos de pacientes en situaciones críticas por su uso
Ante estos hechos, la “Declaración Madrid” recoge 10 puntos fundamentales, según exponen desde medicosypacientes.com. En uno de ellos, ambas organizaciones consideran que “los actos de divulgación y utilización de las mismas han de ser denunciados por constituir un fraude sanitario. Todas ellas han de ser expresamente prohibidas y excluidas de cualquier circuito sanitario y consideradas, a todos los efectos, como prácticas que atentan contra la salud pública y la seguridad de los pacientes”.
A su vez destacan el papel de las administraciones sanitarias y las organizaciones profesionales reguladas y colegiadas en la protección de la salud y la seguridad en la atención médica y, “por consiguiente, en evitar y combatir el intrusismo profesional denunciando expresamente y persiguiendo judicialmente a aquellos que lo ejerzan”.
La “Declaración Madrid” incluye también que todo médico “tiene la obligación de informar adecuadamente al paciente de que las pseudoterapias y pseudociencias no son una especialidad dentro de la medicina y, por lo tanto, las formas de capacitación certificada dentro de estas áreas no constituyen una capacitación especializada reconocida por la comunidad científica ni legalmente en la mayoría de los países”.
Legislar para combatir estas prácticas y movimientos es otro de los puntos que recoge el documento. Así, piden a los representantes políticos un mayor control y vigilancia sobre centros y personas “que no estén oficialmente acreditados y publicitan falsas actividades preventivas y curativas impulsando campañas de sensibilización y formación para los ciudadanos y pacientes con el objeto de evitar posibles fraudes y manipulaciones pseudocientíficas”.